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El ‘imposible’ de Cibulkova

La eslovaca, de 1,61m, se medirá a Li, de 1,72m, para convertirse en la campeona de menor estatura en más de 35 años

J. J. MATEO
Na Li y Dominika Cibulkova, durante sus partidos de semifinales
Na Li y Dominika Cibulkova, durante sus partidos de semifinalesSaeed Khan/William West (AFP)

Se llama Dominika Cibulkova, ayer ganó 6-1 y 6-2 a Radwanska, la número cinco, y busca un ‘imposible’: coronarse mañana en su primera final grande pese a que mide 1,61m, lo que le convertiría en la campeona de menor estatura en 37 años, justo ahora que gobiernan las pegadoras con altura de gigante. En toda la Era Abierta (desde 1968), no ha habido ninguna ganadora de torneos del Grand Slam más baja. Solo Richey y Jausovec igualan su marca. Enfrente, la china Na Li, número cuatro mundial, que ganó 6-2 y 6-4 a Bouchard, de 19 años, ofrece lo opuesto: le sobran kilómetros en los grandes escenarios (un grande ganado; será su tercera final australiana), experiencia (cumplirá 32 años en febrero) y, por comparación, centímetros (1,72m).

“Pero esto no tiene que ver con lo alta que seas”, dijo Cibulkova, una pequeña bomba atómica que se mueve a una velocidad supersónica y dispara golpetazos impulsados por su raqueta personalizada, especialmente larga. “Se trata de si realmente quieres algo y de si realmente crees en ello”, subrayó. “Cuando juego, se ve mi fuerza y mi espíritu de lucha. Tienes que tener algo extra si quieres ser una de las mejores del mundo y no eres la más alta. Ese es mi extra”.

Para llegar al cruce con la número tres, la número 24 superó uno y mil escollos: eliminada Carla Suárez, se deshizo de Maria Sharapova, siempre temible, y ayer de Radwanska. Li, que sigue en el torneo pese a que Safarova tuvo un punto para eliminarla (“continúo aquí por cinco centímetros”, se rió), y que es un imán para los patrocinadores asiáticos desde que ha conseguido independizarse del asfixiante sistema chino (la federación se quedaba con parte de sus ganancias e imponía entrenador, calendario y centro de entrenamientos), podría coronarse sin haberse enfrentado a ninguna tenista del top-20. Frente a ella, Cibulkova busca un imposible.

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Sobre la firma

J. J. MATEO
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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