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Viñales vuelve a triunfar en Le Mans

El español brinda un recital y gana su segunda carrera consecutiva por delante de Rins y Salom

Nadia Tronchoni
Maverick Viñales celebra la victoria en Le Mans
Maverick Viñales celebra la victoria en Le MansJEAN-FRANCOIS MONIER (AFP)

Maverick Viñales es el líder del Mundial, el favorito, el que perdió su oportunidad el curso pasado y se ha empeñado en no desaprovecharla esta vez, en su tercer año, después de haberse convertido en un debutante extraordinario al clasificarse tercero el curso de su debut, en 125cc y con 16 años. Ahora, más experimentado, corre con la cabeza, además de con el corazón y ese talento innato capaz de explicar sus éxitos por sí mismo. Viñales volvió a triunfar en Le Mans, el escenario mundialista en el que logró su primera victoria hace tres años, un trazado que, dice, se adapta perfectamente a su estilo de pilotaje, pues exige delicadeza al manillar y mucho paso por curva.

En este escenario logró su primera victoria hace tres años

El niño de Roses dejó que Jonas Folger tomara la delantera, tantas ganas tenía el alemán por colocarse en cabeza que por poco no llega ni a la primera curva. Y aguardó tras él en las primeras vueltas. El trazado, algo húmedo aunque la carrera fuera declarada en seco, no estaba para muchas virguerías, no inspiraba demasiada confianza, ni las gomas resistirían el reto, como para lanzarse a por la victoria desde la primera vuelta. Así que Viñales, como hizo también Rins, que decidió convertirse en su sombra de principio a fin, optó por hacer una carrera inteligente, más que atrevida. Volaron, eso sí, él y los otros tres en cabeza (también Salom). Y cada vez más, tanto que el vencedor terminaría su último giro con la vuelta rápida.

Cuando habían cubierto el primer tercio de la prueba, Viñales sustituyó a Folger al frente de reducido grupo, escapado, que lucharía por el triunfo y el podio. Y ya nadie lo movió de allí. Se defendió con uñas y dientes del acoso de Rins, sobre todo cuando se cumplían los dos tercios de carrera, sabedor de que cuatro gotas –el cielo amenazaba tormenta– darían por concluido el espectáculo. Se defendió de Rins y no de Folger porque este había caído a la cuarta plaza (vuelta 12) después de que el catalán le adelantara al final de recta, en la primera curva a la izquierda, y no pudiera siquiera entrar en la chicane: quiso aguantar tanto la frenada para defender su posición que se marchó largo.

Y se aprovechó Salom, que había quedado algo descolgado, sin el ritmo suficiente, ni el cuerpo para muchos ruidos tras la caída sufrida el sábado –“Me dolía mucho la espalda y la mano”, contaría después–, pero pudo volver a engancharse y hasta hizo dudar a Rins en la última vuelta, tanto se le acercó. Pero el chico es de aquella tribu JASP, joven, aunque sobradamente preparado, y defendió su segunda posición hasta que cruzó la meta. Salom se conformó, y bien que hizo, con la tercera plaza. La primera, claro, tenía dueño. Desde la pole del sábado. Viñales adora Le Mans. Sus motivos tendrá.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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