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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El drama de perder en casa

Vettel, Webber y Alonso, con el público de Monza.
Vettel, Webber y Alonso, con el público de Monza.Mark Thompson (Getty)

Ser segundo en Monza no es una buena noticia para Ferrari. Cuando llega el gran premio de casa, la escudería de Maranello pone siempre toda la carne en asador para conseguir una victoria y poder ofrecer una satisfacción a sus seguidores. Pero no siempre lo consigue. Y, aunque esta vez el segundo puesto de Fernando Alonso y el cuarto de Felipe Massa serían considerados un gran resultado en cualquier otra carrera, en el Gran Premio de Italia no conseguir la victoria se convierte en un pequeño drama.

En mi etapa en el taller de Ferrari ya pude comprobar hasta qué punto era importante ganar en casa. En Monza el equipo retocaba el coche hasta rozar la legalidad y, en ocasiones, hasta traspasaba este límite. Sabíamos que habría una cierta permisividad por parte de la FIA, porque la Scuderia no podía permitirse fracasar en casa. Ahora los controles de los comisarios son mucho más estrictos. Pero cuando llega el GP de Italia, la cúpula de Ferrari se reúne para encontrar con rapidez las soluciones que, tal vez, no han llegado en toda la temporada y que puedan permitir ser competitivos al máximo nivel.

Alonso y Massa dispusieron de un coche competitivo en carrera, aunque limitado en la clasificación, el problema de Ferrari

Ayer, tanto Alonso como Massa dispusieron de un coche competitivo en carrera, aunque limitado en sus prestaciones en la clasificación. Éste sigue siendo el mayor problema de la escudería italiana, que debe esperar una salida heroica de Alonso para poder plantar cara a los Red Bull, que suelen dominarles en la clasificación. Alonso lo hizo, adelantó a Hulkenberg primero, a Webber después y a Massa más adelante para situarse en segunda posición. Pero su coche ya no le permitió ir más allá y ni siquiera forzó los límites aún por descubrir de Vettel.

El de Ferrari fue un buen resultado. Pero para los de Maranello ver que Red Bull ganaba la carrera y colocaba dos coches en el podio acabó siendo una frustración. La decepción viene de más lejos, porque la mejora de Ferrari en las últimas tres carreras es evidente. Pero no han logrado frenar la escalada de un Red Bull que sigue pareciendo intocable. Deben seguir evolucionando el coche hasta el final. Los errores del equipo en la estrategia es lo que más molesta a un Alonso que salta a veces y hace comentarios propios de un campeón que quiere seguir ganando. El día que no lo haga será preocupante. Montezemolo sabe hasta qué punto Alonso está integrado en el equipo y se siente ferrarista. El asturiano lo demostró ayer mismo cuando desde el podio fotografió a la afición y apuró todo su tiempo para estar con los tifosi.

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