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“Siempre fui diferente”

El exnúmero uno repasa su carrera y alaba a Nadal: "Hace posible lo imposible"

Juan José Mateo
Becker, en una imagen de 2013.
Becker, en una imagen de 2013. cordon press

Boris Becker (Leimen, Alemania, 1967) amasó tres Copas de Maestros, seis grandes, un oro olímpico y el número uno del mundo. Le decían boom-boom, tan fuerte pegaba. Hoy, ya cuarentón, reclama su capacidad para crecer y transformarse de niño prodigio en hombre reflexivo. El alemán habla de la vida tras la retirada, de los tenistas convertidos en empresas, de lo que le falta por mejorar a Rafael Nadal y de por qué será ponente en el Doha Goals Forum (9-11 de diciembre), que defiende al deporte como instrumento del cambio social y para la unión de pueblos y culturas.

Pregunta. ¿Qué pasa el día después de la retirada?

Respuesta. A los 35 años, un deportista profesional tiene que reinventarse, encontrar una nueva motivación, aprender desde la nada. Eso es muy difícil. Ahora siento que estoy en mi segunda carrera, pero me ha llevado tiempo, y en el camino cometí un par de errores hasta que encontré algo nuevo [es comentarista televisivo]. La vida no acaba con 35 años. De hecho, en algunos casos, comienza con 35.

P. ¿Cuándo supo usted que era el momento de colgar la raqueta?

R. Cuando mi hijo mayor cumplió 6 años. La escuela se convirtió en una cosa seria y yo ya no quise estar lejos de eso. Fue el momento de decir: ‘Suficiente’. También tengo que ser honesto: con 31 y 32 años ya no era competitivo con los Sampras y los Agassis. Tenían seis años menos, eran un poco mejores que yo y más rápidos. No quería jugar por jugar. Quería ganar. Cada vez era más difícil.

Becker, coronado como el campeón más joven de Wimbledon, con 17 años y en 1985.
Becker, coronado como el campeón más joven de Wimbledon, con 17 años y en 1985.reuters

P. Ahora mismo, Federer está en una situación parecida ¿Su consejo?

R. Nunca me atrevería a aconsejarle, es una leyenda, sabe mejor que yo lo que necesita hacer. Naturalmente, ha envejecido. La inspiración, la razón por la que juega, ya no es la misma que hace cinco años. Necesita encontrar el formato correcto para pasar la cantidad suficiente de tiempo con su familia y en la pista. Él es el único juez de eso. No me gusta verle perder pronto en los torneos. No es bueno para él ni para el tenis. Espero que encuentre el secreto para mejorar.

P. Ernest Gulbis, que es el número 24, acusa a los cuatro mejores de ser “aburridos y previsibles” en sus declaraciones. ¿Usted era así?

R. Lo diré claramente: he aprendido que todo el mundo es diferente, que no se puede poner a todos los atletas en la misma caja. Yo siempre fui una persona tendente a pensar diferente, fuera de los límites habituales, imaginativa por comparación al resto. Lo sigo siendo. Lo que ocurre ahora es que la mayoría de preguntas que se les hacen son sobre tenis. Después de haber hablado con tantísimos periodistas, están cansados. Luego, está la edad. Cualquiera tiene más cosas que decir con 45 años que con 25.

P. ¿Les pesa saberse un referente?

R. Creo que les preocupa, que es un problema, que tienen miedo de meterse en agua hirviendo. Lo entiendo. Están en esto por el amor al juego, por su calidad, no por política. Es lógico.

P. Usted, el campeón más joven de la historia de Wimbledon (17 años), perseguido por publicistas, periodistas y fans, fomentó la tendencia a rodearse de un gran grupo de trabajo. ¿Los tenistas viven en una burbuja?

