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82 temporadas de récords

Los protagonistas explican los principales registros de la historia de la Liga

Zarra, en un partido con el Athletic.
Zarra, en un partido con el Athletic.

El abuelo de la Liga, el inglés Harry Lowe, jugó en la Real Sociedad con 48 años y 226 días, en un día de 1935 en el que, siendo a su vez entrenador realista, su equipo lo necesitaba en el campo de Mestalla. El más joven, Francisco Bao Rodríguez, Sansón, actuó en el Celta con 15 años y 255 días en 1939, según los registros de la página de estadísticas BDFútbol.

Entre los cientos de futbolistas de todos estos años, Zarra sigue siendo el más prolífico ante el gol; Messi el más implacable en una campaña (50 tantos en 2012); y Zubizarreta quien más tiempo ha pasado en un campo de fútbol (55.746 minutos, 929 horas, 39 días bajo palos). Antes de anunciar su retirada, Albelda se sorprendió de entrar en estas páginas como el más amonestado de la Liga. Superó a Hierro, otro clásico. Acompañantes ambos de quienes más vieron la puerta de salida, la tarjeta roja, Xavi Aguado y Pablo Alfaro, dos viejos amigos y compañeros en el Zaragoza.

Ahora en el Granada, el nómada Aranda ha frecuentado más clubes que nadie (nueve). Mientras Guti se ha sentido un incomprendido, condenado a salir del banquillo en 159 ocasiones. Entre los técnicos, Luis Aragonés y Jabo Irureta se llevan la palma (757 y 614 partidos dirigidos, respectivamente), ambos jubilados de momento, muy lejos del noveno y primero en activo, Joaquín Caparrós (434), actual responsable del vestuario del Levante. Personalidades fuertes como la del árbitro Iturralde González, a la cabeza de las tarjetas amarillas mostradas y de los encuentros dirigidos. En la víspera de comenzar la 83ª edición, estas son sus reflexiones.

» Zarra: “Yo era miedoso”. Telmo Zarraonaindia, Zarra, (Erandio, 1921-Bilbao, 2006) pasó de ser un regateador miedoso a un rematador visceral, sobre todo de cabeza, aprovechando los centros de Iriondo, Panizo y Gainza. “En aquella época, si querías regatear en el área, te mataban”, confesó en una entrevista en este periódico en 1997. Séptimo de siete hermanos, su padre se opuso sin éxito a la afición futbolística de sus hijos. Telmo es el máximo goleador de la Liga (251 goles) y de la Copa (81), seis veces Pichichi del campeonato (1945, 1946, 1947, 1950, 1951 y 1953). “Siempre he sido muy vergonzoso y cohibido. Hasta jugando. En Asún me llamaban Telmito, el miedoso. Fui muy precavido. Si el defensa era muy duro y yo iba en desventaja, trataba de no llegar al balón”, explicó Zarra, 20 goles en 20 internacionalidades con España, el más famoso el anotado a Inglaterra en el Mundial de Brasil 1950.

Zubizarreta
Zubizarretatony marshall

» Andoni Zubizarreta: “Empecé muy pronto para un portero”. (Aretxabaleta, 1961; 622 partidos en Primera, todos de titular): “Me retiré a los 36, ahora todos se retiran a los 40, pero empecé muy pronto para un portero, a los 20. Eso unido a que los porteros se cambiaban poco entonces y a que tuve pocas lesiones (solo alguna al final en el Valencia)... Otra cosa es la calidad del producto… Recuerdo el debú: ante el Atlético en el Calderón, un sábado televisado, perdimos 2-0, goles de Marcos y Ruiz, salí mal en un córner, pero no sé quién de los dos marcó primero, yo estaba haciendo la mili en Bilbao, de maniobras hasta el jueves. ¿El último? Contra el Tenerife con el Valencia, no nos jugábamos nada. Leí un escrito de despedida. Tras los dos primeros años en el Valencia, tuve una posibilidad de ir al Chelsea, lo había hablado con Paco Roig [entonces presidente del Valencia], pero quedamos segundos con Luis Aragonés de entrenador y seguí dos años más en Mestalla. Fue una etapa fantástica. El recuerdo más bonito de mi carrera fue el partido en Las Palmas que ganamos la Liga con el Athletic 25 años después. Un 1-5”.

