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2024 queda lejísimos

La bicefalia que componen el COE y el Ayuntamiento no ha funcionado y nadie se plantea ahora otra candidatura

Foto: A. Martín (Efe) / Vídeo: AtlasFoto: atlas

Con cara agria y meneando la cabeza de un lado para otro responde la alcaldesa, Ana Botella, a la pregunta de si Madrid optará, por cuarta vez consecutiva, a organizar los Juegos, esta vez los de 2024. “No es el momento para pensar en volver a presentarse, hay que reposarlo”, señalaba Miguel Segarra, secretario general del Comité Paralímpico Español, poniendo palabras al gesto tras la derrota. Alberto Ruiz-Gallardón lanzó la candidatura de 2016 un año después de la derrota de 2012, y la de 2020 dos años después de caer para 2016. Botella no comparte el entusiasmo del exalcalde por la aventura olímpica, aunque con el tiempo se haya ido “encariñando con esa posibilidad”. Y, sobre todo, no dispone de tiempo de maniobra. Queda algo más de un año y medio para las elecciones municipales, y ni siquiera parece claro que ella vaya a ser la candidata del PP. Botella tiene, además, “muchos retos que afrontar” en la ciudad, y no parece dispuesta a complicarse con uno más. Será una decisión para quien gane los comicios de 2015.

Las circunstancias alrededor de la candidatura tampoco ayudan. La bicefalia de Ayuntamiento y Comité Olímpico Español (COE) ha sido una guerra civil, y sólo el fino trabajo de zapa de contados colaboradores ha evitado que estallara. Pero se ha dejado sentir, e incluso desde dentro se cree que los problemas de organización han podido influir en la derrota. El presidente del COE y de Madrid 2020, Alejandro Branco, ha quedado muy debilitado anímica y políticamente por la derrota. Contaba con el apoyo del presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, y a última hora algo se torció. Ahora le toca lidiar con las federaciones deportivas, enojadas y asustadas pese a la promesa del jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, de “apoyar ahora más que nunca al deporte”.

El presidente del COE y de Madrid 2020, Alejandro Branco, ha quedado muy debilitado anímica y políticamente por la derrota.

Preguntado sobre si habrá Madrid 2024, Rajoy aseguró: “No está decidido todavía ni me corresponde a mí tomar esa decisión”. Pero añadió: “No se gana siempre, es ley de vida. Ahora lo que nos queda es continuar y mirar hacia adelante. España tenía un gran objetivo que era este; no se ha conseguido, pero ahora estamos en la batalla contra la crisis”. Cabe la posibilidad de que, en vez de 2024, sea 2028. “No sé si merece la pena volver a presentarse de forma consecutiva”, decía Pau Gasol.

Las circunstancias tampoco parecen jugar a favor de Madrid. Tras Río 2016 y Tokio 2020, lo normal es que la siguiente sede sea europea. Esa es la baza que juega de forma subterránea aún París, derrotada por Londres para 2012, y se podría sumar Roma, que renunció a última hora a 2020 por motivos económicos. De ganar una capital europea en 2024, los Juegos no volverían al continente en al menos una década. Aunque también Estados Unidos espera su turno, y Nueva York (o Chicago) podrían intentarlo, según fuentes del COE.

Incluso a nivel nacional hay obstáculos. Madrid presentó sus credenciales después de dos derrotas consecutivas de Sevilla (2004 y 2008), que quiso intentarlo por tercera vez y se encontró con que el COE apoyaba a la capital. Tras las elecciones municipales de 2015, otra ciudad española podría buscar su oportunidad ante el triple fracaso de Madrid, una vez encarrilada la recuperación económica y con el refrendo fresco de las urnas.

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