_
_
_
_
_

Vettel sigue batiendo récords

El alemán gana en Abu Dabi e iguala la marca de siete victorias seguidas establecida por Schumacher (2004) y Ascari (1952 y 1953) Alonso, que salía décimo, acabó en quinta posición

Vettel, en un momento de la carrera.
Vettel, en un momento de la carrera.Hassan Ammar (AP)

Ni sombra de relajación. La consecución del cuarto título mundial consecutivo no ha supuesto que Sebastian Vettel bajara la guardia. El alemán, de 26 años, sigue tan firme como siempre al frente del pelotón de la fórmula 1, y en Abu Dabi volvió a demostrar que es uno de los mejores pilotos del mundo y que cuenta con el apoyo total del mejor equipo, que le proporciona el coche más rápido y más fiable. Nada que alegar, pues, a su triunfo en el Yas Marina Bay. Desde que adelantó en la salida a su compañero de equipo, Mark Webber, nadie pudo hacerle sombra, nadie logró cuestionar su liderato y adquirió una ventaja que rozó los 30 segundos mediada la carrera. Por detrás, Webber, Rosberg y Grosjean se disputaban las otras dos plazas del podio, que finalmente terminaron en ese orden.

Da la sensación de que el asturiano está tocado al comprobar que su coche va peor en cada carrera.

Su 37ª victoria acerca al alemán un poco más al último objetivo que se ha propuesto para esta temporada: igualar el récord de 13 victorias en un año, que estableció Michael Schumacher en 2004, cuando era el rey de los circuitos con Ferrari. Vettel lleva ahora ya 11 victorias en 2013 y le quedan las carreras de Estados Unidos y Brasil. Necesita todavía otras dos victorias y todo parece apuntar a que las logrará. Su superioridad es tan aplastante que, si no es por algún problema mecánico o por algún incidente inesperado, la gesta no solo parece posible sino muy probable. De momento, ha igualado ya la marca de siete victorias consecutivas que ostentaban Michael Schumacher (2004) y Alberto Ascari (1952/53). En Abu Dabi rodó con asiduidad un segundo más rápido que su compañero, Webber, que ocupaba la segunda posición.

Vettel, Webber y Rosberg en el podio del Gran Premio de Abu Dabi
Vettel, Webber y Rosberg en el podio del Gran Premio de Abu DabiALI HAIDER (EFE)

Fernando Alonso, en cambio, no logra despegar en este final de temporada. Ferrari parece haber tirado la toalla y dedicar todos sus esfuerzos en el coche de la próxima campaña, sin preocuparse excesivamente de la consecución de la segunda posición en el Mundial de constructores, por la que todavía están luchando Massa y Alonso. Da la sensación de que el asturiano está tocado al comprobar que su coche va peor en cada carrera. Le cuesta entender que estando en la mejor escudería, no logre tener un coche competitivo. Pero es evidente que no lo tiene. Y lo más grave es que en las últimas clasificaciones incluso su compañero de equipo, Massa, le ha pasado por encima.

La carrera de Abu Dabi fue otro episodio duro para el asturiano. Luchó como un condenado hasta la extenuación. Pero su coche no le permitía codearse con los mejores. Mientras veía cómo Vettel y Webber volaban por encima de todos los demás, él se peleaba con su compañero de equipo por la quinta posición. Ni tocar al Mercedes de Rosberg, que tenía prácticamente asegurado el tercer eslabón del podio, ni al Lotus de Grosjean, que se alejaba cuando el asturiano aceleraba para acercársele. Cuando Massa entró al taller a cambiar neumáticos (38ª vuelta), Alonso se instaló en quinta posición, a la espera de que sus neumáticos le aguantaran unas cuantas vueltas más.

Su entrada en el taller se produjo en la vuelta 44ª. Y la salida del pit-lane fue espectacular, porque salió casi rozando el coche de Vergne para evitar a toda costa verse superado de nuevo por Massa, que venía detrás del francés. Alonso tuvo que situar sus cuatro ruedas fuera de la pista para concluir su adelantamiento. Una vuelta más tarde, el brasileño adelantó también a Vergne e inició la batalla desigual con Fernando, porque el asturiano iba con blandos. Fue entonces cuando se anunció que se investigaba esta maniobra de Alonso. Pendiente de lo que ocurriera, el asturiano sacaba provecho de la ventaja que le concedían los neumáticos blandos. Adelantó a Hamilton, supero a Di Resta y se colocó quinto. Y ahí acabó la historia. Alonso acabó en esta posición, lo máximo a lo que podía aspirar con su Ferrari. Ni Vettel, ni Webber, ni Rosberg, los tres primeros, ni tampoco Grosjean estaban a su alcance. Massa, en cambio, concluyó octavo, a la espera de una hipotética sanción al doble campeón mundial español que, finalmente, no llegó.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_