» Paco Buyo: “Super Paco me enseñó a jugar con los pies”. (Betanzos, 1958; cuarto jugador con más partidos en Primera): “Debuté con el Sevilla en La Romareda ante el Zaragoza. Tenía 19 años. El primer portero con el que tuve que competir fue Super Paco, una institución en el Sevilla. Tenía unas manos prodigiosas y me enseñó a jugar con los pies. Con él me di cuenta de que para el fútbol moderno era necesario algo más que parar bajo palos. Leo Beenhakker, en el Madrid, me pedía que jugara fuera del área. Allí competí con Lopetegui, Ochotorena , Agustín, Jaro… Uno de los partidos que más recuerdo fue en Valladolid con el Sevilla: hice muchas paradas complicadas. Zorrilla coreó mi nombre y eso se te queda para siempre”.

» Carlos Aranda: "No he parado, de un lugar a otro". Carlos Aranda (Málaga, 1980, el jugador con más equipos en Primera). “Un día vinieron Paco de Gracia y Del Bosque a verme jugar en el equipo de mi barrio en Málaga y desde entonces no he parado, de un lugar a otro. Me fui al Madrid y ahí estaba que me salía. Luego, cambié muchas veces de club porque hay veces que no te queda más remedio. Me hubiera gustado madurar antes y haberme quedado más tiempo en algún equipo, tres o cuatro temporadas, eso podría haber beneficiado mi carrera. A los que más cariño cogí fueron el Numancia y Osasuna, que fue en los que más tiempo estuve, pero un tiempo más en el Sevilla o en el Villarreal me hubieran venido bien. Es curioso, me hubiera gustado jugar en el Málaga, el equipo de mi tierra, pero cuando pude fichar me fui al Sevilla porque jugaban en Europa”

EL PAIS

» Guti: “Un futbolista de culto”. Guti (Madrid, 1976) se despidió del Real Madrid y el entonces director general, Jorge Valdano, le dedicó una definición acorde con el futbolista con mas partidos disputados entrando al campo desde el banquillo (159). “Es un jugador de culto, capaz de sorprendernos en cada momento”. En 15 años en el primer equipo, Guti siempre vivió entre lo que pudo ser y lo que fue. Dotado de una pierna izquierda exquisita, cada vez que una figura mundial aterrizaba en Chamartín y se le preguntaba, tras sus primeros entrenamientos, quién era el futbolista que más le había sorprendido, la respuesta era idéntica: Guti. En los extremos que lo delimitan, se pueden situar aquel sublime taconazo en Riazor a Benzema y su peineta a la grada de Santo Domingo la noche del Alcorconazo. “Ha jugado por delante y por detrás del balón con mucha eficacia”, escribió de él Del Bosque el día que Guti puso fin a sus 25 años en el club en el que ingresó con 9. “Si no ha sido tanto titular es porque el Madrid siempre ha buscado a las estrellas para ese puesto, no por su forma de ser, por su aspecto o por su carácter. Eso no le ha perjudicado”, añadió Del Bosque.

» Manu Sarabia: “Es una virtud salir enchufado de suplente”. Manu Sarabia (Abanto y Ciérvana, 1957; segundo con más partidos de suplente, 145): “Es más una virtud que un problema: salir desde el banquillo y enchufarme enseguida. Es muy difícil entrar en el ritmo de los que ya están en el campo. Yo desequilibraba y podía decidir un partido, aunque eso también lo hacía saliendo de inicio. Fíjate en Guti, ese talento descomunal”.

» Gustavo López: “No guardo rencor a Fernando Vázquez”. Gustavo López (Lanús, 1973, futbolista más veces sustituido, 168): “El que más veces me sustituyó fue Fernando Vázquez en el Celta, pero no le guardo ningún rencor. Claro que no era de mi agrado, pero respetaba al entrenador porque venía a veces muy cansado de los viajes con la selección y el partido se te podía hacer largo”.