R. Yo me rodeé de un montón de gente. Tenía un staff amplio. Intentan facilitarte la vida y permitirte concentrarte en las cosas más importantes, en el siguiente partido. Creo que eso es así para Federer y Djokovic. Lo necesitamos. Estamos hablando de empresas que se llaman Roger Federer INC o Boris Becker INC. Al mismo tiempo eres el jugador, el CEO y el accionista mayoritario de la compañía, el que toma las decisiones. Eres una sola persona, tienes solo 25 años y tienes que afrontar varios papeles distintos. Eso es difícil y por eso es importante tener el entorno adecuado.

P. ¿Quién es tan pasional como lo era usted en la pista?

R. ¡Soy pasional incluso fuera! Soy un tío apasionado. Nadal es el que lo es más ahora mismo. Se deja el corazón. Lo intenta, lo intenta, lo intenta. Hace posible lo imposible. Su vuelta al circuito ha sido increíble, teniendo en cuenta lo fuera que estaba el año pasado. Si no eres apasionado, si no sientes grandes emociones con respecto a lo que haces, esa vuelta no es posible. Es una de sus cualidades. Además, Toni Nadal hace un trabajo increíble. La pregunta siempre será la misma: ¿Cuánto aguantará a este ritmo su físico? Corre mucho. Enfrenta a su cuerpo a mucho desgaste.

Nadal se deja el corazón. Lo intenta, lo intenta, lo intenta. Hace posible lo imposible. Su vuelta al circuito ha sido increíble

P. Si fuera su entrenador, ¿qué solución le propondría?

R. El calendario. La programación. No puede jugar cada semana, cada torneo. Le preguntaría: ¿cuáles son las prioridades, cuáles son los objetivos para el año que viene? Y haría un calendario acorde.

P. Con eso en mente, ¿qué le parece que vaya a jugar seis exhibiciones en Sudamérica en Noviembre?

R. Hombre, en cualquier caso tiene que entrenarse, sea en Sudamérica, en Mallorca o en Barcelona. El problema de elegir un parón largo después de la Copa de Maestros (acabó el 11 de noviembre) es que empiezas la temporada siguiente con un grande inmediatamente. Bang. A mí siempre me gustó jugar durante el invierno y quizás descansar después de Australia. Creo que su aproximación es similar.

P. ¿Qué le parece su enfrentamiento con Novak Djokovic?.

R. Djokovic ha enviado un mensaje claro con su final de temporada. Es un hombre muy duro. Con 26 años, está en el momento álgido de su carrera. Nos espera una gran batalla en lo más alto: Nadal a un lado y Djokovic al otro.

P. ¿Se imagina usted a uno de ellos participando en el Doha Goals?

R. Para mí fue un gran honor que me pidieran participar en este simposio y hablar de la importancia del deporte en los mercados emergentes. Creo firmemente en que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Como exatleta, sé que el deporte proporciona las herramientas necesarias para provocar el cambio social en mercados emergentes. Es la única lengua internacional, el único idioma que habla todo el mundo, quizás con la música. Especialmente en el caso de los jóvenes. Todos participan, sin importar por ejemplo la religión. El deporte ofrece una vía fantástica para aprender algo de la vida, jugar en equipo y comprender estructuras que no comprenderíamos por otro camino. Creo que soy la persona correcta para hablar de esto.

P. ¿Y qué dirá?

R. Hablaré de mi experiencia personal. El deporte ha mejorado mi vida. Obviamente, tuve la oportunidad de ir a la escuela y recibir una educación apropiada. Muchos niños de entornos sociales difíciles no tienen esa oportunidad, pero el deporte puede darles la opción de hacer algo [con sus vidas]. No tienes que haber nacido en Alemania o en el Reino Unido para tener éxito en el deporte. El deporte no pide pasaportes. Solo tienes que ser bueno en lo que haces. Ese es mi mensaje.

P. Un tenista que no tiene miedo a hablar de política.

R. No sé si a esto se le puede llamar política, o política deportiva y mensajes sobre el deporte. Ya no tengo 25 años. Tengo 45. He viajado por todo el mundo. He conocido a mucha gente. He aprendido una cosa: respeta a las otras culturas, las otras nacionalidades, los otros países. No hay una única verdad ni una única mentira. Hay muchas maneras distintas de mirar la vida.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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