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El cerrojo perfecto del Barça

Barrufet y Svensson analizan la dupla Sterbik-Saric, la mejor portería desde el dream team, ante la Final a Cuatro de balonmano

J. L.
Sterbik y Saric, posan antes de afrontar la Final a Cuatro.
Sterbik y Saric, posan antes de afrontar la Final a Cuatro.Vicens Gimenez

“Saltaste como un animal”. Ivano Balic acaba de incrustar el balón en la cara de Daniel Saric. El genio de Split corre hacia el meta del Barça. Se excusa. Le confiesa que es la primera vez que golpea a un portero en la cara. Trata de explicarle que, de repente, se encontró con 194 centímetros sobre él que no dejaron un hueco. A Saric aún le queda tiempo para la guasa: “A ver si dándome en la frente me crece un poco el pelo”. El bosnio terminaba por desquiciar no solo a Balic, también a un Atlético que sucumbía en el Palau. El Barça selló aquel 27 de abril su pase a la Final a Cuatro de la Liga de Campeones de balonmano. Hoy arranca la cita en Colonia: Barça-Kielce de Polonia (15.15, Teledeporte y Esport 3) y Kiel-Hamburgo (18.00). En el banquillo azulgrana, el campeón del mundo Arpad Sterbik, disfruta del recital de su compañero. No ha jugado un minuto. Ni falta que hace. Sabe que el próximo partido será suyo. Ni uno ni otro se quejarán. Son la pareja perfecta.

 “Es la mejor portería del mundo porque es la más completa, tienen una forma de parar diferente y entre ellos además la relación es muy buena”, resume David Barrufet, que formó una de las mejores duplas de la historia del balonmano con Tomas Svensson en aquel dream team que conquistó cinco Copas de Europa a finales de los noventa. “Según el rival, cómo vaya el partido, el Barça siempre tiene una respuesta para darle la vuelta a todo. Es casi imposible que los dos lo hagan mal, es lo que ocurría también en nuestro caso”, añade el meta sueco.

Según el rival, cómo vaya el partido, el Barça siempre tiene una respuesta para darle la vuelta a todo”  Tomas Svensson

El aprovechamiento de la envergadura es una de las facetas que Svensson destaca de Sterbik. “Arpad es grande y quiere serlo, no se empeña en parar como un portero más bajo porque no podría”, dice sobre el meta, de 200 centímetros y casi 120 kilos. “La mayoría de lanzamientos, en balonmano, van a una altura baja. Como tiene las piernas tan grandes llega a casi todos. Muchas veces se coloca un metro por detrás de lo normal en otros porteros, así consigue un margen mínimo de reacción, porque sabe que va a llegar igual”, explica Svensson, que profundiza en dos aspectos más del español: “Cuando para con las piernas juntas, ocurre lo mismo, deja muy poco hueco al lanzador; no digamos cuando sale a parar al pivote, porque además tiene buena coordinación, siempre usa el brazo contrario a la pierna, algo que era muy característico de David. Muchos balones acaban en el pecho. El rival se sorprende porque lo único que ve es a un oso que va a por él”. Barrufet añade: “Hace que lo difícil parezca fácil. Con lo torpón que parece, es muy flexible, muy ágil, provoca que el jugador piense: Me he dejado el brazo en el lanzamiento y éste ni ha pestañeado”.

Ambos coinciden en que Sterbik no es un guardameta capaz de andar fino todos los partidos. Pero sí consideran que en los partidos importantes se crece: “Cuando para, es imposible hacerle frente, los rivales no ven la luz”, afirma Svensson. La llegada del internacional a principios de temporada reforzó la labor de Saric, inquilino de la portería azulgrana desde 2009. Ambos son amigos desde que coincidieron en las categorías inferiores de la selección serbia. Saras admite que la competencia le ha obligado a no confiarse. La responsabilidad, aunque mayor, es también compartida. Con casi diez centímetros y 20 kilos menos, el portero bosnio es más explosivo. “Es obvio que siempre está más nervioso que Arpad, que ni se inmuta, pero nunca falta el respeto, hay que dejarlo claro”, desliza Barrufet. Svensson celebra que en estos años Saric ha mejorado física y técnicamente: “Tiene mucha facilidad para llegar a todos los rincones. Un portero suele trabajar mucho los lanzamientos desde los extremos. Eso lo domina, pero no suele ser normal que los porteros balcánicos se manejen tan bien como él además en los lanzamientos desde nueve metros”.

En el camino, cada uno ha tenido su momento. Al final, lo que uno busca es salir campeón” David Barrufet

Durante todo el curso, Xavi Pascual ha rotado el dueño de la portería en cada partido. Ambos destacan la gestión del técnico al no decantar la balanza. Es la carta más preciada del Barça, la más temida. Saric y Sterbik saben desde hace semanas quién jugará hoy y, si vencen al equipo polaco, quién ocupará la portería en la final, ante el Hamburgo o el Kiel. Svensson ríe cuando se le cuestiona si no jugar alimenta los celos: “La gente parte de lo que pensaría un portero de fútbol. Esto es distinto. Ahí no puedes hacer cambios. En una Final a Cuatro, si juegas la semifinal no vas a llegar tan fino al día siguiente, es la gran ventaja del Barça”.Y zanja Barrufet: “En el camino, cada uno ha tenido su momento. Al final, lo que uno busca es salir campeón”.

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Sobre la firma

J. L.
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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