Albelda
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» David Albelda: “¿De verdad he superado a Hierro?”. (La Pobla Llarga, 1977; primero con más amarillas, 151): “Los centrocampistas recibimos más amarillas y los defensas más rojas. Por mi posición, de medio defensivo, me veía obligado a hacer muchas faltas. A eso se añaden los muchos años jugando”. Un compañero suyo en el centro del campo valencianista, Rubén Baraja, es el quinto con más amarillas, 115. “Me considero un jugador de otro perfil, pero puede que se deba a mi primera temporada con Héctor Cúper [el técnico argentino], cuando recibí muchas tarjetas. Sin ser duro, jugaba al límite para guardar la posición”, dice Baraja.

» Fernando Hierro: “Protestaba más de la cuenta”. Fernando Hierro (Vélez, 1968, segundo jugador más veces amonestado, 147, y quinto más expulsado, 14). “Desconocía el dato y que Albelda me hubiera superado, aunque claro, nunca es bueno que se te recuerde por eso. Pero no he sido violento y Albelda tampoco. En el Madrid, los defensas siempre están expuestos a situaciones límite por la vocación ofensiva natural del equipo. Tenías situaciones de uno contra uno en las que muchas veces tenías que elegir cambiar una amarilla por un gol o una ocasión clara. En cuanto a las amarillas por protestar, en los partidos de fuera hay que tener ese carácter para tratar de que el árbitro no se deje influir por la grada. Además, yo era el capitán y no protestas solo por ti, tienes que proteger a los compañeros. Ahora, con la distancia, puedo decir que sí, que protestaba más de la cuenta”.

» Xavi Aguado: “Espero que Sergio Ramos me supere”. Xavi Aguado (Barcelona, 1968; el que más rojas ha recibido, 18, junto a Pablo Alfaro): “Cuando me retiré, Pablo siguió jugando y yo tenía la esperanza de que me superara. Me empató en Anoeta, con el Sevilla, y le envié un mensaje. No estoy orgulloso de ello, obviamente, pero repasando las tarjetas vi que eran por manos, protestas o por ser el último hombre. Pablo era más fuerte y más duro, aunque no lo reconozca. Coincidimos dos años en el Zaragoza, del 90 al 92, y en ocasiones jugamos un trío con Fraile, que también tenía fama de duro. Un verano, hace 10 años, montaron una pachanga en Ibiza con Kiko, Míchel, Aguilera y, cuando nos vieron aparecen, les dije: ‘Entre los dos tenemos 36 rojas, ¿de verdad queréis invitarnos?’ Espero que Sergio Ramos nos supere (el defensa del Real Madrid lleva 12)”.

» César Sánchez: “El cambio futbolístico ha sido brutal”. César Sánchez (Coria, 1971; el que más temporadas ha pasado en Primera, 20, empatado con Miquel Soler, y sexto con más edad en retirarse: 39 años, 286 días): “Llegué al primer equipo en 1990-91 con Pacho Maturana y, aunque no debuté, estuve convocado en casi todos los partidos. Me fui al Tottenham en agosto de 2008 y volví en enero de 2009 al Valencia. Cuando llegué al Valladolid, era la revolución de Maturana: he visto a Fabio Capello, que estaba en las categorías inferiores del Milan, tomando notas de los entrenamientos. El cambio futbolístico ha sido brutal. Ha sido difícil adaptarse a las nuevas normas: la no cesión, la expulsión del portero… Ahora es más importante el juego con los pies de los porteros que parar balones. No hay que perder la función principal de cada uno: parar los porteros, defender los defensas… Pero estamos orgullosos de la evolución del fútbol porque, en los noventa, todos querían jugar como en Italia y ahora todos quieren jugar como en España. Hemos encontrado la piedra filosofal y esto perdurará muchos años”.

