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DESDE MI SILLÓN
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Justicia deportiva

Bakelants celebra su triunfo de etapa.
Bakelants celebra su triunfo de etapa.p. guyot (AFP)

Hacía mucho tiempo que no me emocionaba de esta manera al ver la victoria de un corredor desconocido. Porque no tengo el gusto de conocer a Bakelants, el sorprendente ganador de la etapa de ayer y nuevo maillot amarillo de la clasificación general del Tour 2013, y sí que conozco a unos cuantos de sus cinco acompañantes en esa fuga final que previsiblemente se iba a jugar la victoria de etapa con final en Ajaccio. Pero me alegré por él como si fuese uno de mis amigos. Sin ir más lejos allí estaba mi amigo Flecha, hiperactivo como siempre y poco afortunado en la resolución final, también como siempre por mucho que me pese.

Pero lo que ocurrió fue que cuando el pelotón superó la última dificultad, ese duro repecho de un kilómetro en las calles de Ajaccio en el que atacaron Gautier y Flecha, y en el que de una manera totalmente sorprendente, también se movió uno de los favoritos —lo que ya de por sí es noticia, pero más aún si resulta que hablamos de Froome y del Sky—, hubo una cuadrilla de corredores que supieron interpretar perfectamente la situación de carrera.

Corredores fuertes y valientes, unos más veteranos que otros, también es cierto, pero todos con oficio. Y allí es donde estaba Bakelants. Sabían que por detrás era difícil que fuese un equipo quien tomase toda la responsabilidad. Por una parte el líder venía descolgado a muchos minutos, un equipo menos para trabajar; por otra el favorito, Sagan, tampoco tenía muchos compañeros para hacer el trabajo sucio, y a estas alturas de carrera nadie quiere gastar demasiadas balas. Y otro de los posibles favoritos era Benatti, del Saxo Bank, o también podía serlo Boasson Hagen, del Sky, pero igualmente, ningún equipo quiere asumir la jerarquía del grupo por miedo a que ese rol se cronifique para los días siguientes.

Vi que los escapados vacilaban, así que di un relevo duro para continuar. Me dije: ‘Ahora o nunca” Bakelants

El primero en arrancar fue sido Chavanel, y cuando un corredor así se mueve, los que saltan son otros corredores del mismo calibre que él. Allí estaban Gorka Izaguirre y Flecha, vivos corriendo ambos dos, conformando un grupo de seis unidades. La diferencia con el grupo, nunca excesiva, parecía indicar que la victoria se la jugarían entre ellos, pero ya dentro de los dos últimos kilómetros de la jornada comenzó el “juego del racaneo” entre ellos, en previsión de un hipotético sprint de ese reducido grupo al frente.

Y en ese momento uno de ellos, Bakelants, uno de los que seguía “poniendo toda la carne en el asador” sin preocuparse de entrar en ese juego, cogió un par de metros de ventaja de manera involuntaria mientras uno de sus compañeros de fuga se preocupaba más de mirar hacia atrás que hacia adelante. Bakelants miró atrás, vio los dos o tres metros de ventaja, y se dijo: “Yo sigo adelante”. Lo hizo una segunda vez 100 metros después, y entonces se dio cuenta de que se acababa de marchar en solitario hacia la victoria.

“Es el día más feliz de mi vida como ciclista”, dijo luego; “hace un mes, el equipo no me quería traer al Tour, pero me gané el puesto en el Tour de Luxemburgo y en el campeonato belga”, añadió. Bakelants, un corredor de reconocida calidad que aún no había conseguido estrenar su palmarés como ciclista profesional, comentó emocionado: “Vi que los escapados vacilaban, así que di un relevo duro para continuar. Me dije: ‘Ahora o nunca”.

Y tocó ahora, me alegro por ello. Aunque la emoción estuvo en vilo hasta el último metro de la segunda etapa, pues por unos instantes parecía que lo que tocaría sería el nunca. Me alegro por él porque además se llevó un premio muy goloso, y me alegro también porque se hizo justicia deportiva. De cronificarse algo más en este Tour, ya podía ser esto.

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