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‘Hulk’, más increíble que nunca

La cuarta plaza de Nico Hulkenberg en Corea provoca los elogios de Alonso, a la espera de encontrar un coche para 2014

Oriol Puigdemont
Nico Hulkenberg, durante el Gran Premio de Corea.
Nico Hulkenberg, durante el Gran Premio de Corea. D. AZUBEL (EFE)

El caso de Nico Hulkenberg (Emmerich am Rhein, Alemania, 1987) refleja perfectamente las paradojas que afectan a la fórmula 1 de la actualidad. A sus 26 años, el alemán de Sauber es un valor seguro, uno de los pilotos con mayor reconocimiento de la parrilla, muy rápido y competitivo además de serio y educado. En Yeongam arrancó el séptimo y fue capaz de contener las embestidas de Fernando Alonso y de Lewis Hamilton, a quienes neutralizó durante como si fuera un domador de leones, escaló cuatro posiciones y cruzó la meta detrás de los tres ocupantes del podio. “Lo que Nico hizo [en Corea] fue soberbio. Está pilotando de forma fenomenal y se mereció terminar delante nuestro [de él y de Hamilton] porque su carrera fue fantástica”, le piropeó el asturiano. “Fue la estrella del gran premio porque lo hizo todo bien y en ningún momento sobrepasó el límite. Eso es muy difícil”, completó Niki Lauda.

Con todo eso, su agente, Werner Heinz, las está pasando canutas para encontrarle un asiento con vistas a la próxima temporada. “Estará en el Mundial, eso seguro”, mantiene el representante. Habrá que ver si el cuarto puesto de este domingo termina de convencer a alguno de los equipos interesados él, aunque como reconocía el propio Hulkenberg nada más bajarse del coche, no cree que haber igualado su mejor resultado en la F-1 (Bélgica 2012 con Force India), vaya a cambiar demasiado las cosas. En sus declaraciones, el chico de Emmerich am Rhein puso sobre la mesa uno de los principales males que afecta a esta disciplina: al margen de Red Bull, Ferrari, Mercedes y en menor medida McLaren, las demás estructuras valoran más la chequera de sus corredores que su velocidad en la pista. Mientras Esteban Gutiérrez, su compañero, aún no ha estrenado su casillero, él figura el 11º en la tabla con 31 puntos, cinco menos que Paul Di Resta. El británico es su antiguo vecino en Force India, de donde Hulkenberg se fue para relevar a Checo Pérez en Sauber. Allí, los problemas se le han amontonado desde el principio.

Sauber no le pudo pagar las nóminas de mayo y junio e incluso ha tenido que pagarse de su bolsillo algún que otro desplazamiento

En los ensayos de pretemporada, los técnicos de la escudería de Hinwill constataron que el apodo de Hulk le va que ni pintado y no solo por su apellido, al darse cuenta de que su altura 1,84 metros y su peso (78 kilos) apenas le permitían encajonarse en el habitáculo del C32. En la primera cita, en Australia, un fallo en el sistema de alimentación del monoplaza le impidió tomar la salida. Los contratiempos, sin embargo, no se limitan al aspecto deportivo, puesto que su equipo no le pudo pagar las nóminas de mayo y junio, circunstancia que le llevó a figurar en el mercado como agente libre. La situación es tan alarmante que incluso ha tenido que pagarse de su bolsillo algún que otro desplazamiento. El retorno de Kimi Raikkonen a Ferrari dejó en nada el interés que la Scuderia había llegado a admitir –“fue una opción que barajamos muy en serio, pero nos decantamos por la mayor experiencia de Kimi”, reconoció Stefano Domenicali, el jefe de la marca de Maranello–, y tal y cómo están las cosas, una de las salidas más lógicas y apetecibles para él sería recalar en Lotus como sustituto del Hombre de Hielo. Aunque tratándose de Hulkenberg, no todo podía ser tan fácil.

Resulta que el regreso de Raikkonen al constructor de il cavallino rampante ha dejado a Felipe Massa sin volante y eso inquieta a Bernie Ecclestone, el patrón de todo el circo. Mister E vería con muy buenos ojos la llegada del brasileño a Lotus porque, de este modo, se asegura la continuidad en el certamen de la televisión del país suramericano.

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