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“Esto es inaceptable”

Los problemas con las ruedas provocan un clamor contra Pirelli, que asegura no haber modificado los compuestos “No puede volver a pasar, es peligroso”, resume Massa

O. PUIGDEMONT
Sebastian Vettel, de pie junto a su coche tras tener que abandonar la carrera por un fallo mecánico
Sebastian Vettel, de pie junto a su coche tras tener que abandonar la carrera por un fallo mecánicomark thompson (GETTY)

Todo aquel patrocinador vinculado a la F-1 persigue principalmente un objetivo: que hablen de él. En este sentido, no cabe duda de que Pirelli preferiría pasar mucho más desapercibida de lo que lo hace en este arranque de campeonato. El suministrador de neumáticos no ha dejado de estar en la picota desde que reapareció en el certamen hace tres años, pero las críticas se han multiplicado exponencialmente en este 2013. Hasta ahora, la mayoría de las quejas giraban alrededor de la incidencia de los nuevos compuestos en los distintos monoplazas, siempre según cada cual, pero lo visto en Silverstone lleva la cuestión a un terreno mucho más delicado. Los cuatro reventones que se produjeron, de forma prácticamente calcada, requieren un análisis minucioso por parte de la compañía italiana, que sin embargo se limitaba a decir que no sabía qué había pasado y que era necesario dejar que los técnicos analizaran los datos obtenidos para tratar de esclarecer los hechos. Mucho menos pacientes fueron Lewis Hamilton, Felipe Massa, Jean-Eric Vergne y Checho Pérez, los cuatro pilotos que vieron cómo, en plena faena, el compuesto trasero izquierdo de sus bólidos se desintegraba.

Las escuderías trataron de alejar la trazada de sus pilotos de los pianos

El perfil de la pista británica la convierte en un potro de tortura para los neumáticos del lado izquierdo de los coches, debido a que la mayor parte de las curvas son de alta velocidad, y a la derecha. El primer reventón de Hamilton se produjo en la quinta vuelta y levantó algunas suspicacias, pero el segundo, de Felipe Massa, solo dos giros después, ya hizo que saltaran todas las alarmas. Las primeras deducciones llevaron a los equipos a tratar de alejar la trazada de sus pilotos de los pianos, para evitar en la medida de lo posible que algún elemento afilado del cemento rojiblanco perforara el caucho. Aunque pudiera haberlo, parece evidente que Pirelli deberá dar una respuesta, más que nada porque su proceder hasta ahora deja algunas incógnitas abiertas.

La raíz del embrollo es profunda y su origen hay que buscarlo a finales del año pasado, cuando la marca reconoció que con vistas al nuevo Mundial había diseñado unas especificaciones más agresivas. Su objetico era aumentar el abanico de posibles estrategias de unos y otros y, así, generar más alternativas. Se varió la construcción y en la carcasa interior se introdujo el acero en sustitución del Kevlar, circunstancia que derivó en una mayor sensibilidad de la superficie a los cambios de temperatura, y a una mayor deformación de los flancos. Esa ensalada de consecuencias afectó a cada uno de distinta forma, y mientras Red Bull cargó contra Pirelli argumentando que por culpa de la extrema degradación no podía sacarle todo el partido al mejor coche de la parrilla, Lotus y Ferrari se mostraron encantados con los nuevos modelos, que encajaron perfectamente en sus prototipos.

Lo que ha sucedido no estaba previsto, pero esto que hemos visto es nuevo" Paul Hembery, responsable de Pirelli

Amparándose en los episodios de delaminación —la banda de rodadura se desprende violentamente del resto— que habían sufrido Massa y Hamilton, en Bahréin, y Sutil, en Montmeló, Red Bull y Mercedes, que pasaba por unos apuros similares, presionaron para que la multinacional de Milán moviera ficha, algo que teóricamente no ha ocurrido. Sin embargo, y a pesar de que Pirelli aseguró que hasta la fecha no había metido mano a las unidades que sirvió a los equipos este fin de semana, varias estructuras sospechan lo contrario.

“Obviamente, lo que ha sucedido no estaba previsto, pero esto que hemos visto es nuevo. Cuando tengamos alguna información clara, la daremos”, se limitó a decir Paul Hembery, responsable del suministrador. “La falta de seguridad es el mayor problema. Es sencillamente inaceptable porque alguien podría haber sufrido un accidente”, arremetió Hamilton, uno de los encargados de rodar en Montmeló, después del GP de España (12 de mayo), en unos ensayos secretos que alborotaron el gallinero. “Hicimos ese ensayo para que lo arreglaran y todo sigue igual. Solo harán algo cuando alguien se haga daño”, zanjó el británico. Su sucesor en McLaren fue otra de las víctimas en Silverstone. “Es inadmisible. Si me hubiera pasado a 250 por hora habría sido una desgracia”, dijo Checo Pérez. “No puede volver a pasar. Ha sido peligroso para mí y para el resto”, cerró Felipe Massa.

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