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BARCELONA, 4 - VALLADOLID, 1

El baile del ‘9’

El brasileño ofrece un repertorio inagotable de quiebros y participa en los tres goles antes de marcar el cuarto

Jordi Quixano
Neymar celebra su gol ante el Valladolid.
Neymar celebra su gol ante el Valladolid.LLUIS GENE (AFP)

A Martino le bastó con verlo un cuarto de hora frente al Celtic para convencerse de que Neymar en la punta de ataque es una alternativa de lo más resultona, sobre todo porque no solo ofrece huecos con sus arrastres y toque de espaldas a portería como Cesc, sino que también encara, reta en velocidad y dribla como Messi. Así, ausente La Pulga por otra lesión muscular, Ney fue el rey como en el Santos, figura olvidada en el Barça (siempre a la sombra del genio argentino) y en Brasil, donde Scolari siempre pone a un delantero centro de turno para que acabe lo que él empieza. Y el traje de epicentro –aunque se cambiara de botas en el entreacto, de naranjas a amarillas- le sentó de maravilla porque se marcó todo un baile sobre el césped.

Como Leo, juega donde juega y y en cualquier posición lo hacen bien” Tata Martino

Sofocar la efusividad de Neymar fue tarea imposible para los centrales del Valladolid, que soltaron la pierna cuando recibía de espaldas, pero también cuando les retaba en carrera, un riesgo que no penalizó el colegiado Teixeira Vitienes, que decidió obviar incontables faltas, además de dos penaltis claros de Peña y Rueda. Protestó Neymar como también se expresó el Camp Nou al grito de “¡Árbitro qué malo eres, qué malo eres!”. Pero sea como fuere, los centrales marcaron en zona y, tras quedar retratados porque con un control orientado se los ventilaba, pronto decidieron no seguirle cuando el brasileño reculaba a recibir. Torpeza del Valladolid y una similitud más de Neymar con Messi, ambos cómodos en absorber el cuero y girarse, en trazar algún que otro eslalon. Como en ese zigzag con bicicleta que acabó por abrir a Tello y de ahí al pie de Xavi para que firmara el segundo gol, o como en ese otro que acabó por ceder a la carrera de Alexis, que supuso el tercer tanto del partido y su quinta asistencia liguera en los últimos cinco duelos. También se ofreció Neymar en velocidad, pero no resolvió frente a Mariño tras pase de Cesc.

“Da lo mismo donde juegue. No hay en eso un secreto que tenga que ver con el entrenador. Como Leo, juega donde juega y y en cualquier posición lo hacen bien”, le piropeó Tata Martino. “Va creciendo y el entrenador ha gestionado muy bien su adaptación. Poco a poco vamos a ver lo que tiene”, puntualizó Zubizarreta.

Fue, en cualquier caso, un repertorio inagotable con el balón en los pies y sin él. Aunque la diferencia principal con Leo es que con Neymar sobre el campo hay más movilidad –como se constató en el primer gol de Alexis y la danza de los delanteros: el 11 a un costado, Tello al centro y diagonal del chileno- y más participación colectiva, pero menos gol. Aunque Neymar, empecinado en firmar un duelo redondo, también festejó su diana, tras un pase de Alexis y un remate seco y ajustado al palo desde dentro del área. Neymar de 9 estuvo de 10.

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