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Adiós con carácter luchador

La capitana Begoña Fernández dejará la selección tras el Mundial

Javier Lafuente
Begoña Fernández tras un entrenamiento en Madrid antes de viajar al Mundial de Serbia
Begoña Fernández tras un entrenamiento en Madrid antes de viajar al Mundial de Serbialuis sevillano

La pompa y el valor de una medalla olímpica no tienen parangón, cierto, pero al pensar en todos los recuerdos apilados con la selección, Begoña Fernández se retrotrae a diciembre de 2008. Entonces, una cuadrilla de chicas muy jóvenes se fue a la aventura al Europeo de Macedonia, sin que apenas se supiera de su existencia. Sin que nadie contara con ellas. Como anoche en el Mundial, entonces debutaron ante la temida Noruega, a la que solo volvieron a ver en la final. Cayeron, pero aquella plata supo a oro. La capitana de la selección sueña ahora con repetir el mismo camino para poder cambiar el final. El broche a una carrera con carácter.

La pivote gallega, de 33 años, confía en retener la capitanía hasta la final en Belgrado el 22 de diciembre. Después, orgullosa, cederá el testigo. Nueve años después de su debut con España, una camiseta que ha vestido ya en 176 partidos, Begoña ha decidido parar. Seguirá en su club, el Vardar macedonio, con el que camina firme en Europa. Cuando se la interpela antes de viajar a Serbia por las sensaciones ante su última gran cita, sonríe pícara antes de que termine la inevitable pregunta, trabajada como tiene la respuesta. “Prefiero no pensarlo, porque entonces le daría más importancia y cuando haces eso los nervios empiezan a aflorar. De cara a la competición eso no es bueno. ¡Cómo no va a ser especial! No puedo mentir, me da pena, pero solo pienso en disfrutar”.

La compañera que no esté preparada se las tendrá que ver con ella”, dice un entrenador

Por mucho que le entren las dudas, la decisión parece inevitable. En realidad, Begoña anunció en mayo que dejaba la selección. Al tiempo que Verónica Cuadrado, su compinche durante años en los seis metros. España perdía de golpe a sus dos pilares defensivos, la gran baza de la selección. La intervención de sus compañeras y en especial del técnico, Jorge Dueñas, motivó a la capitana para continuar hasta el Mundial y facilitar la transición hacia otras jugadoras como Eli Chávez o Lara González.

Begoña está encantada con esa mezcla de veteranía y juventud que se ha enfatizado en este torneo; también con su rol. “Me gusta mucho el papel de hermana mayor. Siempre me ha gustado apoyar a la gente joven, me hace gracia porque te ves reflejada en ellas. Al final, no nos queda otra a las que tenemos más experiencia que apoyarles, yo he sido joven y sé por lo que se pasa. Tenemos que comprenderlas también para que su integración sea fácil”, comenta Fernández. Sobre dar consejos, los justos. Ni ella ni sus compañeras se creen superiores. “Solo les decimos que no intenten venir a demostrar nada, es peor para ellas, porque se pondrán más nerviosas. Es clave que estén concentradas, que disfruten. Las cosas pueden costar al principio, pero acaban saliendo. La responsabilidad aquí es de todas”.

No sé si España va a ganar una medalla o el Mundial, pero ahora mismo, sí tengo claro que sin ella seguramente no lo haría”

Su autoridad es incuestionable dentro y fuera del 40x20. En un grupo que presume de no tener un alma, sino 16, nadie duda del carácter de la pivote gallega. “Llegado el momento, bueno o malo, sí que suele ser Bego la primera que acaba por gritar: ‘¡Venga, vamos!”, concede Macarena Aguilar. No solo sus compañeras la alaban. Ambros Martín dirigió durante años a Begoña en Itxako, la cuna de este equipo. “Es un referente”, responde sin pensar cuando se le pregunta qué supone la presencia de Fernández en el vestuario. “No sé si España va a ganar una medalla o el Mundial, pero ahora mismo, sí tengo claro que sin ella seguramente no lo haría”, añade el técnico canario desde Hungría, donde dirige al Gyor, campeón de Europa.

Martín ahonda en las virtudes de su expupila: “Obliga a estar a tope no solo a los contrarios, también a sus compañeras. La que no esté preparada se las tendrá que ver con ella. No se arruga ante nadie. En todos estos años no ha perdido carácter, pero lo ha llegado a controlar”, celebra. Y es que no todo el mundo valora por igual la personalidad de la gallega. Al extrenador de Itxako le cuesta pensar un defecto de la jugadora. Solo entre risas, atina: “Quizás su problema sean los árbitros… No terminan de comprender su carácter”.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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