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Iniesta no le pegó como quería

El héroe de la final del Mundial recuerda sus sensaciones ante una portería que ahora le parece pequeña

Le entró la melancolía a España tan pronto asomó ayer por el lugar de los hechos, el Soccer City de Johanesburgo, allá donde, con un gol de Andrés Iniesta, La Roja ganó el Mundial de Sudáfrica la noche del 11 de julio de 2010. Quince de los 23 jugadores que cambiaron para siempre la historia del fútbol español buscaron la taquilla que ocuparon aquella noche, y llenaron de batallitas el camerino, ante la mirada atenta de pipiolos como Bartra o Koke, ese que un día dijo que los futbolistas que ganaron el Mundial para La Roja “son como dioses para los españoles”. Los jugadores se hicieron una foto de familia al final del entrenamiento y todos posaron con la Copa del Mundo antes de medirse esta noche (20.00, Telecinco) a Sudáfrica en un amistoso.

Del Bosque: “Soy un afortunado por vivir aquella noche, pero no mejor entrenador”

El héroe de aquella final volvió ayer a la portería donde marcó el gol que hizo campeona a España, por donde paseó un buen rato y se grabó para un documental que está realizando una productora japonesa sobre su trayectoria. “Me ha parecido más pequeña”, sorprendió Iniesta. “Es difícil explicar las sensaciones. Ahora parece todo más pequeño. En su día el campo parecía inmenso, la portería estaba lejísimos”. Admitió el volante de Fuentealbilla que el gol “fue mucho de instinto”. “Me vi muy solo esperando el pase de Cesc y recuerdo que di unos pasos atrás para no caer en fuera de juego. El control se quedó en buena posición, tenía en la cabeza cruzar el remate lo máximo posible, y no salió todo lo cruzado que quería. Salió fuerte y ya sabéis cómo acabó todo…”. Inevitablemente, ayer apareció el nombre de Jarque, a quien en un gesto humano que le honra metió en la historia de La Roja cuando decidió esa mañana acordarse de su amigo fallecido. “Por si éramos campeones. Nunca pensé que tendría la suerte de marcar el gol, ni mucho menos pero realmente salió perfecto. Tuve oportunidad de marcar y dedicárselo. Ni en los mejores guiones sale así”, rememora Iniesta, que lució un mensaje escrito a mano en su camiseta interior blanca: “Dani Jarque. Siempre con nosotros”.

Hasta que apareció Del Bosque en la sala de prensa, aquello era una inevitable mirada al pasado. Pero llegó el entrenador salmantino y rompió los esquemas. “No soy muy de mirar atrás, no soy muy nostálgico. Hay que mirar para adelante y preparar el futuro. Recordar el pasado claro que sí, pero enfrentarnos al futuro”, insistió antes de considerarse “un hombre afortunado” por haber vivido aquella noche mágica, pero “no mejor entrenador”. Del Bosque, que dijo tener la sensación de que el éxito no fue un fogonazo de suerte, aseguró no tener “imágenes muy claras ni de la llegada, ni del vestuario ni del banquillo”. Presumiblemente, la selección formará esta noche contra Sudáfrica con 10 campeones del mundo: Casillas; Arbeloa, Albiol, Ramos, Monreal (el único que no estaba en 2010); Alonso, Busquets, Iniesta; Pedro, Llorente y Villa.

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