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El Levante despide a Ballesteros

El central, de 37 años, tampoco continuará en el club como jugador, aunque la entidad granota le ofrece un cargo técnico

Ballesteros, en el campo del Levante.
Ballesteros, en el campo del Levante.JOSÉ JORDÁN

No le ha temblado el pulso a la dirección del Levante. Mil veces loado, el gran capitán, Sergio Ballesteros (Burjasot, Valencia, 1975), emblema del club y ejemplo para el levantinismo, el jugador más querido de la afición, criado en la casa, no continuará en el equipo la próxima temporada. Así lo ha decidido el club granota, que de esta forma traza un epílogo turbio por la sombra de la sospecha del amaño del encuentro Levante-Deportivo del pasado 13 de abril, que concluyó extrañamente 0- 4 y siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción y por la Liga de Fútbol Profesional. En medio de la sospecha se encontraba Ballesteros, junto a otros futbolistas como Munúa, Juanlu y Juanfran, los cuatro pesos pesados de un vestuario hasta hace poco idílico, clave en los éxitos del Levante en las últimas temporadas. Discutida la profesionalidad de todos ellos por Barkero en el fatídico encuentro.

El defensa se encuentra en medio de la sospecha del amaño del Levante-Deportivo del pasado 13 de abril

Munúa terminó su contrato con el Levante y se comprometió con el Fiorentina. A Juanlu se le comunicó el pasado miércoles que rescindían su contrato, renovado automáticamente al cumplir más de 25 partidos disputados en la temporada. Tras Ballesteros, falta saber qué decisión se tomará respecto a Juanfran, otro de los emblemas del club, el único al que el entrenador Juan Ignacio Martínez mantuvo en la alineación desde el partido del Deportivo y hasta el final. A JIM no se le renovó el contrato a pesar de ser el entrenador más exitoso de los 104 años de historia del club granota.

La purga iniciada con Juanlu ha tenido su continuidad en Ballesteros. Al igual que con el centrocampista malagueño, al capitán se le comunicó oficialmente que “no forma parte del proyecto deportivo para la próxima temporada”. Hasta el pasado 13 de abril, nadie en el Levante cuestionaba la valía de Ballesteros como futbolista. En el Ciutat de València, el central de Burjasot disfrutaba con un ritual: se marchaba el último del terreno de juego para no perderse ni un aplauso. Todo hace indicar que la polémica suscitada ha llevado al despido del capitán. Sin embargo, se le ha ofrecido la posibilidad de pasar a formar parte del organigrama deportivo del club.

El zaguero, que tenía pactada la renovación automática por haber jugado más de 25 partidos, medita sobre su futuro profesional

Ballesteros, que también tenía pactada la renovación automática por haber disputado más de 25 partidos, se ha tomado unos días para digerir su situación y tomar una decisión sobre su futuro profesional. A tres meses de cumplir 38 años, Ballesteros puede concluir de manera oscura una dilatada carrera que comenzó en el Levante 19 años atrás y que continuó en el Tenerife, Rayo, Villarreal, Mallorca. Ahora puede terminar de nuevo en el Levante, en el que ha permanecido las últimas cinco temporadas, las más bellas del club granota.

Afable y buen razonador, a Ballesteros le precede la fama de defensa duro y marrullero. El episodio que amplificó su negra leyenda sucedió dos temporadas atrás en un partido de Copa ante el Madrid, cuando el capitán levantinista se encaró con Mourinho en el túnel de vestuarios del Ciutat de València y le requirió respeto para el Levante. En cambio, para la afición granota siempre será su héroe y quedará en su memoria la carrera de 40 metros que le ganó a Cristiano Ronaldo hace dos cursos. Y que era el que entraba el último en el vestuario para disfrutar de todos los aplausos.

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