» Luis Aragonés: “La clave es la sinceridad”. (Hortaleza, 1938). “Aún era jugador cuando el Atlético me propuso ser entrenador. No tuve vértigo porque ya tenía en la cabeza entrenar, aunque iba a dirigir a los que habían sido hasta hace poco mis compañeros. La clave para durar tanto en esta profesión, bonita, pero complicada, es la sinceridad con el jugador, ser verdadero, la sinceridad es aplastante. La psicología con el futbolista es muy importante, hay que decirle lo que piensas, no engañarle porque se da cuenta y tolera poco que le mientas. En el plano táctico o en el físico vas evolucionando y estás al día como puede estar un periodista, un abogado o un médico. Eso de que hay entrenadores viejos es una invención de la prensa. Yo, en el Valencia, ya trabajaba con muchos colaboradores como se hace ahora porque un equipo tiene que estar parcelado. Trabajé con el mismo ahínco, en los equipos grandes para ganar títulos y en los otros para no descender o entrar en Europa. Lo importante es sacar el máximo rendimiento de la plantilla. Le doy tanta importancia al tercer puesto del Mallorca como al título de Copa con el Barcelona. ¿Jugadores? En lo organizativo y técnico, Xavi, pero también tuve a Romario… El que más me ha dado, Hugo Sánchez, que en el Atlético le querían echar. El partido que más me ha llenado ha sido la semifinal con Rusia en la Eurocopa y también la final de Copa que le ganamos al Madrid en el Bernabéu. De las derrotas, me quedo con todas ante rivales inferiores a mi equipo porque son con las que más se aprende”.

» Jabo Irureta: “Tengo añoranza por entrenar”. Jabo Irureta (Irún, 1948; 614 encuentros como entrenador, el segundo tras Aragonés): “Recuerdo perfectamente el primer partido, le ganamos con el Logroñés 1-0 al Atlético, con quien debutaban Jesús Gil como presidente y Futre de estrella. Marcó Sánchez Lorenzo. Y también, claro, el que ganamos la Liga con el Dépor, 2-0 al Espanyol en Riazor, goles de Donato, de cabeza, y de Makaay. Desde 1988 he estado entrenando, con mucha ilusión. Ha sido muy satisfactorio, con los reveses de todos los entrenadores y algunas decisiones que hoy cambiaría. Siempre elegí equipos del norte para estar cerca de mi familia: Oviedo, Racing, Dépor, Celta… Al Celta y al Dépor los cogimos en posiciones bajas y los reflotamos, lo mismo al Racing… Visto con el paso del tiempo, disfruté mucho. Fran ha sido el jugador más completo. Mauro Silva era el mejor en lo suyo, aunque para hacer un gol llamara a los nacionales; hicimos pichichis a Makaay y Tristán, Karpin era muy buen jugador de equipo… Y Djalminha, hoy, cuando prima más la posesión, destacaría más. Ganas sí tengo de entrenar, uno tiene añoranza, veo 1.000 partidos, cuatro cada sábado, pero hay muchos prejuicios con la edad (65 años)”.

» Chaparro: “No me retiro, dígalo usted”. (Sevilla, 1942; tercero más mayor en entrenar en Primera, al Betis con 66 años, tras Helenio Herrera, con 70 al Barça, y Joaquín Peiró, con 67 al Murcia): “Fue un gustazo, entrenar cuatro años al Betis, salvarlo dos veces y estar en el centenario, para mí, que soy bético, fue muy importante. La edad no fue un problema, al revés: no importan los años sino los conocimientos, como no me canso de explicar en las conferencias. Hago tres horas de ejercicio al día y estoy perfecto mentalmente. No me retiro, dígalo usted, no me retiro. Los clubes me dicen que buscan a un técnico joven y con hambre, pues que pongan un mono”.

Iturralde
IturraldeJosé bretón

» Iturralde González: “He sido un árbitro dialogante”. (Bilbao, 1967; árbitro con más partidos en Primera, 291, y más tarjetas amarillas mostradas, 1.583). “El arbitraje es una escuela de vida. Empiezas a tomar decisiones a los 14 años. Más que autoritario he sido estricto en la aplicación de las reglas. Recuerdo especialmente una amarilla que mostré, en mi primer año en Primera. Era un Sevilla-Valencia en Semana Santa. Suker me pide una tarjeta para completar el ciclo de cinco. Yo le digo que haga algo, me protesta y se la saco; entonces me monta un cirio protestando por la amonestación. Bienvenido a la selva, pensé. He sido dialogante. Los jugadores sabían quién era yo. No les pasaba ni una. Antes había figuras arbitrales como Díaz Vega, García Aranda, Collina… ahora los 22 son de un mismo perfil, robotizados. No sé si es bueno o malo. El protagonismo no lo buscas, te lo dan los medios. En Inglaterra no se conoce quién es el árbitro un día antes. Aquí te recuerdan un fallo de hace tres años”.

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