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La técnica de Özil impone su ley

El Arsenal vence al Nápoles (2-0), el Chelsea golea en Bucarest al Steaua (0-4) y el Milan empata en campo del Ajax con un discutible penalti a Balotelli (1-1)

Özil, abrazado por sus compañeros tras marcar al Nápoles.
Özil, abrazado por sus compañeros tras marcar al Nápoles. Paul Gilham (Getty Images)

En el Emirates, el Arsenal se dio un banquete en la primera media hora dirigido por un iluminado Özil. Su gol (m. 8) fue un homenaje a la técnica. A cómo se debe acariciar el balón en un golpeo. El pase venía hacia atrás desde la derecha, donde Ramsey había alcanzado la línea de fondo. Y el volante alemán, desde fuera del área, acomodó el interior de su bota izquierda para que la pelota fuera abriéndose con efecto hacia la escuadra derecha de Reina. Fue inútil el vuelo del meta español del Nápoles. Inspirado Özil, transitó el extremo derecho, otra vez hasta la línea de fondo, y su pase al centro con el exterior del botín izquierdo le llegó justo al espacio conquistado en el área pequeña por Giroud, rodeado por defensores napolitanos (m. 14). Benítez, que había reservado a Higuaín, no supo cómo responder.

Los jóvenes del Ajax rodearon al árbitro al acabar el partido, indignados por un penalti en contra en el tiempo extra que les privó de derrotar al Milan. Empató desde los 11 metros en el minuto 93 Balotelli (1-1) con un control absoluto de la escena. Había marcado poco antes Denswil de cabeza, pero la alegría de los chicos de Frank de Boer fue mitigada poco después cuando el árbitro consideró penalti un forcejeo entre Van der Hoorn y Balotelli. El Milan sigue en el alambre.

En Bucarest, el Chelsea recuperó el terreno perdido en la primera jornada cayendo ante el Basilea en casa. Arrolló a la contra a un pobrísimo Steaua. Se lesionó muy pronto Torres (m. 10), sustituido por Eto'o, partícipe en los dos tantos de los blues: primero en un remate pifiado aprovechado por Ramires y, más tarde, con una contra llevada por Mata en la que el tiro final del camerunés, rechazado por el portero, fue introducido en su propia puerta por el central Georgievski.  El mismo central se comió poco después el espléndido regate de espuela de Schürrle en su arrancada desde la medular. La contra la concretó Ramires, esta vez de un derechazo. Mourinho señaló a Schürrle y se acercó a abrazarlo, reconociendo el mérito al alemán. El festín blue lo coronó, cómo no, Lampard en un tiro raso desde fuera del área. Titular Mata, estuvo muy activo y envió un disparo al palo.

En Westfallenstadion, el Dormund llegó en oleadas para golear al Marsella (3-0), con dos tantos de Lewandowski, el segundo de penalti. El segundo fue un envío largo de falta de Reus que el meta marsellés Mandanda se tragó, molestado por la presencia de Hummels, que rozó con la cabeza partiendo de fuera de juego.

Por último, el joven Draxler confirma su extraordinaria proyección con un golazo desde fuera del área que le dio el triunfo del Schalke en Basilea (0-1). Al inicio del encuentro, unos activistas de Greenpeace detuvieron el partido al descolgarse con unas cuerdas desde la cubierta del estadio para protestar contra la compañía de gas Gazprom, patrocinadora del Schalke y también de la Liga de Campeones. 

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