_
_
_
_
_

Últimas pedaladas en Pekín

Víctima de la crisis económica y de la globalización encarnada en el WorldTour, desaparece, a los 20 años de su fundación, el Euskaltel, único equipo ciclista con socios

C. A.
El último podio del Euskaltel: ganadores por equipos en la última Vuelta, corerdores, directores y auxiliares se despiden.
El último podio del Euskaltel: ganadores por equipos en la última Vuelta, corerdores, directores y auxiliares se despiden.JAIME REINA (afp)

La versión sentimental de la vida, tan ligada al ciclismo y a su memoria, habría querido que al Euskaltel le salvara Fernando Alonso, que de niño se vestía de Banesto de los pies a la cabeza las tardes de julio para ver desde el sofá de su casa las etapas de los Tours que ganaba Indurain. La versión descarnada de la vida, la cruda realidad, la que nos dice que la ilusión es cosa de niños y que el deporte, como todo, se rige no por las leyes del sentimiento sino por las del beneficio económico, hizo imposible la salvación del equipo ciclista, como antes había hecho imposible la supervivencia de una idea nacida hace 20 años.

Hace 20 años, el 6 de diciembre de 1993 y con una misa en el santuario de Arantzazu, que es donde se ha bautizado siempre a los equipos en el País Vasco, nació el Euskadi, el único equipo ciclista que tenía afición propia (como se sabe, habitualmente en ciclismo no se es de un equipo, sino de un corredor) y hasta con socios que pagaban cuota a cambio de una camiseta naranja. Víctima de la crisis y de la globalización, de un WorldTour que obliga a correr a los ciclistas en Pekín, donde a nadie le importan, el equipo, que se llama Euskaltel ahora, desaparece, dejando a más de una decena de ciclistas, incluido Samuel Sánchez, campeón olímpico justamente en Pekín, y otros tantos trabajadores en paro.

“Este equipo llevaba muchos años en el pelotón, tenía mucha tradición y muchas raíces en la tierra y en el pueblo”, explica Samuel Sánchez, de 35 años, que lleva toda su vida profesional, 14 cursos, corriendo vestido con los colores naranjas del Euskaltel-Euskadi, el más veterano de todos los del equipo ya. “Y este equipo, a diferencia de los demás equipos ciclistas del mundo, tenía una masa social, tenía alma. La afición era de todo el equipo, no de un solo ciclista. La marea naranja se movía por unos colores, unas letras, una idea, y ahora la gente no se verá identificada. Eso ha llegado a su fin”.

De los 21 ciclistas españoles del equipo, solo cuatro, Nieve (Sky), Ion y Gorka Izagirre (Movistar) y Mikel Landa (Astana) han encontrado equipo para 2014. Sánchez está en el paro y otra de sus figuras, Anton, solo recibe ofertas ridículas.

Samuel: “La marea naranja se movía por una idea. Ahora la gente no se verá identificada”

El equipo nació hijo de una suscripción popular nacida de la imaginación y el deseo de Alberto Pradera, presidente de la Diputación de Vizcaya, y de Miguel Madariaga, que era su chófer y además, en sus ratos libres, dirigía un equipo de ciclismo amateur. Ambos crearon la Fundación Ciclista Euskadi, y con las aportaciones de 3.000 socios (60 euros anuales cada uno), de un centenar de empresas (3.000 euros anuales) y de las diputaciones lanzaron un equipo ciclista profesional llamado Euskadi con un presupuesto de supervivencia, unos 750.000 euros, y unos estatutos que precisaban que todos los ciclistas deberían haber nacido en uno de los “territorios históricos” (Gipuzkoa, Bizkaia, Álava y Navarra) o haber corrido al menos tres años en un equipo amateur o juvenil vasco.

“Yo fui el primer corredor que fichó el Euskadi”, recuerda Juan Carlos González Salvador, alavés de 39 años. “Tenía ofertas mejores, equipos que me ofrecían más dinero, pero me llamó Txomin Perurena y si Txomin te dice que te quiere para su equipo no puedes decir que no, aunque albergues todas las dudas del mundo sobre su futuro. Y sobre el Euskadi, sobre su futuro, lo único que había era dudas. Pero sentíamos todos al equipo como algo de la tierra y lo que no ganábamos en dinero lo ganábamos en orgullo. La gente te respetaba y te admiraba por ser del equipo de la tierra y en las cunetas sentías que estabas en un equipo diferente, era increíble. Éramos el orgullo del país, los cachorros de la aldea”.

Cuando el Euskadi tuvo patrocinador propio y empezó a llamarse Euskaltel, la idea romántica empezó a morir un poco, aunque fueron los años de los grandes ídolos, de Laiseka y Mayo, triunfando en el Tour. Dejando el romanticismo a un lado, Euskaltel planteó el año pasado su supervivencia fichando extranjeros ajenos a la filosofía fundacional. La desaparición de las ayudas institucionales acabó en abril con un proyecto que ya no encontraba aire en el que respirar.

Telefónica renueva otros tres años con el Movistar

Telefónica ha anunciado la renovación de su apoyo al equipo ciclista Movistar, que se acaba de proclamar número uno del World Tour tras el triunfo de Beñat Intxausti en el Tour de Pekín, por tres temporadas, hasta 2016.

El primer trienio de patrocinio de la empresa telefónica se ha cerrado con 82 victorias tras 208 carreras. "Telefónica aspira a que el patrocinio de Movistar se convierta en una oportunidad para la innovación y el desarrollo del mundo digital, ya que el equipo es una de las formaciones deportivas más activas en las redes sociales", ha destacado José María Sanz Magallón, director de patrocinios de Telefónica.

El equipo Movistar cuenta entre sus filas con ciclistas como Alejandro Valverde, Nairo Quintana, segundo en el último Tour de Francia, o el vigente campeón del mundo, el portugués Rui Costa, que sin embargo no va a continuar en el equipo tal y como ha reconocido el director deportivo, Eusebio Unzue.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

C. A.
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_