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Siete españoles en el Mundial invisible

Fabián González y Roxana Popa lideran un equipo más numeroso del esperado en la gran cita del año, que no podrá verse por televisión

Amaya Iríbar

A principios de año la gimnasia española lo veía todo tan negro por la crisis que comunicó a sus deportistas que este año solo acudirían cuatro gimnastas (dos chicos y dos chicas) a los Mundiales, la gran cita del año. Algunos, como Isaac Botella, finalista olímpico en salto el año pasado, incluso pensaron en pagarse ellos mismos el viaje a Amberes (Bélgica), donde hoy empieza la competición. Les iba la beca en ello y, sobre todo, las ganas de competir en un año marcado por los recortes económicos y la escasez de torneos. Al final no ha hecho falta. La federación española ha hecho números y ha decidido sufragar el viaje de siete atletas (cuatro hombres y tres mujeres) que habrían sido ocho si María Paula Vargas no se hubiera roto el tendón de Aquiles en uno de los últimos entrenamientos. Roxana Popa, en excelente forma y con ejercicios renovados, y Fabián González son las grandes opciones. Como las campeonas de rítmica, sus ejercicios, y quién sabe si alguna medalla, no podrán verse en televisión.

Antes del verano el equipo masculino se plantó. Acudió al Consejo Superior de Deportes para que mediara en una situación que se les hacía insoportable, pero que no les había impedido ganar los Juegos del Mediterráneo por equipos y sumar otras siete medallas individuales. La espita fue el despido del médico del equipo por parte de la federación, pero el malestar venía de lejos, del retraso que acumulaban en el cobro de las becas, de la supresión del seguro médico, de las dificultades para salir fuera a competir… Se sentían engañados.

Desde entonces dos de los veteranos del equipo (Ignacio Losantos e Iván San Miguel) se han retirado, pero el resto ha visto algo de luz porque empezó a llegar el primer dinero de las becas y la federación decidió duplicar el cupo de participantes en los Mundiales. Dice el seleccionador masculino, Álvaro Montesinos, que la decisión fue de la propia federación, que preside el exgimnasta Jesús Carballo, y que él solo insistió en que era mejor que fueran cuatro atletas porque este año habían tenido pocas competiciones. En la federación aseguran que hicieron cuentas y les salió un nuevo escenario: podrían viajar ocho gimnastas si iban a un hotel más barato. “El problema ha sido encontrar plaza porque muchos países han decidido ir al alojamiento más barato”, dice un portavoz.

En la modesta residencia de Amberes escogida duermen ya Fabián González (el mejor el año pasado en los Juegos de Londres, noveno, sexto esta primavera en los Europeos y con un ejercicio de barra para soñar con la final), Néstor Abad,  Javier Gómez (campeón absoluto en los Mediterráneos y que ha estado una semana sin tocar las paraleas por un callo en una mano) e Isaac Botella. Solo los dos primeros harán los seis aparatos en un Mundial que se considera de transición porque es el único que no es clasificatorio para los Juegos Olímpicos y no hay competición por equipos.

Para las chicas, que empezarán su competición el martes por la tarde, el año ha sido aún más complicado, pues el seleccionador Jesús Carballo ha sido apartado de su puesto después de que una gimnasta de la década de los 80 le denunciara por abusos sexuales.

Roxana Popa, un talento puro para este deporte y una seria candidata a algo grande en Río 2016 si no se lesiona, es la única que hará los cuatro aparatos. Nacida en Rumanía, pero hecha deportivamente en España, Popa, de 16 años y con una seria lesión en un codo en su historial, no debería tener problemas para clasificarse para la final individual y tiene opciones en algún aparato. Fue finalista en suelo en los Europeos y, aunque mantiene la misma rítmica, ha cambiado las dos primeras diagonales para subir la nota de dificultad. Las paralelas y la barra tampoco se le dan mal y también tiene un buen salto, aunque no opta a la final.

La acompañan dos gimnastas que no se entrenan en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid: la mallorquina Cintia Rodríguez y la canadiense Silvia Colussi. Aunque en principio estaba previsto que las dos últimas solo participaran en algunos aparatos, Pedro Mir, delegado del equipo en Amberes, ha confirmado que las tres saldrán en los cuatro aparatos.

Los siete gimnastas se saben afortunados solo por estar en el Mundial. Sus seguidores tendrán que seguir sus ejercicios en Internet.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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