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El ‘Montesquieu’ de San Mamés

Laporte se ha convertido en el central de referencia del Athletic con solo 19 años, y ya escucha cantos de sirena de los grandes clubes ● Hoy repite duelo con Diego Costa

Laporte y Costa pugnan por el balón en el partido de ida
Laporte y Costa pugnan por el balón en el partido de idaLUIS SEVILLANO

Aymeric Laporte (Agen, Francia; 1994) tiene algunas cosas en común con Didier Deschamps, el actual seleccionador francés: ambos dieron los primeros pasos en el Aviron Bayonnais, un club de rugby que tiene el fútbol como segunda pasión y un himno basado musicalmente en la canción Vino griego del canario José Vélez. Bien es cierto que el central rojiblanco comenzó a jugar al fútbol en el Sporting Union Agen, el equipo de su ciudad natal, en la que Montesquieu vivió su infancia. A Laporte le ocurrió lo mismo porque pasada la infancia se trasladó a Baiona confiando su futuro al fútbol, un deporte que llevaba en los genes: su padre y su madre también fueron futbolistas. Allí realmente comenzó su historia, que le llevó a Bilbao en 2010, a la residencia de futbolistas de Derio, en edad juvenil. Deschamps también había sido objeto de deseo rojiblanco. El Athletic se planteó su fichaje en el final de su carrera y después su nombre sonó para el banquillo de San Mamés. Lo de Deschamps no pudo ser; lo de Laporte es el principio de una historia.

Desde que debutó en noviembre de 2012 con Marcelo Bielsa, en un partido de la Liga Europa contra el Happoel en Tel Aviv (antes había jugado algún amistoso con Joaquín Caparrós), el Athletic se planteó firmarle un contrato profesional para evitar que la imprevisión le llevara a repetir el error cometido años antes con San José y Berchiche, dos futbolistas que emigraron a Inglaterra. La operación retorno de San José a Bilbao le salió por un pico. Berchiche milita actualmente en el Eibar, cedido por la Real Sociedad. La andadura de ambos en el Liverpool y en el Tottenham, respectivamente, fue muy corta. Laporte, desde su debut, estaba en los mentideros futbolísticos: un central poderoso (1,89m y 85kg), zurdo y con buen toque de balón, era una pera en dulce y con poco riesgo añadido. A medida que fue creciendo, el Athletic le ha renegociado su contrato en otras dos ocasiones pasando su cláusula de 18 millones a 27,5 primero, y a 36 finalmente con vinculación hasta 2018.

El Athletic le ha renegociado su contrato en otras dos ocasiones pasando su cláusula de 18 millones a 27,5 primero, y a 36 finalmente con vinculación hasta 2018

Francia tampoco le ha quitado el ojo. Laporte es un habitual de las convocatorias de las selecciones inferiores, hasta el punto de que el Athletic ha mediado ante la federación francesa para reducir sus llamamientos a las sub-19, sub-20 y sub-21 porque entiende que tantas ausencias no eran la mejor academia para su adaptación al primer equipo. Pero su nombre está ahí y muchos piensan que Varane-Laporte es la pareja de centrales de la futura Francia. Con el central del Madrid es posible que se vea las caras el domingo en San Mamés, pero antes el defensa rojiblanco tendrá que librar una nueva batalla con Diego Costa, un delantero singular, con quien en el Calderón ya vivió un duelo tenso y polémico.

Una nueva prueba de fuego para un muchacho que solo ha disputado 39 partidos en la máxima categoría (Liga, Copa y Liga Europa) desde que Bielsa le convirtiera en titular, sentando en el banquillo a Amorebieta. Central y ocasional lateral izquierdo, ya cuenta con dos goles en su haber y brilla en el juego aéreo.

Hoy por hoy, la gloria del Aviron sigue siendo Deschamps, que da nombre al estadio del club de su ciudad. Pero Laporte se ha ganado un nombre en la pequeña mitología del conjunto bayonés. Y ya escucha cantos de sirena de Barcelona, Manchester y Arsenal. “Son solo rumores”, dijo hace unos días; “además, 35 kilos son muchos”. De momento, quien quizás le quite el sueño sea Diego Costa y los que vengan después.

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