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Los ‘carajeos’ de Villa

El Guaje sorprende a los técnicos por su habilidad para aguantar el balón de espaldas

Ladislao J. Moñino
Villa, en un entrenamiento con el Atlético.
Villa, en un entrenamiento con el Atlético.Emilio Naranjo (EFE)

Dos disparos secos y cruzados a media altura de David Villa, durante un entrenamiento en el Cerro del Espino, removieron de su asiento en las gradas a uno de los colaboradores de Diego Pablo Simeone. “¡Cómo le pega, está bárbaro!”, exclamó el ayudante del técnico. Un día después, Villa debutaba en un amistoso en Las Palmas y confirmó esas buenas sensaciones que transmitía con un derechazo desde fuera del área que se coló por la escuadra. El gol que le hizo al Barcelona también maravilló al cuerpo técnico por cómo enganchó la volea y también porque fue Villa quien inició la jugada, primero aguantando la pelota de espaldas y después, ya de frente, haciendo la apertura de la contra hacia Arda Turan. “¡Cómo carajeó a Piqué en el gol!”, se congratulan en el cuerpo técnico, sorprendido por esa faceta menos vistosa de Villa: “No es muy alto, pero cuando recibe de espaldas, aguanta muy bien con el cuerpo. Nos ha sorprendido en ese aspecto del juego”.

“Con Falcao puede que tuviéramos más juego aéreo, pero cuando el balón cae en los pies de Villa, todos vemos lo inteligente que es”, asegura el central Miranda. “Falcao era un hombre de referencia. David es similar por posición, tiene calidad técnica, hace buenos desmarques, pero tiene un juego de conexión mejor que el de Falcao”, dice Simeone. Con Villa, el equipo ha perdido fuerza dentro del área, pero ha ganado en el trámite del juego fuera de ella. Está seguro de beneficiarse de haber llegado a un equipo hecho que maneja el juego ofensivo con más similitudes con el Valencia y el Zaragoza que con el Barcelona o la propia selección española.

Villa está muy satisfecho de la preparación física que ha seguido en el Atlético y con la dura exigencia del profesor Ortega. Cuando el equipo viajó a la gira suramericana, el preparador físico le diseño un doble plan de trabajo. Por un lado, El Guaje ejecutaba los mismos ejercicios que Óliver, Manquillo, Godín, Filipe Luis y el Cebolla Rodríguez, que tampoco fueron a la gira americana por haber participado los dos primeros en el Mundial sub 20 y el trío de suramericanos en la Copa Confederaciones. La segunda parte de esa preparación consistió en un plan individual destinado a recuperar fuerza, velocidad y resistencia. Hacía tiempo que Villa no disputaba los 90 minutos de dos partidos consecutivos como sucedió al enganchar la ida de la Supercopa y el último partido de Liga con el Rayo. En el club observan a un futbolista feliz, integrado en la dinámica del equipo y de la propia entidad. “Aquí todo es más cercano que en el Barcelona, cuya dimensión lo hace todo más frío. Cuando se ha querido sentar a tomar un café con Simeone, con Miguel Ángel Gil o con el capitán Gabi lo ha hecho de inmediato”, asegura un empleado. El propio Villa contribuye a esa integración total con gestos como la celebración del gol que hizo sin miramientos hacia el que fue su club o firmando autógrafos bajo un sol de justicia en Majadahonda durante más de media hora.

El asturiano está muy contento con la dureza de la preparación física del ‘profe’ Ortega

En el Calderón están encantados de poder contar con un futbolista al que vieron como un imposible. La operación se desató en apenas 15 días, cuando Villa supo que el Atlético estaba dispuesto a iniciar una negociación con el Barcelona tras escuchar de primera mano el proyecto que manejaba Simeone con la Liga de Campeones como escaparate. El Barcelona entendió que debía facilitar su marcha al Atlético porque en enero de 2013 no aceptó una oferta del Arsenal en la que Villa incluso mejoraba las condiciones económicas que ya tenía y porque a partir de este mismo curso, sería la propia entidad azulgrana la que por contrato estaba obligado a mejorarlas. También era consciente el Barça de que no llegarían ofertas demasiado jugosas por él desde Inglaterra, el destino que veía con mejores ojos el jugador, sabiendo que le restaba un año de contrato. El acuerdo se firmó por 5,1 millones de euros a pagar en tres años, 2,1 el primero, 2, el segundo y uno el tercero. A la operación se sumó un 50% a favor del Barcelona de un hipotético traspaso. En el Atlético califican la operación como “el fichaje de verano” si Villa “rinde a su nivel”. Él ha escogido la lujosa urbanización de La Finca para vivir en Madrid. Casero como es y acostumbrado a recibir la vista de sus familiares más cercanos ha elegido una vivienda amplia

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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