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Tiger sale de caza

El inglés Westwood defiende dos golpes de ventaja ante Woods tras un ‘sálvese quien pueda’ que destrona a Jiménez

Juan Morenilla
Tiger saca la bola del búnker en el hoyo 15.
Tiger saca la bola del búnker en el hoyo 15.Matthew Lewis (GETTY)

Suerte para Lee Westwood que tiene esas espaldas tan anchas, herencia de sus años adolescentes como jugador de rugby. Porque le viene encima de todo: la presión de defender hoy el liderato del Open Británico y convertirse en el primer vencedor inglés desde Nick Faldo en 1992, también en Muirfield; el peso de conquistar su primer grande a los 40 años después de ser ya el golfista con más participaciones en un major (61) sin conseguir la victoria, por delante de Sergio García (59); la obligación moral de sumarse a esa oleada de éxitos británicos recientes, como si fuera una gran resaca olímpica: el Wimbledon de Andy Murray, el US Open de Justin Rose, el Tour de Froome y... ¿el Open de Westwood?; y por si fuera poco, la agonía de sentir en el cogote el aliento jadeante de Tiger Woods, segundo a dos golpes de la cabeza, igual que Hunter Mahan. Porque El Tigre ha cogido cuchillo y tenedor y le rugen las tripas. “Ya he estado en esta posición antes en los últimos cinco años [los que lleva sin celebrar un grande]; ya he estado en la caza, y ahora lo estoy de nuevo. Tengo 14 de estos [majors],y sé lo que hace falta para ganar”, avisa.

El Wimbledon de Murray, el US Open de Justin Rose, el Tour de Froome... ¿y el British de Westwood?

A lo que responde el inglés en ese otro partido que se juega fuera del campo. “Aunque yo nunca he ganado un grande, también sé lo que se necesita. Se trata de salir ahí fuera y tener confianza en tu juego, y yo la tengo. La presión me la pongo yo mismo. No vivo de acuerdo con lo que piensan los demás. Tengo mis propias ideas, mis propios sueños y mis propios planes”.

Es todo o nada para Westwood, la gloria o la deshonra. Y todo o nada para Tiger, que ya no se aguanta más las ganas de conquistar otro título del Grand Slam. Cada uno que pasa de largo es una herida en su orgullo, y ya son muchas. “Estoy contento de dónde estoy en la clasificación. Solo hay uno por delante de mí. Y estoy jugando bien, sólido. Veremos qué pasa”, aclara Woods, que debe demostrar si en su interior es todavía el devorador que fue. Aunque esta vez encara una situación desconocida: ninguno de sus 14 grandes anteriores los ganó sin salir como líder (o empatado en el liderato) en la última jornada. Ahora debe remontar.

Westwood, sobre el green.
Westwood, sobre el green.Andrew Redington (Getty Images)

Para Westwood, el chico de casa, es la hora. Ha sido décimo, cuarto, tercero y segundo, en este orden, ya en el Open, y colecciona 15 clasificaciones entre los 10 primeros en un grande sin haber catado nunca uno, una cifra de accésits que solo supera Sergio García: 18. Para acabar con la maldición, el inglés ha limado el juego corto en Florida y atendido los consejos de swing de Sean Foley, técnico precisamente de Tiger. Y dice que las 40 velas que sopló en abril le han hecho pensar la vida de otro modo. Si vence se unirá al grupo de 10 cuarentones ganadores de grandes: Harry Vardon, Julius Boros, Ben Hogan, Roberto di Vicenzo, Gary Player, Jack Nicklaus, Ray Floyd, Hale Irwin, Darren Clarke y Ernie Els.

Solo Westwood, Mahan y Woods resisten en Muirfield bajo el par del campo después de un sálvase quien pueda que se tragó el liderato de Miguel Ángel Jiménez, ahora a seis golpes de la cabeza. Únicamente nueve golfistas bajaron del par ayer, entre ellos Sergio García, que, liberado de la presión de estar en la pomada, firmó con -3 la mejor tarjeta de la jornada. “El que termine bajo el par del campo ganará el torneo”, vaticina El Pisha, hombre sabio. Los greens duros, el viento y el tiempo seco han hecho de Muirfield un enemigo temible.

El come on Lee! resonó ayer en el campo tanto como el go Tiger! Hoy Woods pone a prueba su fama de gran rematador. No suele dejar la presa viva cuando está entre sus garras. Westwood es la gacela que lucha por escapar y correr libre hacia su primer grande. La gente le anima: “¡Este grande es tuyo!”. Y mientras Tiger se aísla de todo como un autómata, él se deja empapar por la atmósfera de Muirfield. Inglaterra está esperándole.

Clasificación tras la tercera jornada: 1. L. Westwood (Ing.), 210 golpes, tres bajo par. 2. H. Mahan (EEUU) y T. Woods (EEUU), 212. 4. A. Scott (Aus.), 213. 5. R. Moore (EEUU), Á. Cabrera (Arg), Z. Johnson (EEUU) y H. Stenson (Sue), 214. 9. P. Mickelson (EEUU) y F. Molinari (Ita), 215. 11. S. García, M. Á. Jiménez, 216. 18. R. Cabrera-Bello, 217. 46. E. de la Riva, 221. 51. G. Fernández-Castaño, 222.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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