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Parker rompe la banca

Francia, liderada por su excepcional base, asfixia a España en una tensa prórroga (72-75) y se gana el pase a la final contra Lituania Los de Orenga lucharán por el bronce contra Croacia

Robert Álvarez
Parker trata de irse de Marc, Rudy y Calderón.
Parker trata de irse de Marc, Rudy y Calderón.Thanassis Stavrakis (AP)

Parker se salió con la suya y por fin podrá perseguir el sueño del oro, una vez liberado de su pesadilla, y de la de Francia. Tras una tensa prórroga, en un partido en que la escuadra española se fue desinflando a medida que avanzaba el reloj, el equipo francés culminó su particular Everest.No era la final, pero suponía otra oportunidad de abatir el muro contra el que tantas veces se estrelló, contra la generación española que llevaba una década desplazándolo del centro del escenario. Esta vez cambiaron las tornas.

Las malas decisiones y los ataques erráticos del bando español, forzados por la extraordinaria defensa francesa, muy física y exigente, además de la perfecta ejecución desde la línea de tiros libres le valieron a Francia el Eureka que perseguía con tanto afán y dedicación. Al fin y al cabo, no era solo Francia, ningún otro equipo europeo le había ganado un partido decisivo en los últimos tiempos a España, que no podrá ya cumplir el desafío de los tres oros seguidos y luchará por el bronce con Croacia mañana.

ESPAÑA, 72 FRANCIA, 75

España: Rubio (2), Calderón (4), Fernández (17), Claver (3) y Gasol (19); Rodríguez (11), Llull (6), San Emeterio (5), Mumbrú (0), Aguilar (3) y Rey (2).

Francia: Parker (32), Gelabale (7), Batum (3), Diaw (8) y Ajinca (3); Diot (10), De Colo (3), Kahudi (-), Pietrus (5), Petro (2) y Lauvergne (2).

Árbitros: Belosevic (SRB), Latisevs (LET) y Javor (ESL). Eliminaron por faltas personales a Diaw (min.42) por parte de Francia.

Francia y Lituania jugarán la final el domingo (21.00).

Parciales: 18-14 16-6 15-23 16-22 7-10

Los 32 puntos y 6 rebotes de Parker solo reflejan una parte de su colosal trabajo en bien de la cruzada francesa, muy justificada por su lista de frustrantes derrotas ante España. El mérito francés estuvo en lo que quiera que sucediera en su vestuario durante la media parte. Para entonces, sus jugadores habían vuelto a perder la cabeza y los modos, desesperados por la ventaja que les había sacado España. Cuando Diaw le pegó un estacazo de frustración a Llull solo habían transcurrido algo más de 18 minutos. Pero la escuadra de Vincent Collet empezaba a evidenciar la rabia de verse una vez más lejos de competir de tú a tú. Solo 18 minutos y Diaw repetía los feísimos golpes de Turiaf a Rudy y de Batum a Navarro en los últimos instantes del choque de cuartos de final en los Juegos de Londres. Nada hacía presagiar que, en la prórroga, iba a ser Claver quien iba a cometer otra fea falta sobre Parker y que la frustración iba a cambiar de bando.

Solo 18 minutos y España ya había abierto una brecha de 14 puntos (34-20). Así concluyó la primera parte. Los problemas se les acumulaban a los franceses. Batum tuvo ración de banquillo tras sumar dos faltas en apenas seis minutos. El tiro exterior francés hizo aguas, con ocho triples fallados. Parker, desatado y excelso, anotó con su electricidad acostumbrada en las penetraciones e hizo trabajar a destajo a sus marcadores, a Ricky, a Calderón, a Llull, a toda la defensa española. Pero, con Batum en el banquillo, estuvo más solo que la una. Tres triples consecutivos de Aguilar, Sergio Rodríguez y San Emeterio catapultaron al equipo español.

Francia se transformó tras el descanso. Movió mejor el balón, encontró posiciones francas para los triples, anotó cuatro en el tercer cuarto, nueve finalmente, y el ataque español, que tuvo que prescindir de Marc durante el par de minutos que tardó en recuperarse de un golpe, se atascó. Diot y Gelabale comandaron el acelerón (52-51). El juego se igualó.

Con empate a 65, un inmenso tapón de Rudy a Parker evitó que el francés diera la estocada. Calderón se jugó el último ataque español. No entró, y tampoco acertó Claver en un esfuerzo supremo por palmear. La prórroga fue de los franceses, más férrea su defensa, muy confuso el ataque español; tanto, que consumió dos posesiones seguidas sin anotar. Un pecado mortal. Ajinça, Parker y Diot se lo hicieron pagar desde la línea de tiros libres. España porfió hasta el final, pero ya a contrapelo, cuatro puntos por detrás en los últimos compases. España estuvo peor en el rebote, en los triples y perdió más balones. Calderón, Ricky, Claver y hasta Sergio Rodríguez fallaron muchos tiros.

Como en 2005 y 2010, no estaba Pau Gasol, y esta vez, tampoco Navarro, Reyes e Ibaka. Parker y Francia lo aprovecharon. Volverán a la final y, a diferencia de la última vez, no tendrán a España delante, sino a Lituania. Otra historia, y un duro y si se quiere cruel golpe para los de Orenga, que se empantanó en la segunda parte y acabó confundido e irreconocible.

 

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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