Los Lakers caen en picado

Los Lakers se sumen en el fondo de la tabla tras perder en el Staples Center (104-111) ante los Sixers, el peor equipo de la Liga fuera de casa. Sumaba 13 derrotas lejos de Filadelfia, tras su único triunfo, ante Washington, el uno de noviembre. La crisis se agudiza por momentos en el equipo de Mike D’Antoni, sumido en la impotencia y hundido en la tabla, antepenúltimo en la Conferencia Oeste con 18 derrotas e incapaz de frenar su caída en picado.

La plaga de lesiones se ceba en el equipo californiano que no pudo contar ante los Sixers con Pau Gasol, aquejado de una infección respiratoria que le ha dejado inactivo en tres de los cinco últimos partidos. Para colmo de males, perdió también el concurso de Xavier Henry, que sufrió un esguince en la rodilla derecha cuatro minutos después de salir a la cancha.

A la espera del resultado de la resonancia a la que será sometido Henry, la enfermería de los Lakers está repleta. Kobe Bryant, Nash, Blake y Pau Gasol, aunque se espera que pueda reaparecer esta semana, dejan diezmado al equipo de D’Antoni. Además, Kaman está jugando con molestias en un tobillo que limitan sus movimientos. Kendall Marshall, que apenas había jugado desde que se incorporó al equipo a principios de mes procedente de la Liga de Desarrollo, jugó en la posición de base durante los minutos en que Farmar se fue al banquillo.

El juego de los Lakers acusó dos problemas fundamentales: las pérdidas de balón, 20, el doble que los Sixers, y la vulnerabilidad en el interior de la zona, donde recibieron recibió 52 puntos y solo anotó 28. Thaddeus Young, con 25 puntos, y Evan Turner, con 22, y Spencer Hawes, con 19, lideraron el ataque de los Sixers.

Los Lakers llegaron a dominar por 10 puntos, pero se hundieron en el tercer cuarto, en el que acumularon una desventaja de 13 puntos. Aun así se rehicieron y, con 26 puntos de Nick Young y 18 puntos y 13 rebotes de Hill, llegaron a tener alguna opción. Shawne Williams falló un triple que, de haber entrado, hubiera igualado el marcador a 107 cuando faltaban 15 segundos. Carter-Williams remató el triunfo de los Sixers desde la línea de tiros libres.

La situación es crítica en los Lakers que han perdido ante frente a dos de los peores equipos de la NBA, Utah y Philadelphia, y que ahora tienen que enfrentarse a los colistas de ambas conferencias, Milwaukee y, de nuevo, Utah.

Los Thunder barrieron a los Rockets (117-86) y vuelven a ser el equipo con más victorias en la NBA. Son los primeros que alcanzan 25 triunfos, con el mérito añadido de que los dos últimos los ha obtenido sin el concurso de Russell Westbrook, operado por tercera vez desde que se lastimara la rodilla derecha en abril.

El máximo anotador de la NBA, Kevin Durant, lideró una vez más a su equipo con 33 puntos y 13 rebotes. Jeremy Lamb, el base-escolta reserva de 21 años que ha pasado a contar con más minutos debido a la lesión de Westbrook, obtuvo la mejor marca anotadora de su carrera, 22 puntos. Reggie Jackson, el base titular en ausencia de Westbrook, cumplió con 16 puntos y 8 asistencias. Ibaka estuvo más discreto con 8 puntos, 5 rebotes, 2 asistencias y 2 tapones.

El flojísimo partido de los Rockets se plasmó en la bajísima producción de tres de sus mejores hombres. Ninguno de ellos llegó a los diez puntos. Dwight Howard falló siete de los 13 tiros de campos que intentó y seis de los siete tiros libres de que dispuso. Acabó con 9 puntos y 9 rebotes. Harden solo anotó dos tiros de campo, falló los tres triples que intentó y se quedó en 8 puntos. Jeremy Lin tampoco estuvo acertado y acabó con 6 puntos y 3 asistencias. El ataque de los Rockets quedó en manos de Brooks, autor de 17 puntos, y de Chandler Parsons, que aportó 15. Los Rockets disputaron el cuarto partido en los últimos cinco días y acusaron el cansancio.