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El Chelsea de Mou no arranca

El cuadro londinense, con Torres en la grada, cae en casa ante el Basilea (1-2) El Nápoles gana apurado a un Dortmund que resistió hasta el final con uno menos (2-1) Victorias del Arsenal en Marsella (1-2) y del Milan frente al Celtic (2-0)

El gol de Streller, el segundo del Basilea ante el Chelsea en Stamford Bridge.
El gol de Streller, el segundo del Basilea ante el Chelsea en Stamford Bridge.GLYN KIRK (AFP)

Derrotado en la Liga inglesa ante el Everton el pasado fin de semana (1-0), el Chelsea de Mourinho se quedó anoche de piedra al caer también en el estreno en Champions ante el Basilea (1-2). De nada le sirvió adelantarse a través de Oscar; remontaron Salah y Streller. ¿Dónde está Fernando? Con Torres en la grada, Mata entró en el minuto 66 por el debutante Willian. Stamford Bridge lo saludó entusiasmado. Eto'o había sido el delantero titular, flanqueado por una línea de tres media puntas: Willian, Hazard y Oscar. El brasileño, de tiro cruzado a pase de Lampard, parecía cumplir con la previsible victoria blue. Pero reaccionó el conjunto suizo. Primero en una acción combinada culminada por Salah, de rosca con la zurda; y, más tarde, el capitán Streller al cabecear un córner al primer palo en lo que puede considerarse un fallo del meta Cech, blando en el despeje. El Chelsea no es aquel equipo eléctrico y ambicioso de la primera etapa de Mou. Le falta nervio y una idea más clara de las intenciones del técnico portugués, que anoche se tomó el chasco con resignación. 

Diluvió sobre San Paolo en un partido vibrante de principio a fin. La apasionada hinchada napolitaba se empapó de éxito en el primer tiempo. Primero cabeceó Higuaín un centro desde la izquierda de Zúñiga y, ya en el segundo tiempo, Insigne envió a la escuadra una falta exquisita (2-1). Calidad pura del joven talento italiano. Al Dortmund se le acumularon las desgracias: la lesión del central Hummels, la expulsión del meta Weidenfeller por tocar el balón con la mano fuera del área; y la roja a Klopp por ladrarle al cuarto árbitro, protestándole el primer tanto napolitano, cuando el central Subotic estaba siendo atendido. Un gol de espuela y en propia puerta de Zúñiga, sí de espuela, animó el tramo final porque el Dortmund no se rinde nunca. Obligó a Reina, finísimo toda la noche, a volar hacia su costado derecho para salvar el empate al desviar un tirazo de falta de Reus.

Dirigido por un Özil creciente, el Arsenal batió al Olympique en Marsella (1-2, voleón de Walcott y tiro raso de Ramsey).Jordan Ayew, de un penalti inexistente, acortó distancias ya al final del choque. El cuadro de Wenger parece más convencido de sus posibilidades que en anteriores temporadas. Otra dinámica. El lateral izquierdo Gigbbs, en un brillante comienzo de campaña, relegando a Monreal al banquillo, evitó el tanto marsellés tras un calamitoso error en el despeje del central alemán Mertesacker.

En San Siro, el Milan vive del pasado. Anoche ganó sin merecerlo, casi de rebote. El Celtic desperdició media docena de ocasiones (2-0). Marcaron Zapata y Muntari, pero fue engañoso. El conjunto escocés dominó casi todo el encuentro -espectacular una jugada de regates de Samara cuyo disparo se marchó fuera-, aunque le faltó la puntería.

Por fin, en el estadio Ernst Happel, el Oporto confirmó los pronósticos al imponerse al Austria de Viena con un tanto del argentino Lucho González (0-1).

 

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