El aprendiz de Piqué
Marc Bartra, a sus 22 años, progresa como central en el Barça y es llamado por Del Bosque para cubrir la baja de Cesc
A Marc Bartra le citó Vicente del Bosque y, todavía incrédulo, el central del Barcelona telefoneó a su representante, amigo, confesor y casi padre, el exfutbolista del Espanyol, Mallorca y Betis Mágico Díaz: “¡Me han convocado para ir con la selección!”, le sorprendió. Marc, que a sus 22 años apenas lleva jugados 606 minutos con el Barcelona en los nueve partidos —seis de titular— que ha disputado esta temporada, ni se lo creía. “¡Que me ha llamado Del Bosque!”, insistía, feliz, atónito. A fin de cuentas, no hace mucho, cuando en el Barcelona mandaba Tito Vilanova, se sintió tan menospreciado que pensó en emigrar.
Titular el domingo en el campo del Betis, su desparpajo sobre el campo hizo bueno a Puyol, todavía falto de forma tras su largo periodo de recuperación. Gracias a él, el Barcelona mantuvo el tipo en defensa. Le elogió Tata Martino, le ensalzaron sus compañeros y le vio jugar Del Bosque que, convencido como está, de que detrás de Piqué solo asoma su talento, no ha dudado. Rápido, con buen juego de cabeza y con salida de balón, Bartra apunta a ser el recambio de Piqué.
El seleccionador está decidido a tirar de la sub-21, como ya hizo con Nacho y Montoya
“Tiene la misma capacidad que Gerard para romper líneas, es rápido y valiente y más fuerte defensivamente de lo que parece”, le reconoce Fernando Hierro, que mira al canterano azulgrana con ojos de central y le adivina futuro para el Barça y para la selección porque interpreta como nadie la idea de juego del combinado español y del cuadro azulgrana, donde Martino le señala como pareja perfecta para Puyol. Uno sube y el otro baja y en eso parece coincidir con Del Bosque, empeñado en mirar a la sub,21 como recurso para la selección absoluta y en no casarse con nadie si se trata de licenciar soldados, como acaba de demostrar otra vez a la hora de recomponer la lista de convocados tras la baja de Cesc, lesionado. Del Bosque ya tiró en su día de chicos sin mucho recorrido en sus clubes, como el madridista Nacho o el también azulgrana Montoya, tras haberlos examinado en la sub-21.
Bartra ha sabido esperar su momento y ganarse el respeto de los responsables técnicos del Barcelona, empezando por Andoni Zubizarreta, el director deportivo, y Martino. Entre ambos decidieron tomarse con calma la tarea de fichar un central el pasado verano, convencidos de que es difícil encontrar algún futbolista que ofreciera más prestaciones que el canterano.
El central, que presumía de la comida que su madre le acercaba desde el pueblo en tupperware cuando era cadete, suele decir que su referente en el campo es Piqué, y éste se reconoce en la manera de hacer del chaval como si se viera a sí mismo. “Me veo reflejado en él; me recuerda a mí cuando tenía su edad”, reconoce Piqué, baja en la lista de Del Bosque por problemas físicos.
Bartra no tiene complejos. Va a por todas, también en los entrenamientos. Si hay que meter el pie, lo mete, aunque quien tenga delante se llame Lionel Messi, como así sucedió alguna vez.
“Será mucho mejor que yo, porque es más rápido, más valiente y más listo”, suele decir el del barrio barcelonés de La Bonanova, que nunca ha dejado de brindarle consejo a su alumno aventajado. Bartra, camino de África, acude a la llamada de Del Bosque, humilde como lo que es, un chico de pueblo, concretamente de Sant Jaume dels Domenys, en Tarragona.
