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Carlos Sainz Jr. se estrenará en Red Bull

El joven piloto madrileño probará por primera vez un monoplaza de F-1 el mes que viene en Silverstone

O. PUIGDEMONT
Carlos Sainz júnior.
Carlos Sainz júnior.

Una refulgente sonrisa debajo del típico gorro alpino delataba ayer a Carlos Sainz Júnior, Carlitos, hijo del bicampeón del mundo de rallies (1990 y 1992), a su llegada al circuito de Silverstone, donde este fin de semana participa en el campeonato de GP3. El español acababa de saber que uno de sus sueños se cumplirá el próximo viernes 19 de julio, en este mismo escenario, su trazado preferido, donde en 2010 logró su primera pole y ganó su primera carrera de monoplazas: aquí debutará en un monoplaza de F-1. A sus 18 años y tras ganar distintos campeonatos de karting, nacionales e internacionales, y proclamarse campeón de la Fórmula Renault 2.0 (2011), el madrileño es, junto al catalán Dani Juncadella, el español mejor posicionado para hacerse con un asiento en la F-1 en un futuro no demasiado lejano. Incluso Fernando Alonso ha reconocido en más de una ocasión que ve en él a un posible sucesor.

Helmut Marko, impulsor y máximo responsable del Red Bull Júnior Team, el programa de jóvenes pilotos que dirige su carrera desde hace tres años, le citó en el circuito. “Me ha dicho que acababan de confirmar mi presencia en los entrenamientos aquí, el mes que viene”, desveló Sainz. Será la primera vez que se suba a un bólido de F-1 y lo hará en el RB9, el monoplaza de Vettel.

El portugués Félix Da Costa, 21 años, otro de los miembros del Júnior Team y que actualmente corre en World Series, se pondrá al volante del coche los días 17 y 18, mientras que Sainz lo hará la última jornada. Hasta entonces le toca intensificar su entrenamiento para minimizar los estragos que estos prototipos provocan en el cuerpo de un debutante. “Me han dicho que me prepare. El primer día terminaré con el cuello hecho polvo, porque, además, es la pista más física de todas”, comentaba el chaval, justo después de llamar a casa para dar el bombazo. Lógicamente habló con su padre, que trata de tutelarle sin presionar más de la cuenta. “No me lo creo”, añadió, “voy a desvirgarme en la F-1 con un Red Bull”.

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