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Messina rompe la magia

El Madrid cae en Moscú ante el CSKA (85-71) tras un partido obtuso que supone la primera derrota de la temporada para los de Laso tras una memorable secuencia de 31 victorias consecutivas

Faustino Sáez
Mirotic pelea un rebote con Krstic
Mirotic pelea un rebote con KrsticKIRILL KUDRYAVTSEV (AFP)

Colorín colorado. El Madrid perdió la imbatibilidad en una tarde fría y destemplada en Moscú; en un partido obtuso y jugado a contrapié por los de Laso. Lastrados por unos calamitosos 17 minutos iniciales (37-18), los blancos sufrieron su primer descarrilamiento de la temporada tras una secuencia memorable de 31 victorias consecutivas. Premio para el CSKA de Messina; honor para el conjunto madridista, que ha enaltecido como pocos el camino hasta que se topó con su peor enemigo. Nadie le ha ganado más veces en Europa: 23 con esta. Pudo ser el 32º triunfo de un equipo de época; fue su primera derrota. Tenía que llegar y la selló Nenad Krstic (18 puntos, seis rebotes y siete faltas recibidas para un 25 de valoración).

Entre el respeto y la espesura, los dos equipos comenzaron timoratos y desenfocados en unos viajes al aro cargados de titubeos. Entre ambos conjuntos solo consiguieron encestar uno de los 11 primeros tiros de campo, fue un triple de Darden. El alero californiano fue el autor de los seis primeros puntos de los blancos en un inicio errático; el primero y casi el único en destapar la canasta moscovita. Pero al tiempo el CSKA dio por concluidos los minutos de tanteo y comenzó a incidir en la ventaja de centímetros que se producía en el emparejamiento entre Vorontsevich y el propio Darden. Diez centímetros de diferencia entre uno y otro que se tradujeron en siete puntos y tres rebotes para el ruso en los primeros seis minutos. Abrazados a su impulso, los de Messina comenzaron un despegue que alcanzó proporciones de zarandeo.

CSKA, 85 - Real Madrid, 71

CSKA (23+17+19+26): Teodosic (7), Fridzon (11), Khryapa (4), Vorontsevich (14) y Krstic (18) -quinteto inicial-; Jackson (8), Kaun (7), Pargo (2) y Micov (14).

Real Madrid (10+20+25+16): Llull (15), Rudy (5), Darden (11), Mirotic (13) y Bourousis (2) -quinteto inicial-; Sergio Rodríguez (19), Mejri (4), Reyes (0), Dani Díez (0), Slaughter (2) y Draper (0).

Árbitros: Christodoulou (GRE), Lottermoser (GER) y Latisevs (LAT). Sergio Rodríguez recibió una técnica descalificante (m. 38) tras encararse con Teodosic.

USH Arena de Moscú: 5.094 espectadores. Bourousis alcanzó los 1.000 rebotes en la Euroliga.

El primer cuarto finalizó con un concluyente 23-10 en el marcador y un sonrojante 4 de 16 en tiros de campo para los blancos, donde solo Darden, Llull y Mejri valoraban en positivo. Pero la mayor diferencia se localizaba en la pintura. El 15-6 en la batalla por el rebote retrató la endeblez de la defensa madridista y desató al CSKA en ataque. Ante semejante panorama, Laso decidió dar un volantazo y agitó como nunca su quinteto. La ocasión lo demandaba. Mirotic y Bourousis pagaron los platos rotos y solo Llull sobrevivió en el parquet. Sergio Rodríguez, Dani Díez (que se estrenaba en el top 16), Felipe Reyes y Mejri fueron reclutados para enderezar el rumbo y recuperar la firmeza. Pero el remedio de urgencia tardó en surtir efecto.

Krstic se comió a Mejri en un baile desigual entre la experiencia y la impericia y el tunecino se cargó con tres faltas personales mientras Vorontsevich, Fridzon y el propio Krstic seguían haciendo fortuna. Una canasta del pívot serbio elevó la renta de los locales hasta los 19 puntos (37-18, m. 17) ante el entusiasmo de la habitualmente imperturbable parroquia del Universal Sports Hall moscovita. Entre sudores fríos, el Madrid asistía a un déjà vu. En marzo del año pasado, en el mismo tramo de la competición, se impusieron los de Messina (81-72) merced a un calamitoso primer tiempo de los blancos que concluyó con 44-28. En esta ocasión, aún pintaba peor para los visitantes en una cancha en la que solo habían ganado en una ocasión en los últimos 29 años. Aturdidos y fallones, los de Laso solo encontraron consuelo en la huida hacia adelante que emprendió Sergio Rodríguez. Había fallado sus tres primeros lanzamientos desde el 6,75 y no estaba especialmente lúcido en la dirección, pero El Chacho no dejó de intentarlo y con dos triples consecutivos espabiló a los suyos en plena zozobra. Unas cuantas vueltas de tuerca en la pintura, la aplicación en las ayudas, algún ensayo de defensa en zona, un puñado de rebotes de Felipe y Slaughter, y la aparición en ataque de Mirotic les sirvió para firmar un parcial de 3-12 que agarró a los blancos al partido justo cuando parecía que se iban a escurrir de la cornisa (40-30, m. 20).

Laso se lamenta durante el partido
Laso se lamenta durante el partidoMAXIM SHIPENKOV (EFE)

A la vuelta de los vestuarios, el Madrid prolongó la inercia optimista y, con la efervescencia de Llull y un arrebato episódico de Mirotic, bordeó la remontada. Un rocambolesco tiro a tabla de Llull, desequilibrado y a una mano, puso un ilusionante 46-43 para los blancos en el minuto 24. Pero no se amilanaron los espartanos de Messina ante el arreón del subcampeón de Europa. La fortaleza mejor amurallada del continente recurrió a sus grandullones para contener la rebelión madridista. Faltaban en el batallón ruso Hines y Weems (las dos piezas más valoradas del CSKA en lo que va de Euroliga) y apenas aparecieron Teodosic, Jackson y Pargo. Pero allí estaban Kaun y Khryapa para fajarse en el rebote; Krstic para martillear ante el aro rival y morder bajo el propio; y, de manera más inopinada, Fridzon y Vorontsevich (25 puntos entre ambos). El Madrid no completó el abordaje y el tercer cuarto se convirtió en un intercambio de golpes. Se apuntaron el asalto los blancos (19-25) dejando el pulso en 59-55 a falta de 10 minutos, pero mientras los de Laso perseguían con más desasosiego que orden, los de Messina mantenían la delantera en el marcador con su plan de toda la vida, abrumando en la pintura por acumulación de efectivos.

El Madrid confundió entonces el vértigo con la prisa y el descaro con la precipitación. Con el paso de los minutos volvieron a apagarse en ataque y a perder el oremus en defensa y, con un triple que ejerció de descabello, Fridzon tumbó a la bestia invicta hasta hoy (72-61, m. 35). Con el partido resuelto, los últimos cinco minutos se convirtieron en un territorio áspero lleno de escaramuzas y altercados. Krstic y Bourousis retomaron su pique histórico (sin resolver desde que en 2010 el serbio le lanzara una silla a la cabeza al griego en un partido del Mundial de Turquía) y Teodosic y Sergio Rodríguez se encararon en una fricción que costó la expulsión del Chacho. Cayó el Madrid. Algún día tenía que llegar. Messina y su CSKA rompieron la magia y la racha. El contador vuelve a ponerse en marcha.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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