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El Betis se ahorra dos millones al echar a Mel justo esta semana

El club podía despedir al técnico, con contrato hasta 2017, y pagarle solo lo que resta de curso si el equipo estaba más de cinco jornadas en descenso, lo que se cumplió el domingo

Rafael Pineda
Garrido, nuevo técnico del Betis, con Rubén Castro en un entrenamiento
Garrido, nuevo técnico del Betis, con Rubén Castro en un entrenamientopaco puentes

Los directivos del Betis tuvieron que salir del Benito Villamarín escoltados por la policía el lunes por la noche. Uno de ellos, al llegar a su casa, fue interpelado por su hijo de cuatro años: “Papá, ¿por qué habéis echado a Pepe Mel?”. El hijo del alto cargo bético representó fielmente el ánimo de una afición que tuvo en Mel a un líder desde su llegada en el verano de 2010. El Betis, en Segunda División, había sido vendido por Manuel Ruiz de Lopera a Luis Oliver. Oliver decidió fichar a Mel, que se convirtió en el único referente para el bético después de que el club fuera intervenido judicialmente. Sobre ese volcán, Mel subió al Betis como campeón de Segunda. El club sorteó con éxito una Ley Concursal y Mel, con una plantilla limitada, mantuvo al Betis en Primera de forma holgada.

El definitivo ascenso del madrileño a los altares del beticismo se produjo después de que lograra la séptima plaza y la clasificación del Betis para la Liga Europa. Los directivos verdiblancos le ampliaron el contrato tres años más, hasta 2017, en lo que se antojaba como una luna de miel permanente.

El ya exentrenador había renovado por cuatro temporadas el pasado junio

Cinco meses después, esa luna de miel se ha roto de forma inesperada con la destitución fulminante de Mel, decisión que se toma en contra de la masa social. En la hinchada está instalada la idea de que la mala situación del Betis, colista con una racha de ocho partidos sin ganar (seis derrotas y dos empates), con dos puntos de 24 posibles, se debe a la mala planificación deportiva realizada en un verano en el que llegaron 12 fichajes y se marcharon jugadores como Beñat, Cañas, Pabón o Campbell.

“Creemos que la salida de Mel es necesaria para sacar al equipo del pozo. Es la ley del fútbol”, explicó el presidente Miguel Guillén en la presentación de, Juan Carlos Garrido, recibido con gritos de la afición de “Garrido no te queremos” en un Villamarín protegido por la policía.

No obstante, detrás de esa tópica ley del fútbol hay una serie de razones que han propiciado el adiós precipitado de Mel. En primer lugar, el aspecto económico, muy importante en una entidad que mira con esmero cada euro. Mel, que cobraba un sueldo neto de unos 700.000 euros, amplió contrato con el Betis hasta 2017 el pasado mes de junio. Sin embargo, una cláusula del mismo establecía que si el Betis permanecía más de cinco jornadas en posiciones de descenso, el club podía destituirlo pagando en la rescisión solo el año en curso. Tras el empate ante el Rayo se cumplió la sexta jornada del Betis en posiciones de descenso. Da la impresión de que lo estaban esperando. En la anterior crisis de 10 partidos sin ganar de Mel, entre las jornadas 5 y 14 de la temporada 2011-2012, el Betis no llegó a estar en posiciones de descenso. Lo que salvó a un técnico que tenía ya una cláusula similar a la que ahora le ha condenado y que ahorra al Betis algo más de dos millones.

Mel consintió a los ultras que interrumpieran un entrenamiento

El consejo tampoco perdonó a Mel que organizara por su cuenta y riesgo una rueda de prensa después de la derrota por 5-0 en el Vicente Calderón. Al día siguiente, el entrenador permitió que los ultras saltaran al terreno de juego de la ciudad deportiva, recibiéndoles con un saludo.

En el club se entiende también que Mel no ha sacado fruto a una plantilla que considera apta para pelear en las tres competiciones que afronta el Betis. Se desliza que el entrenador critica de forma velada los fichajes realizados por Vlada Stosic, director deportivo con el que Mel ha tenido una relación de amor-odio en los tres últimos años. No le perdonaron nunca que fichara y luego renovara su contrato con el anterior consejo. También que protagonizara ante la afición los éxitos y no se hiciera responsable de los errores. En el paroxismo de las justificaciones, se apunta a que la plantilla había dejado de creer en el preparador. Una rebelión auspiciada por el clan de los catalanes, liderados por Javi Chica, futbolista al que Mel dejó fuera de la Liga Europa por una cuestión reglamentaria y al que ha relegado al ostracismo.

Creo en la calidad de esta plantilla para salir de abajo”, afirma Garrido, el sucesor

Para salir del atolladero, Stosic ha elegido a Juan Carlos Garrido, un técnico con carácter, que no salió demasiado bien del Villarreal y del Brujas. Al Betis llegaron noticias de cómo se las gastó en su despedida del Villarreal, exigiendo hasta el último euro, sin entender tampoco cómo había salido del Brujas esta temporada sin perder un partido tras siete jornadas. Stosic se ha decidido por Garrido porque llega a un precio asequible, sin exigir fichajes ni cláusulas que hipotequen el club a su persona. “Es el técnico perfecto para sacar al Betis de abajo”, expuso Stosic. “Mi trabajo es sacarle rendimiento a esta plantilla, que considero buena, y lograr el objetivo de la permanencia”, afirmó Garrido.

Los contactos con el entrenador valenciano se iniciaron a finales de la pasada semana, cuando toda una institución como Rafael Gordillo y el propio presidente afirmaban que Mel no se la jugaba ante el Rayo. En realidad, su suerte estaba echada si no ganaba a los madrileños.

Mel se pasó por la ciudad deportiva para recoger sus pertenencias y su hechizo siguió haciendo furor en unos empleados que lo despidieron con lágrimas en los ojos.

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