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Emociones fuertes para el Barça

El sorteo de octavos de 'Champions' depara un duro hueso para el Barça y tránsitos más llevaderos para el Atlético y el Madrid

Diego Torres
Kun Agüero celebra un gol.
Kun Agüero celebra un gol. Jon Super (AP)

El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones deparó emociones fuertes para el Barcelona y tránsitos aparentemente llevaderos para el Atlético y el Madrid. La bola del Manchester City, quizá el adversario más intimidante que podían cruzarse los españoles después del Bayern, se topó con el Barça para componer uno de esos duelos con aroma de final. Como dijo Txiki Beriguistain, director deportivo citizen, “va a ser divertido”. Más excitante, al menos en principio, que el cruce del Atlético con el Milan y la eliminatoria del Madrid con el Schalke 04.

Los equipos de Pellegrini, tal vez porque se trata de un hombre poco enérgico, tardan un tiempo en ajustarse. En seis meses el City ha pasado de la simplificación del juego directo a organizarse moviendo el balón, y este viaje siempre es el más escabroso. No tenía la defensa más solvente y en numerosos partidos esta temporada se le ha visto desatento a las vigilancias, excesivamente expuesto al contragolpe del rival. Pero, cuando ha engranado, ha mostrado destellos de un poderío fabuloso. Una avalancha de jugadores con pegada, comenzando por los dos volantes centrales, Yaya y Fernandinho, y continuando con Silva, Navas, Agüero y Negredo. El equipo emergente de Manchester, construido precipitadamente a fuerza de inyecciones de dinero soberano de los Emiratos, parece encauzarse hacia el espectáculo después de siete años sin acabar de definir un estilo. Estaba jugando su mejor fútbol desde la refundación en 2008 cuando el cónclave de Nyón anunció que le tocará contrastar su evolución con el Barcelona.

El equipo emergente de Manchester parece encauzarse hacia el espectáculo después de siete años sin acabar de definir un estilo

Si la fortuna es batirse con rivales blandos, el Madrid se encontró con uno de los más tiernos que quedaban disponibles. Lo más amenazador del Schalke es su situación geográfica: la cuenca del Rhur, allí donde el Madrid recibió el famoso 4-1 en la primavera pasada, entonces contra el Dortmund. Lo determinan las estadísticas. Alemania es un territorio inhóspito para el Madrid que solo ganó uno de sus 25 encuentros en aquel país, empató seis y perdió 18. El Schalke, sin embargo, invita a la excepción. Marcha sexto en la Bundesliga y, por lo visto en la fase de grupos, la clasificación le hace justicia.

El fútbol europeo está tan cambiado últimamente que en el Milan debieron hacerse cruces cuando se enteraron que les tocaba chocar con el Atlético. El club de Berlusconi atraviesa la crisis deportiva e institucional más profunda en 30 años. La necesidad de liquidez ha recortado su plantilla hasta hacerla inviable para pelear por el scudetto. En el panorama de escasez, Kaká se ha convertido en su mejor futbolista. Para la ida en San Siro perderá a Montolivo, su volante más creativo, pero recuperará a Al-Sharawi, que llevaba tiempo lesionado y promete darle vuelo al ataque.

Los octavos se completarán con emparejamientos más o menos interesantes, en donde destacará el Arsenal-Bayern. Otro enfrentamiento Wenger-Guardiola, oportunidad de examinar matices del mismo género. La única eliminatoria que rivalizará en encanto con el doble Barça-City.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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