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FÚTBOL | RACING
Columna
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Pobre Racing

Policías intervienen en una junta el pasado mes de diciembre.
Policías intervienen en una junta el pasado mes de diciembre.EFE

Querido Racing, ¿qué te están haciendo? La inmensa mayoría del pueblo cántabro asiste una vez más impotente al nuevo maltrato de su institución más querida. Su nombre vuelve a las portadas acusado como un vil criminal. Ciertos o no los cargos, haya condena o no, ya no podemos evitar quedar manchados de nuevo, esta vez por tramposos. Un viejecito de 100 años que debería conmover no provoca ahora nada más que rechazo. Es triste, pero es así. No nos queda otra que llorar en silencio como esa madre a la que le dicen que su hijo ha matado a alguien. La reacción inmediata es negarlo, pero en nuestro caso ya no hay sorpresas inesperadas.

Este nuevo delito, para nosotros, ya no es portada. Es uno más. Así vivimos desde hace años. Esperando noticias de este calibre. Muchos creen que lo mejor es que se muera, no hacerle sufrir más y esperar que el olvido borre la vergüenza. Otros, como yo, que debemos tratar de salvarle a toda costa, pedir disculpas, apechugar con las penas que nos impongan por el mal causado y recuperar el camino que tantas veces nos hizo sentir orgullosos.

Muchos creen que lo mejor es que el club muera, no hacerle sufrir y esperar que el olvido borre la vergüenza

Confío que esta sea la última. Abrimos la puerta a iluminados y pendencieros sin escrúpulos, se les regaló decenas de millones que malgastaron con un descaro indignante, ni se les controló ni se les echó cuando fue posible y han mancillado repetidamente el nombre del Racing y de toda Cantabria para sonrojo de todos. Esto no puede continuar así. Por una vez deberíamos quitarnos la careta sin ambigüedades, olvidarnos de los intereses individuales de cada uno y pensar de verdad en el Racing.

Y decirle a toda España que este Racing no es lo que están viendo. Que sentimos de verdad el perjuicio que estamos causando al fútbol. Que los que han secuestrado nuestro club no nos representan y que traten de vernos como un club noble, respetuoso y amante de este deporte como siempre lo fue. Y que ante semejantes ignominias que nos han tocado padecer no cerraremos los ojos y seguiremos adelante para que este anciano Racing no vuelva a caer en manos de indeseables.

(Quique Setién fue jugador del Racing 12 temporadas, entre 1977 a 1985 y de 1992 a 1996, y técnico en la campaña 2001-2002).

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