El CSD incrementa su presupuesto para 2014
La cifra sube de los 75,1 millones del actual ejercicio a 80,1
El Consejo Superior de Deportes (CSD) tendrá un presupuesto de 80,1 millones de euros en 2014, un 6,65 por ciento más que en el ejercicio de 2013, según el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año que presentó ayer el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en el Congreso de los Diputados.
Las federaciones deportivas recibirán subvenciones por valor de 36,8 millones, algo más de 6 millones respecto a los 30,7 millones que percibieron en 2013, con lo que recuperarán parte del poder adquisitivo perdido tras la reducción del 34 por ciento respecto a las ayudas (47 millones) de 2012 pese a la no elección de Madrid como sede de los Juegos Olímpicos de 2020.
En estas cantidades no están incluidas las partidas correspondientes a la Quiniela ni a la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD), que con la nueva Ley asumirá ya el coste de los controles antidopaje, lo que permitirá que las federaciones se ahorren cerca de 2 millones de euros. Asimismo, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, se reunirá con las federaciones olímpicas el 9 de octubre y con las no olímpicas, el 15 del mismo mes, para garantizarles que no se rebajarán las subvenciones.
Reducción de costes
En 2013, el presupuesto del Consejo fue de 75,15 millones, frente a los 121 de 2012, al que había que sumar los 83 millones procedentes de las apuestas deportivas que tenían un carácter finalista. Dentro del mismo se destinó 250.000 euros para campeonatos escolares y universitarios; 800.000 euros para premios a deportistas por resultados; 550.000 para el programa PROAD de formación e inserción laboral de éstos y el mantenimiento de 400.000 para Deporte y Mujer.
El pasado 20 de septiembre, el Consejo informó de su programa de reducción de costes. Entre las medidas destacaron la modificación de los contratos de mayor cuantía, caso de seguridad, limpieza y mantenimiento; la adquisición de dispositivos de eficiencia energética; el consumo responsable, y un seguimiento más pormenorizado de los gastos en dietas y locomoción, que también se redujeron entre un 52 y 62 por ciento.
