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La voluntad de El Palomo

Courtois no contempla renovar con el Chelsea como condición para seguir cedido en el Atlético

Ladislao J. Moñino
Courtois, durante un partido del Atlético.
Courtois, durante un partido del Atlético.Cordon Press

Terminado el último Atlético-Athletic de Liga (2-0), Thibaut Courtois, ya duchado, caminaba por el césped del Calderón en dirección al aparcamiento del estadio para recoger su estruendoso deportivo. De repente, un hombre septuagenario, de pelo canoso y mirada cristalina, le ofreció su enorme mano derecha y le saludó con entusiasmo. En ese partido, Courtois había vestido por completo de negro, una indumentaria que no suele utilizar con demasiada frecuencia. Casualidad, el individuo que se acercó a él para mostrarle sus respetos era un exguardameta en el que el color negro sí formó parte de su inconfundible silueta y también de su leyenda. Aquel hombre, al que Courtois no reconoció, pero educadamente le devolvió el saludo, no era otro que José Ángel Iríbar. Ese acercamiento, destiló tanta complicidad como admiración por parte del legendario portero del Athletic. Fue como si El Chopo reconociera orgulloso a un colega de posición que también tiene en la envergadura, por toda la portería que ocupa, un elemento disuasorio ante los delanteros. “Puede casi tocar los dos palos con apenas extender los brazos”, le describió Philippe Vande Walle, entrenador de porteros de la selección belga. “Es muy completo para su edad”, se limitó a decir Iríbar cuando fue preguntado por uno de los testigos de aquel encuentro sobre las cualidades del portero belga.

Un par de meses después de ese saludo, Atlético y Athletic disputan la ida de los cuartos de final de la Copa con Courtois en medio de la incertidumbre sobre su futuro y una lluvia de elogios incesante tras su decisiva actuación en la pasada eliminatoria con el Valencia. “Es difícil encontrar un portero que a su edad transmita tanta tranquilidad. Es activo, no reactivo, se anticipa a la jugada y no espera el remate. En eso se nota que tiene cerca a uno de los grandes maestros de esa clase de porteros como fue Burgos. Para su altura está muy coordinado y es rápido de movimientos”, asegura Sánchez Broto, director de la web especializada soloporteros.com. “Esa seguridad que transmite también gana partidos. Es joven, pero lleva años compitiendo y tiene una madurez que a los porteros les suele llegar más tarde”, dice su compañero Raúl García.

En el último duelo ante el Athletic, el mismo Iríbar le mostró sus respetos

“No ha parado de crecer”, dicen en el club de El Palomo, mote que le puso Reyes por la ingenuidad que le transmitía su juventud y su rostro en sus primeros días de rojiblanco. Desde hace semanas, el Atlético estudia varias fórmulas para poder seguir contando con él, incluida la compra de sus derechos al Chelsea con el que tiene contrato hasta junio de 2016. “Todo lo que se pague por Thibaut me parece barato”, proclamó el martes Simeone en una entrevista en Cuatro en la que le preguntaron si emplearía 26 millones de euros, el precio en el que le ha tasado el Chelsea, en fichar al meta belga. Después de tres cesiones consecutivas, Courtois no ve con buenos ojos la opción de otro año a préstamo que incluiría una renovación con el Chelsea hasta 2018. Ha comunicado al Atlético que esta opción ahora mismo no la contempla porque quiere que su próxima firma, sea con el club que sea, no le condicione su futuro, un tanto hastiado de la incertidumbre que le ha rodeado en cada final de temporada desde que llegó. Desde el Atlético aseguran que trabajan con denuedo con Jorge Mendes, representante del meta, y con el Chelsea para cerrar una operación que se observa más complicada que las anteriores porque el club londinense quiere obtener más réditos: o bien esa renovación que le permita tener un recambio asegurado para Cech cuando este deje el club, o esos 26 millones. Incluso podría introducirse en la negociación a Diego Costa, también representado por Jorge Mendes.

Courtois se mantiene en su postura de no querer ser el suplente de Cech, algo que ya le dijo a José Mourinho el curso pasado, sabedor de que a sus 31 años el meta checo sigue siendo uno de los hombres fuertes del técnico luso en el vestuario de los blues y que este también tiene contrato hasta 2016. Es Mourinho el que una vez más tiene la última palabra. Con el técnico luso tiene Courtois pendiente una reunión en la que le expondrá que no es bueno retener a un jugador en contra de su voluntad. “Yo ya no soy un portero al que fichas como una segunda opción”, ha declarado recientemente. “No se puede poner a Courtois en el banquillo. Simplemente, no comete errores”, dice el ex internacional belga Jean Marie Pfaff, otra leyenda de la portería en su país, que, como Iríbar, reconoce a un portero que se maneja con el dominio de la posición de un veterano.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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