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Dorsey saca al Barça del sopor

El equipo de Pascual, falto de ritmo, decide en el último cuarto ante el tierno Partizán

Robert Álvarez
Navarro trata de anotar ante Gagic.
Navarro trata de anotar ante Gagic.JOSEP LAGO (AFP)

El Partizán le complicó la vida al Barcelona, que se las vio y se las deseó para marcar diferencias solo en el último cuarto y sellar el triunfo en su estreno esta temporada en la Euroliga. Dorsey despabiló a la escuadra azulgrana con una sucesión de rebotes, hasta 10, y de acciones espectaculares machacando el aro. Fueron el tipo de acciones de las que careció el juego del Barça. Se atascó ante la propuesta del Partizán, que tiró de ataques muy largos, al límite casi siempre de la posesión y de unas defensas alternativas, a veces individual, otras en diversas zonas.

BARCELONA, 67; PARTIZÁN, 60

Parciales: 17-18 | 11-8 | 17-14 | 22-20

Barcelona: Marcelinho (10), Abrines (8), Papanikolaou (13), Lampe (6), Tomic (13) —equip inicial—; Dorsey (8), Sada (2), Navarro (4), Todorovic (2), Hezonja (0) y Nachbar (1).

Partizán: Westermann (10), Kinsey (4), Milosavljevic (15), Lauvergne (9), Musli (8) —equipo inicial—; Dallo (0), Bogdanovic (8) y Gagic (6).

Árbitros: Sahin (Ita.), Piloidis (Gre.) y Kowalski (Pol.). Eliminaron a Milosavljevic y Gagic.

Palau Blaugrana. 4.850 espectadores.

Hasta el último cuarto, hasta que Dorsey no dio el arreón y Papanikolaou, Tomic y Abrines aportaron munición para abrir la ventaja hasta diez puntos (56-46), el juego del Barcelona fue muy espeso. Y aún después le costó cerrar el partido, porque el alero serbio Milosavljevic llevó de cabeza a la defensa de la escuadra azulgrana.

Al Barcelona le costó arrancar de entrada, inferior en el rebote y mal en los triples. La suma de imprecisiones y desajustes delata las dificultades de varios jugadores para adecuarse en el inicio de curso a las exigencias de Xavi Pascual. La impresionante batería de pívots, con Dorsey, Lampe, Tomic, Todorovic y Nachbar, cedió hasta 10 rebotes bajo su tablero en el primer tiempo. Un pecado mortal, a menos que enfrente se sitúe un equipo tan tierno como el Partizán, que no supo exprimir la mayor movilidad y determinación de sus pívots, en buena medida porque perdió un montón de balones. Y eso que la intensidad del juego físico tampoco fue excesiva.

El Barcelona por fin acertó con los triples en la segunda parte y, a pesar de sus constantes errores desde la línea de tiros libres (8 de 19), acabó sacando adelante su estreno en la Euroliga.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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