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La Roja también manda en el Bronx

España tarda en doblegar a Irlanda pese al buen juego y a generar muchas ocasiones

Soldado pica el balón ante el portero de Irlanda.
Soldado pica el balón ante el portero de Irlanda.K. B. (EFE)

El amistoso que España ha disputado contra Irlanda ha sido raro, desde el mismo escenario, un campo de béisbol reconvertido. La superioridad de La Roja durante todo el partido ha estado a punto de quedar en nada después de 10 minutos locos, casi al final, en los que Irlanda ha tenido ocasiones para empatar el gol que Soldado logró en el minuto 69. Un tanto que había hecho justicia a la superioridad española demostrada hasta ese momento. Pero los de Trapattoni han parecido hartarse de correr tras los españoles, y a base de dejar el pie, de la nada, a punto han estado de darle un susto a La Roja, que ha necesitado de un paradón de Casillas, suplente de Valdés durante la primera hora de juego, y de una controvertida decisión arbitral, que anuló un gol de St. Ledger a la salida del consiguiente saque de esquina, para imponer su ley en el Bronx.

ESPAÑA, 2 - IRLANDA, 0

España: Valdés (Casillas, m.59); Arbeloa, Piqué, Ramos, Alba; Xavi (Mata, m.70), Busquets, Iniesta (Fábregas, 59); Pedro (Cazorla m.79), Silva (Navas, m.46) y Villa (Soldado, m.59). No utilizados: Reina, Albiol, Javi Martínez, Azpilicueta, Torres y Monreal.

Irlanda: Forde (Randolph, m.73); McShane, St. Ledger, O'Dea, Kelly (Delaney m.89); Coleman, McCarthy, Hendrick (m.46, Quinn) Andy Keogh (McClean, m.73); Keane (Cox, min.56) y Sammon. No utilizados: Richard Keogh, ,Meyler, McCarey,

Árbitro: Jair Marrufo. Amonestó a Pedro y Cox.

Goles. 1-0. M. 69. Soldado, de volea con la pierna derecha desde dentro del área. 2-0. M. 88. Mata, tras un buen pase de Cazorla.

Yankee Stadium, 39.368 espectadores.

Lo normal hubiera sido que, llegados al desenlace del partido, España hubiera alcanzado ya una renta más holgada en el marcador, pero resulta que necesitó de una contra culminada por Mata, con Irlanda volcada, para acercar a la realidad el marcador de un duelo ameno y entretenido, bien jugado por España, salvo en esos minutos tontos que le pudieron costar caros.

Los de Del Bosque supieron meterle ritmo al partido desde bien pronto, y Valdés, titula en Nueva York, apenas tuvo que tapar un mano a mano a Sammon en la hora que jugó. En el primer partido que La Roja disputa en un campo de béisbol, y no uno cualquiera, el de los Yankees, España ha sido mejor, salvo en su acierto ante la portería.

Del Bosque se desesperaba llegado el descanso, como si no diera crédito a que después de tan buena primera parte el marcador siguiera con empate a cero. No pudo hacer más ni lo pudo hacer mejor la selección sobre el diamante reconvertido del Bronx. Barrió a Irlanda, pero le faltó meterla, y no será que no lo buscó, y que no se lo mereció. Hasta 22 remates sumó España, pero erró en la suerte definitiva y hasta el palo se alineó en su contra en un remate de Pedro, convertido en una auténtica pesadilla para la zaga irlandesa.

De los nueve internacionales del Barcelona, de entrada Del Bosque mandó al campo a ocho. Solo guardó a Cesc Fábregas. Además de Valdés, usó a Piqué y Alba en defensa, acompañados por Arbeloa y Ramos, en lo que se presupone la defensa titular en la Confederaciones. Xavi, Busquets e Iniesta formaron en la medular –será difícil meter a nadie en esa línea– y en el ataque puso a Villa y a Pedro, a los que se sumó Silva. Jugaron de memoria, bien, rápido, en corto y también con profundidad, por fuera, por dentro, mareando a los irlandeses. España atacó bien y supo tener paciencia y no perder el hilo del partido, ni la pelota. Tampoco la perdió Del Bosque, que mantuvo el plan de mover el banco según lo previsto.

Hasta 22 remates sumó España, pero erró en la suerte definitiva

El equipo no se deshizo, señal de que la idea está clara. Pero siempre, de cabo a rabo, cuando España no se encontró un pie, fue una mano del portero o un montón de irlandeses apelotonados dentro del área lo que imposibilitaba llevar la pelota a la red. Hasta que llegó el remate de volea de Soldado, un golazo que pareció decidir un partido que España ha jugado mil veces y lo ha ganado muchas, casi siempre. Y cuando no pasa, es noticia.

A punto ha estado de saltar la alarma, así que deberá servir de lección, porque no es plan estar pendientes del tino, mejor estar más fino en la ejecución para no pasar tantos agobios si de lo que se trata es de ganar en Brasil y alcanzar el tetracampeonato. No parece que se equivoquen de camino, aunque no estaría de más que para llegar al mismo sitio vayan buscando algún atajo y se ahorren sufrir como lo han hecho en el Bronx, donde al fin La Roja también mandó.

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