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El adelantamiento frustrado de Nani

Roma, que terminó la especial a rueda de Sainz, recrimina al madrileño que no le dejara pasar pese a hacer sonar el aviso que le obligaba a ello

Nadia Tronchoni
Nani Roma y Carlos Sainz.
Nani Roma y Carlos Sainz.Felipe Trueba (EFE)

El Sentinel es una herramienta de seguridad. Un aviso que permite a los vehículos que persiguen a otro hacerse notar y dar a entender que, puesto que su velocidad es mayor, la caza debe terminar en un adelantamiento limpio. Así queda definido en las reglas que rigen el Rally Dakar. Y por eso la especial de ayer en coches terminó con una imagen poco habitual: Nani Roma y Carlos Sainz discutían cara a cara por un encontronazo en la pista unos cuantos kilómetros antes de la meta. Roma, con su todopoderoso Mini, había alcanzado al buggy del madrileño. Y, como ya había hecho antes con otras tantas motos y con el piloto Giniel de Villiers (Toyota), volvió a hacer sonar su Sentinel para que Sainz le cediera el paso. Pero aquello nunca ocurrió.

“He ido desde el kilómetro 120 (60 para el final) detrás de Carlos y no he podido pasarle. He terminado detrás de él. Cuando ha terminado la especial he ido a hablar con él, pero dice que no ha oído el Sentinel. No lo entiendo porque todas las motos lo oían y también De Villiers, además aunque no lo haya oído me ha visto. Dos veces”, explicaba Roma, que se lamentaba porque creía que tenía posibilidades de ganar la etapa (fue cuarto). Y matizaba el discurso: “Si Carlos me dice que no lo ha oído, yo le creo”. Sin embargo, a pesar del enfado y en enfrentamiento verbal entre ambos, captado por las cámaras que aguardaban al final de la especial, Roma no impondrá una reclamación: “Tampoco quiero rollos, porque con él no tengo problemas. Pero es peligroso rodar detrás de todo el polvo de otro”, argumentó. “Es una anécdota y para mí se queda aquí. Pero si otro día me pasa lo mismo, que me deje adelantar”, concluyó.

Sainz, por su parte, explicó que no le había sonado ni una vez el Sentinel. “Y está para eso. Si suena, te tienes que apartar. Quizás, Nani no estaba lo suficientemente cerca para que me llegara el aviso. Yo no lo he oído ni una vez”, indicó. Para que el coche que va delante reciba la señal de alarma es necesario que el de atrás se encuentre a un mínimo de 150 metros de distancia. En cualquier caso, si Roma hubiera deseado imponer una reclamación aquello habría obligado a los comisarios a comprobar qué versión es la cierta. Pero no quiso. Y Sainz se lavó las manos: “Nunca mentiría con algo que me puede costar una penalización. La organización lo puede chequear”.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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