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Una razón de peso

Los pilotos más corpulentos creen que les perjudicará que los coches puedan pasar de 642 a 690 kilos en 2014 para incorporar el ERS

Oriol Puigdemont
Jenson Button, en Corea.
Jenson Button, en Corea. lee jae-won (Reuters)

Con el Mundial de esta temporada prácticamente en la mano de Sebastian Vettel, la mayor parte de los equipos están pensando más en la revolución que supondrá la normativa del próximo curso que en las seis carreras que faltan para terminar el que todavía está en marcha. La entrada en escena de los motores turbo, el zarandeo aerodinámico y la incorporación de más sistemas de recuperación de energía (ERS) trae de cabeza a los ingenieros, mientras que a los pilotos les preocupa un elemento tan consustancial como es su peso. Este es un parámetro que en los dos últimos años había perdido relevancia y que ahora volverá a marcar diferencias. Al menos ese es el temor de los corredores más corpulentos, caso de Jenson Button o Nico Hulkenberg, que se consideran perjudicados en relación con Fernando Alonso, Felipe Massa o Sebastian Vettel, por ejemplo, por nombrar a tres de los más ligeros. La situación preocupa tanto a según quién, que incluso los hay que ven peligrar su carrera y sus opciones de fichar por alguno de las escuderías más potentes.

El nuevo reglamento estipula un aumento del peso mínimo que debe alcanzar el conjunto que forman el coche y su conductor sin combustible, que actualmente es de 642 kilos y que de cara al próximo campeonato ha sido fijado por los comisarios técnicos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en 690 kilos. Esta medida se ha aplicado teniendo en cuenta la carga extra que supondrán, especialmente, los KERS y sus baterías. En este sentido, la reincorporación del KERS (2011) ya hizo que la mayoría de integrantes de la parrilla se pusiera a dieta. Los cálculos realizados hasta el momento por las distintas estructuras concluyen que en este nuevo escenario, el margen para jugar con el lastre en los bólidos se reducirá, y eso es lo que ha hecho que los pilotos más voluminosos se quejen.

“Nadie podrá jugar con los lastres. A los más altos se nos complica”, dice Jenson Button

“Yo estoy en 74 kilos, y ya paso apuros para llegar al mínimo. Hay ciertos entrenamientos que no puedo hacer porque ganaría demasiada masa muscular, y por ejemplo no puedo comer carbohidratos”, explica Button. “Y el año que viene aún será peor. No creo que nadie vaya a poder jugar con el lastre [una ventaja que permite interferir en el comportamiento del monoplaza repartiendo unas pastillas de tungsteno]. A los que somos más altos se nos complica la cosa, porque no podremos jugar con ello”, añade el británico de McLaren. Si su situación es preocupante, Hulkenberg considera la suya casi dramática. El alemán pesa 78 kilos y mide 1,84m, y los técnicos de Sauber ya se las vieron moradas en los ensayos de pretemporada, en Jerez, para hacerle caber dentro del C32. “A mí ya no me sirve eso de adelgazar, ya no puedo hacerlo más. Necesito piel y algo de músculo para poder conducir un fórmula 1”, lamenta Hulkenberg.

Otro de los que lo pasaría mal sería Mark Webber, pero el australiano (1,85 metros y 75 kilos) ha decidido abandonar el certamen e irse a correr con Porsche el Mundial de resistencia. “Todo el mundo me pregunta por qué estoy tan delgado, y eso es porque no saben la importancia que tiene eso en este deporte. Ser delgado es una gran ventaja. Por eso los pilotos pequeños no presionan [para que suba el peso mínimo], porque al fin y al cabo es bueno para ellos que no se modifique”, argumenta el australiano.

GP de Corea: Sesión de calificación, 7.00 horas (Antena 3).

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