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Nigeria y Costa de Marfil no se lo pierden

Las Águilas Verdes vencen a Etiopía (2-0) y alcanzan el Mundial, su quinta participación en las últimas seis ediciones Los Elefantes logran su tercer billete seguido al batir a Senegal (1-1)

J. QUIXANO
Drogba celebra la clasificación mundialista.
Drogba celebra la clasificación mundialista.AFP

Dos caminos, un destino. Costa de Marfil y Nigeria lograron anoche de manera opuesta su salvoconducto para el Mundial de Brasil. El primero, en un duelo cardiaco y repleto de sustos, sufrió de lo lindo en su visita a Senegal (1-1 y 4-2 en el global); el segundo, competitivo como pocos, tumbó a Etiopía (2-0 y 4-1 en el global), que se quedó a un palmo y medio de alcanzar por primera vez en su historia la cita mundialista.

La impotencia de Costa de Marfil la expresó Drogba, que, cuando quedaba un cuarto de hora para cerrar el encuentro, estiró el brazo para agarrar y cometer un penalti que Snow convirtió tras una paradinha que rozó la ilegalidad porque es discutible si se paró o no en su carrera. Pero el árbitro lo validó y Senegal fue al abordaje, volcado en el ataque, tan eléctrico como desesperado porque una diana valía el billete para Brasil. Barry Copa Boubacar (de Lokeren belga) respondió con manos certeras y fue Costa de Marfil, sin embargo, en una contra esporádica, puntual, la que definió el duelo y la eliminatoria con un gol sobre la bocina de Kalou. Drogba, al fin, respiró porque a sus 35 años tiene la reválida, la tercera ocasión —únicas participaciones mundialistas de la selección, en 2006 y 2010— de superar la fase de grupos, tope de Los Elefantes en la cita.

El etíope Aynalem salta sobre el nigeriano Musa.
El etíope Aynalem salta sobre el nigeriano Musa.AFP

Menos agitado fue el partido celebrado en el estadio Esuene de Calabar, donde Nigeria bailó y gritó, animó y celebro. Pocas selecciones son tan persistentes en los últimos tiempos como las Águilas Verdes —actual campeona de la Copa de África—, que de nuevo disputarán el Mundial, el quinto en las últimas seis ediciones —falló en Alemania 2006—. Tras la polémica en el duelo disputado en Addis Abeba, con un gol fantasma no validado para Etiopía, Nigeria solventó sin apuros el compromiso de la vuelta gracias a los goles de Víctor Moses (Liverpool), de penalti, y una falta de Obinna (Lokomotiv Moscú) que el portero, más preocupado en el salto y el adornó, se zampó de lo lindo.

Con intérpretes filigraneros como Okocha, Kanu, Finidi y el rematador Yekini, entre otros, la selección nigeriana se cobró un nombre en 1994 y 1998 al pisar los octavos de final —en la segunda edición superó a España por 3-2 con el fatídico gol a Zubizarreta—, su mejor registro mundialista. Ahora, además de Moses, el delantero Emenike (Fenerbahçe) y el medio Obi Mikel (Chelsea) lideran las Súper Águilas. No tienen tanto caché como sus predecesores, pero sí son un plantel de lo más fiable.

Los compañeros de viaje

Los otros participantes que buscan llegar a Brasil son: Camerún o Túnez, que firmaron las tablas a nada en la ida; Argelia o Burkina-Faso, que podría ser la sorpresa porque Los Potros (3-2 vencieron en la ida) nunca han participado en una cita mundialista; y Egipto-Ghana, duelo decidido porque las Estrellas Negras ganaron por un contundente 6-1.

Así está la clasificación para el Mundial.

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