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Al pie del terrible Pailhères empieza todo

Sagan gana al sprint en Albi, antes de que los Pirineos comiencen a decidir el rumbo que toma la carrera

Carlos Arribas
Peter Sagan celebra su victoria.
Peter Sagan celebra su victoria. PASCAL GUYOT (afp)

Llegados al pie de los Pirineos, y del terrible Pailhères que domina desde sus 2.000 metros las tierras del Ariège y los valles arrasados por riadas sin fin la primavera lluviosa, el qué hacer en el Tour toma aires de duda filosófica, de una pregunta cuya respuesta se convierte casi en una declaración moral. Como si ser defensor de la defensa y la espera fuera perseguible como lo es la avaricia; como si el derroche de energías en ataques hermosos fuera encomiable como lo es la generosidad; como si el miedo fuera pecado; como si para redimirse solo sirviera el ataque a la desesperada y a toda costa.

Clasificación de etapa y general

-Etapa:

1. Peter Sagan (Cannondale) 4h 54m 12s.

2. John Degenkolb (Argos-Shimano) m.t.

3. Daniele Bennati (Saxo-Tinkoff) m.t.

4. Davide Cimolai (Lampre-Merida) m.t.

5. Edvald Boasson Hagen (Sky) m.t.

6. Francesco Gavazzi (Astana) m.t.

7. Tony Gallopin (RadioShack Leopard) m.t.

8. Arthur Vichot (FDJ) m.t.

9. Manuele Mori (Lampre-Merida) m.t.

10. Sylvain Chavanel (Omega Pharma) m.t.

13. Juan Antonio Flecha (Spain / Vacansoleil) m.t.

- General:

1. Daryl Impey (Orica-GreenEdge 27h12m 29s

2. Edvald Boasson Hagen (Sky) a 3s

3. Simon Gerrans (Orica-GreenEdge) a 5s

4. Michael Albasini (Orica-GreenEdge) m.t.

5. Michal Kwiatkowski (Omega Pharma) a 6s

6. Sylvain Chavanel (Omega Pharma) m.t.

7. Christopher Froome (Sky) a 8s

8. Richie Porte (Sky) m.t.

9. Nicolas Roche (Saxo-Tinkoff) a 14s

10. Roman Kreuziger (Saxo-Tinkoff) m.t.

11. Alberto Contador (Spain / Saxo - Tinkoff) m.t.

Como si las certidumbres que tan claras brillaban al sol de Córcega se hubieran difuminado en el calor húmedo pegajoso del continente y se hubiera revelado una nueva realidad de la misma manera en que con el calor el asfalto remonta por encima de la gravilla y convierte las carreteras en pistas deslizantes que solo toneladas de agua pueden enfriar, así ya no se aprecia tan clara la superioridad de Froome, al que alguien ha visto nervioso, y sus Sky, mucho menos brillantes aparentemente y compactos que en el año del liderazgo de Wiggins y sus patillas a las que rendía reverencia el irreverente Froome incluso. En el arco mediterráneo tras la contrarreloj de Niza la carrera ha corrido sin fugas y siquiera sin un equipo dominante, más hijo su desarrollo de un convenio colectivo alcanzado entre todos los grandes equipos bajo el lema ‘no nos haremos daño hasta los Pirineos’ que de la lógica dialéctica de fuerzas y debilidades.

Así, el reparto de papeles aplicado en las semanas de acercamiento –un corredor de referencia, varios provocadores, algunos atentistas-chuparruedas y también contraatacantes—no vale para nada. Y los nuevos roles están guardados bajo juramento en los cofres de los directores y corredores. “El escenario es magnífico, Pailhères y Ax, los Pirineos, la primera etapa de montaña, a veces decisiva, todo lo que se quiera…”, dice Philippe Mauduit, el joven francés trotamundos –China y Japón en su currículo- que tras dirigir a Sastre en el Cervélo se ocupa de Contador en el Saxo. “Pero yo dejo que los corredores sean los actores, los que declamen su papel”. Su evasiva a la hora de declarar sus intenciones para con Contador no le impide sin embargo aceptar como posible y hasta deseable una ofensiva combinada de los rivales escaladores de Froome en Pailhères para dejar al inglés keniano aislado en la subida final a Ax, donde entonces sería un uno contra uno.

Contador bebe durante la etapa.
Contador bebe durante la etapa.JOEL SAGET (AFP)

“Sería como en la Vuelta, no me parece descabellado ese guion”, admite Nicolas Portal, el joven director francés de Froome, que corrió con Valverde en el Movistar y diseñaba calzoncillos antes de que una afección cardiaca derivara su vida y su carrera hacia el Sky, donde ya es el primer director, y los ciclistas compañeros le adoran. “Todos los rivales de Froome son puncheurs, atacantes, con chispa, serán los de la Vuelta, Contador, Valverde, Purito…, y de hecho hemos preparado el Tour desde nuestra experiencia en la Vuelta, en la que, de todas maneras, Froome no estaba en forma. Pero Froome no es Wiggins, es escalador, por lo que no puede hacer el Sky como hacía con Wiggins”. “Pero”, añade, “como en el ajedrez la táctica se decide también según los movimientos del rival”. Y Froome le recuerda: “La táctica no la decide la cabeza, sino las piernas”.

Mientras Purito no tiene secretos que guardar –“solo sé correr de una forma, atacando en los últimos metros de los puertos para ganar la etapa y cosechar segundos, que aquí serían menos porque no hay bonificaciones”, dice el catalán--, Arrieta, el joven director de Valverde en el Movistar, prefiere el misterio. “Pailhères [15,3 kilómetros al 8%] no solo es el primer gran puerto del Tour, sino el puerto más duro de los Pirineos, y no solo por su longitud y pendiente, sino por el calor asfixiante húmedo de los últimos kilómetros, una especie de horno-sauna”, dice Arrieta. “Así que depende de cómo entren los chicos, Valverde, Costa, Nairo, Amador… para dibujar la táctica”.

Es el puerto pirenaico más duro, por su longitud y pendiente, y por el calor húmedo

Habla de Nairo Quintana Arrieta y recuerda que es el único que fue capaz en la pasada Dauphiné de romper el ritmo de los Sky, lo que le da un gran valor estratégico. Sin embargo, su rendimiento tras una primera semana de aprendizaje acelerado y doloroso del Tour, será una incógnita. Este viernes, el joven colombiano sufrió otra caída y se golpeó la rodilla sana, la derecha, empate. El dolor no le impidió resistir sudoroso el magnífico derroche de los Canondale, que reventaron a los heridos, débiles, setos y esprínters en un segunda a 120 kilómetros de la meta y no dejaron parar la etapa hasta la llegada, en la que Sagan embistiendo como un toro coronó su trabajo de eliminación con la victoria. “Al equipo de Cavendish le elogian por lanzarle sprints de 1.000 metros, a mí me han lanzado uno de 120”, dijo Sagan, de verde siempre, como de amarillo sigue un día el sudafricano blanco Impey, que se entrena con antílopes y recuerda a Mandela todos los días.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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