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El milagro, a los pies de Vela

La Real Sociedad, con la clasificación cuesta arriba, visita al Shakhtar sin lateral derecho y con el medio campo arrasado

Vela y su técnico, Arrasate, en el entrenamiento de ayer.
Vela y su técnico, Arrasate, en el entrenamiento de ayer.efe

Si los milagros se dan siempre en circunstancias adversas (si no, no serían milagros, sino consecuencias), la Real se enfrenta hoy al Shakhtar Donetsk con toda la realidad en contra: tiene un punto después de cuatro partidos, solo ha marcado un gol (al Leverkusen en Alemania), necesita ganar los dos partidos que restan y que el equipo alemán pierda ambos. Todo en contra, nada a favor más que el puro juicio de las matemáticas como único aliado. Para que el milagro sea completo, el equipo de Jagoba Arrasate ha viajado a Ucrania con sus tres laterales derechos lesionados y el centro del campo arrasado por las lesiones, las molestias y las sanciones. Solo su delantera permanece intacta y en ellos, es decir, en Vela y Griezmann, recae la responsabilidad de mantener encendido el cirio del milagro. Seferovic y Agirretxe no parecen monaguillos adecuados para soportar el milagro.

Así, casi desnudo, el equipo blanquiazul afronta el reto del heroísmo. Todo lo que no sea ganar al Shakhtar (que ya venció 0-2 en Anoeta) le mandará fuera de Europea (incluida la Liga Europa a la que acceden los terceros clasificados de la fase de grupos de la Champions). Si logra vencer en el Donbass Arena, aún tendrá que vigilar el estadio de Leverkusen y poner otro cirio al United para que doblegue a los alemanes y le permita a los donostiarras jugársela en Anoeta la última jornada contra el Bayer soñando de nuevo con que los diablos rojos liquiden al Shakhtar en Old Trafford.

La carambola es de las que hacen época, pero el fútbol a veces se enamora por sorpresa.

La carambola es de las que hacen época, pero el fútbol a veces se enamora por sorpresa. Y sorprendente fue que la Real, el pasado sábado, remontase en la segunda mitad un 1-3 del Celta y que Carlos Vela firmase cuatro goles al más puro estilo de ratón del área. El ingeniero metido a barrenero. En eso se ha organizado bien la Real con sus dos futbolistas estrella: cuando Vela se apaga, se ilumina Griezmann y viceversa. Y ahora más que nunca la Real está a los pies de Vela, el autor del único gol que ha marcado en la Champions, que se enfrentará al exazulgrana Chigrynski, que tiene el mismo peligro cuando ataca que cuando defiende.

Lo demás son dudas. Arrasate tiene lesionados en el lateral derecho a Carlos Martínez, Estrada y el joven Zaldua, así que tendrá que inventarse un lateral derecho. Más preocupante es el medio campo: el stopper, Bergara está sancionado; Granero, destinado a ser el ideólogo del equipo, se ha perdido la temporada por una lesión; Zurutuza se retiró lesionado a la media hora del partido frente al Celta ; y Elustondo vuelve de su enésima lesión, con más precaución que ritmo. Queda Rubén Pardo, un hombre solo frente al poder brasileño del Shakhtar. Alguno de los tocados, o los dos, jugarán. Los milagros también exigen sacrificios y asumir riesgos.

Todo con tal de que el balón caiga en las botas de Vela o de Griezmann y que inventen ellos. No le ha ido mal a la Real cuando el mexicano o el francés han sacado las probetas y han mezclado su fútbol. Tampoco al Shakhtar con las combinaciones brasileñas aunque tengan la baja de Bernard. Pero lo cierto es que el equipo de Lucescu aún no ha ganado en el Donbass Arena. El equipo del talonario del magnate Ajmétov se enfrenta al milagro de la Real. La liquidez frente al rezo, con las matemáticas de por medio.

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