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Moyà: “Soy capitán, no jefe”

El nuevo seleccionador refuerza el papel de Albert Costa y el de los técnicos de los jugadores

J.J.M.
Carlos Moyà y Albert Costa, ayer en la sede del Consejo Superior de Deportes.
Carlos Moyà y Albert Costa, ayer en la sede del Consejo Superior de Deportes.paul white (ap)

“Soy capitán, no jefe”. Así resume Carlos Moyà, nuevo seleccionador del tenis, la filosofía con la que prepara la primera eliminatoria de la Copa Davis en la que los tenistas del vestuario español le tendrán al mando y no como compañero (Alemania, del 31 de enero a 2 de febrero de 2014). “Entiendo que al principio pueda ser un poco rara la situación. Ellos me van a tener que ver en una figura nueva, que es la de capitán. Yo quiero ganar la Davis pero seguramente ellos más porque la gloria siempre es de los jugadores”.

El ex número uno, que muy probablemente podrá contar con su amigo Rafael Nadal en su debut, tiene la misión de reforzar los puentes que se resquebrajaron durante el bienio de su predecesor, Àlex Corretja. Este tuvo desencuentros puntuales con algunos jugadores (Feliciano López y Tommy Robredo) e incluso se atrevió a abrir el melón de preguntarle a los tenistas si querían que sus entrenadores privados les siguieran acompañando a las concentraciones. Moyà, de 37 años, no hará eso. Ayer estableció las líneas maestras de su mandato. Albert Costa, el único capitán español con dos títulos de la Davis (2009 y 2011), el séptimo hombre en ganar la competición como tenista y entrenador, y hoy director deportivo, tendrá más peso en la caseta. Los jugadores tendrán a todo su equipo, como hasta ahora. En el banquillo encontrarán a un enamorado de La Ensaladera.

Tienen que sentirse cómodos. Eso va a ser labor mía

“Cada uno pone su sello. En un 70-80% es todo parecido y cada uno tiene luego su margen de ser como es”, contó Moyà cuando le preguntaron por todos los capitanes que tuvo como jugador, desde Manuel Santana, que le dio la alternativa en 1996, hasta el G-3 con el que sumó el punto decisivo en la final de 2004. “Hay que intentar que los jugadores estén lo más tranquilos posibles. Que sea una semana normal para ellos dentro de que una Davis es anormal”. “Si rinden a un nivel excepcional todo el año, hay que poner esas condiciones. Tienen que sentirse cómodos. Eso va a ser labor mía”, recordó, protagonista de un discurso conciliador. “Sé que algunas rondas son, por el calendario, más complicadas que otras”, dijo acerca de la disposición de los jugadores, hasta hace nada sus compañeros (por ejemplo, Ferrer, de 31 años, pidió descanso en 2013). “Razonando las decisiones… son muy maduros. Cada uno tenemos que estar en nuestro sitio”.

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Sobre la firma

J.J.M.
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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