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Ferrari se queda clavado

El mal arranque de Alonso en Singapur constata el pobre rendimiento del F138 ● Las remotas posibilidades de pelear por el título llevan a la Scuderia a centrarse en la temporada que viene

Oriol Puigdemont
Fernando Alonso, en el garaje durante los entrenamientos.
Fernando Alonso, en el garaje durante los entrenamientos.DIEGO AZUBEL (EFE)

Ferrari había marcado con una gran x el Gran Premio de Singapur de este fin de semana. Para la escudería italiana, el resultado de esta carrera debe marcar el camino a seguir a partir de ahora y hasta final de temporada, y lo cierto es que si uno se guía por lo ocurrido en las dos primeras sesiones de ensayos libres, el actual F138 ya es historia. Los dos Red Bull, Sebastian Vettel delante y Mark Webber detrás, lideraron la primera jornada de ensayos, con el australiano a seis décimas de su compañero, mientras que el tercero más veloz fue Nico Rosberg, a un segundo. Por detrás de Rosberg terminó Lewis Hamilton, su vecino en Mercedes, Romain Grosjean fue el quinto y Fernando Alonso, el sexto, con una desventaja de 1,4 segundos respecto al más rápido. Felipe Massa, por su parte, concluyó el 15º, a 2,6 segundos del germano.

El asturiano circula segundo en la tabla con 53 puntos menos que Vettel cuando hay 175 en juego antes de que el Mundial ponga el cerrojo en Brasil (24 de noviembre). La cuestión es que la inercia que llevan unos y otros no invita a pensar que la tropa de Maranello vaya a encontrar la fórmula que le permita a su primera espada recortarle puntos al líder, sino más bien todo lo contrario.

“Hay que ser realistas: no somos competitivos y no hay nada que esconder”, dijo Alonso

En las últimas cuatro pruebas el corredor de Heppenheim ha sumado 32 puntos más que el ovetense y en todas ellas ha terminado por delante de él. De hecho, esto ha ocurrido en ocho de las 12 citas que se han disputado hasta este momento, una estadística que refleja de forma bastante fiel la competitividad de unos y otros. Mientras Red Bull y especialmente Vettel han ido de menos a más, algo habitual por otro lado en la estructura de Milton Keynes, Ferrari se ha quedado clavado en el desarrollo de su monoplaza. “El desarrollo del coche parará en algún momento. Si no lo detenemos, la mejora que tendríamos hasta Brasil sería de una o dos décimas, o sea que correr con esa desventaja tampoco sería el fin del mundo”, dijo Alonso el jueves.

Que la Scuderia decidiera jugárselo aquí al todo o nada no es casualidad. El trazado que serpentea por Marina Bay es de alta carga aerodinámica, similar a Budapest, por ejemplo, el tipo de circuito que teóricamente favorece a Red Bull y penaliza a Ferrari. Ocurre, sin embargo, que mientras el equipo de las bebidas energéticas ha encontrado la forma de conseguir que el RB9 de Vettel y Webber se maneje también de maravilla en escenarios en los que la carga es mucho menos decisiva, los técnicos de il cavallino rampante no saben qué hacer para aumentar el rendimiento de su prototipo en pistas como la de Singapur. A la espera de que la cronometrada de la tarde del sábado (15.00 horas, Antena 3 y TV3) y la carrera del domingo deparen una tremenda sorpresa, todo parece dispuesto para que arranque la cuenta atrás que debe terminar con Red Bull y su Niño Maravilla conquistando el cuarto doblete consecutivo.

Los técnicos no saben qué hacer para aumentar el rendimiento en pistas como la de Singapur

“Habíamos dicho que esta carrera debía ser la prueba definitiva que terminaría de definir nuestras opciones. Y la verdad es que hoy no ha sido un buen día”, explicó Alonso nada más bajarse del coche. “Hemos confirmado que volvemos a estar por detrás de Mercedes y Lotus y eso es una mala noticia. La carrera es el domingo, tenemos que mejorar al máximo y atacar, pero también hay que ser realistas: no somos competitivos y no hay nada que esconder”, prosiguió el español, que en la última semana ha visto cómo Ferrari le colocaba a Kimi Raikkonen como compañero, y ahora, unos días más tarde, cómo McLaren se le declaraba oficialmente por boca de Martin Whitmarsh, su patrón.

El mal momento que atraviesan en Woking y las tiranteces que ha habido últimamente entre Alonso y la cúpula del constructor de los bólidos rojos ha motivado que el ejecutivo británico diera un paso adelante, cuando menos, sorprendente. “Tengo contrato, no hay ninguna posibilidad de que me vaya. Es una buena noticia que todo el mundo te quiera, incluso en lugares en que ya hay dos pilotos que tienen contrato, pero yo quiero ganar con Ferrari”, zanjó el actual subcampeón.

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