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El valor decreciente de un maillot

El joven conquense Jesús Herrada, de 22 años, es el nuevo campeón de España

Carlos Arribas
Jesús Herrada celebra la victoria en la meta de Bembibre.
Jesús Herrada celebra la victoria en la meta de Bembibre. Ana F Barredo (EFE)

Cuando Luis Ocaña, camino de convertirse en el único ciclista en el mundo que se resistiría al apetito pantagruélico de Eddy Merckx, ganó en Mungia (Bizkaia) el Campeonato de España de 1968, voló con el maillot rojo-amarillo-rojo al lecho en el que agonizaba su padre, leñador exiliado en Francia, quien se emocionó y lloró por lo que simbolizaba la victoria (su hijo, un hijo del hambre y de la miseria del franquismo, regresaba a su país para ganar) y maldijo por que no fuera la bandera republicana la que luciera su hijo el año siguiente.

Era entonces tan importante ser campeón de su país que ninguno de los grandes dejaba de luchar por conseguirlo (aunque era obligatorio participar); y era tan sagrado el maillot de campeón nacional, y no solo en España, que la Unión Ciclista Internacional (UCI) prohibía mancharlo con publicidad (y aquel equipo que ponía su nombre comercial sobre los colores debía pagar una multa diaria).

Este domingo, en Bembibre (León), 45 años después de que Ocaña ganara su primer maillot nacional (ganaría también el de 1972), se proclamó campeón de España Jesús Herrada, otro ciclista conquense, joven también (22 años), y muy fuerte, aunque no de Priego sino de Mota del Cuervo. Campeón nacional júnior dos veces y también sub-23, Herrada es un ciclista de esos que permiten pensar que puede haber un futuro diferente del de las últimas épocas. Más rodador que escalador, buen contrarrelojista y mejor para pruebas de un día o una semana que para grandes rondas. Segundo quedó otro joven, el guipuzcoano Ion Izagirre (Euskaltel).

“Un buen campeón”, le definió su director, Eusebio Unzue, cuya mayor preocupación en estos tránsitos, no tan extraños para su equipo, que ha ganado los tres últimos Nacionales, no es tanto dónde poner la publicidad de Movistar para que no moleste a la bandera de España inscrita en el maillot, sino dónde colocar los colores españoles para que no molesten al azul corporativo del patrocinador que los alimenta.

Fue justamente Alejandro Valverde, el líder del Movistar que disputará el Tour a partir del sábado (y en el que no estará el nuevo campeón de España), el único de los cracks españoles que compitió en Bembibre. Lo hizo, sin embargo, después de prometer que no intentaría ganar para no manchar su maillot. Pero ni Samuel Sánchez, que no correrá el Tour, ni Alberto Contador ni Purito Rodríguez siquiera corrieron, alegando, como los últimos años, que se perturbaría su preparación para el Tour (y la de sus acólitos Losada, Moreno, Noval y Hernández, que tampoco corrieron). Valverde (2008) y Purito (2007), al menos, han sido campeones de España.

En Francia se impuso Arthur Vichot (FDJ), en Alemania, André Greipel (Lotto); en Holanda, Johnny Hoogerland (Vacansoleil); en Italia (sin Nibali), Ivan Santaromita (BMC); Mark Cavendish (Omega), en Reino Unido, donde no corrieron ni Froome ni Wiggins, y Stijn Devolder (RadioShack), en Bélgica.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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