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Antoni Ramallets, el portero sin guantes que saltaba como un gato

Símbolo del Barcelona de las Cinco Copas, destacó con la selección en el Mundial de Brasil en 1950

Ramallets hace una parada ante Brasil en Maracaná 1950. España perdió por 6- 1.
Ramallets hace una parada ante Brasil en Maracaná 1950. España perdió por 6- 1.DIARIO AS

Fue el primer gran arquero tras la retirada de Zamora. Creció escuchando la Oda a Platko, el célebre poema que el gaditano Rafael Albertí le dedicara al portero húngaro. Llegó a la portería del Barça por accidente. Soportó y ganó el juicio sumarísimo de la exigente grada azulgrana, expecialmente puntillosa con los porteros, algo que solo lograron superar grandes como Zubizarreta o Valdés.

Antoni Ramallets i Simón (Barcelona, 1924) falleció a la edad de 89 años. Comenzó a defender la portería del Barça cuando todavía no se usaban guantes. Solo se mojaba un poco las manos para que luego le quedaran húmedas y atrapar así mejor el balón. Asumía la responsabilidad y destacaba por su velocidad y por sus reflejos. Un problema en la retina de Juan Velasco, el titular, le dio a Ramallets la oportunidad que esperaba.

Gracias a su regularidad, se convirtió en un mito azulgrana

Desde la portería de un club acostumbrado a entregarse a los delanteros construyó, a base de buenas actuaciones y sobre todo de regularidad, el mito que es hoy. Fueron 573 los partidos que disputó, seis Ligas las que ganó y formó parte del Barça de Las Cinco Copas durante sus 15 años en el club (1947-1962).

Un año como responsable del arco del Barça le bastó para convencer al seleccionador español, Guillermo Eizaguirre, para incluirlo en el equipo que disputó el Mundial de Brasil en 1950. Sus tres formidables actuaciones en la primera fase del Campeonato le valieron el mote de El Gato de Maracaná o el Guapo Goleiro y se le comparó con El Divino Ricardo Zamora. “Hoy en el primer tiempo ha estado colosal. Me ha hecho pensar que había resucitado Zamora, a los 30 años justos de la gesta de Amberes”, destacó una crónica de la época.

Ramallets, durante un entrenamiento
Ramallets, durante un entrenamiento

Pero no todo fue positivo en la trayectoria de este portero del barrio de Gràcia. Quedó marcado por la infausta derrota en Berna, en 1961. En aquella final de la Copa de Europa, el Barça se enfrentó al Benfica. Perdió el equipo azulgrana por 3-2. La desdicha cayó sobre Ramallets, que en una acción desgraciada transformó en autogol un simple balón que tenía forma de centro. Un desvío en un compañero y el sol de aquella tarde le jugaron la mala pasada de su carrera. Al año siguiente alternó la titularidad y terminó por retirarse.

Durante 15 años recibió dos premios Zamora, los que se concenden al portero menos goleado de la Liga. Hubieran sido cinco los galardones de no ser porque el galardón se instituyó en la temporada 1958-1959. Fue homenajeado por el Camp Nou en su último partido. Ese día el Barça le ganó al Hamburgo por 5-1 y Ramallets fue, otra vez, el guardameta sin guantes.

En su juventud militó en el Racing de Guinardó. Hizo su debut en Primera División en el C.E. Europa. Antes de llegar a Les Corts en 1947 pasó por el Mallorca y el Valladolid, equipo al que también entrenó.

Ramallets compatibilizó su trayectoria como portero del Barcelona con la de actor en algunas películas como Once pares de botas y Los ases buscan la Paz. Cuando Víctor Valdés consiguió su quinto premio Zamora, Ramallets, junto a otro destacado portero blaugrana, Salvador Sadurní, visitaron al de L’Hospitalet para felicitarle. En los registros de los fotógrafos de aquel encuentro se comprueba una complicidad especial entre los guardametas. Sonrisas y miradas entre quienes conocen lo difícil y tortuoso que tiene el puesto en un equipo como el Barcelona. “Nos dio la razón a los que creíamos en él”, expresó Antoni. “Él y Ramallets son los mejores de la historia del club”, agregó Sadurní.

El portero actual del Barcelona, Víctor Valdés, junto a Antoni Ramallets.
El portero actual del Barcelona, Víctor Valdés, junto a Antoni Ramallets.PERFIL DE FACEBOOK DE V. VALDÉS

Ramallets y Valdés, el primer gran arquero y el último. El de las grandes campañas y el de las grandes finales. Pasaron 55 años entre uno y otro. Valdés, tras enterarse de la muerte de Ramallets, expresó su dolor con un mensaje a través de las redes sociales: “Acompaño en el sentimiento a toda la familia de mi buen amigo Antonio Ramallets. Para siempre en mi corazón. Descansa en paz, Portero”.

Andoni Zubizarreta, exportero y director deportivo del Barcelona, expresó su pesar. “Se va un referente histórico del fútbol y de la portería. Los que le hemos conocido sabíamos que era un hombre cariñoso”. Sandro Rosell, el presidente del club, resumió: “Hoy es un día muy triste para todo el barcelonismo. Nos ha dejado un mito. Su figura ha sido admirada por generaciones de culés y ha sido siempre un referente para nuestros jugadores”.

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