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El fin de un monumento
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Dónde está el balón?

La ficha de la foto precisa que corresponde a un partido disputado por el Real Madrid en la temporada 1966-67. El escudo de la pared revela que el escenario es San Mamés. Tiene que tratarse del encuentro jugado el 13 de noviembre de 1966. De la jugada sabemos que no acabó en gol pues el resultado fue de empate a cero. El hombre vestido de negro y largo como un chopo que inicia el despegue con un ángulo de unos 30º respecto a la vertical sólo puede ser Iribar, aunque en la foto aparece ligeramente desenfocado. Por el contrario, se distinguen perfectamente los rasgos de unos 3.500 aficionados, de los que sólo ocho son mujeres.

¿Qué pretendía captar el fotógrafo al enfocar al público de la grada lateral antes que a la figura que se eleva tan majestuosamente? Seguramente, las expresiones de esos aficionados. Muchos de ellos tienen la boca abierta, como si gritaran: “¡Gol!”. Pero sabemos que no hubo ninguno y, por otra parte, la actitud del portero no es de peligro o alarma. ¿Un disparo que ha salido alto? Podría ser, pero la posición de Iribar, vuelto hacia su propia meta, no es natural para este tipo de jugada. Más bien, sobrenatural: la de alguien que levita. Lo que explicaría las bocas abiertas: de asombro ante el prodigio.

Artículo publicado en el libro Simplemente... periodismo, obra basada en fotografías de Raúl Cancio.

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