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Un cruce cuesta arriba

Moyà debuta como seleccionador en Alemania, bajo techo, sobre cemento y sin ninguno de los cuatro mejores españoles

Juan José Mateo
Carlos Moyá y Albert Costa, en Fráncfort.
Carlos Moyá y Albert Costa, en Fráncfort.EFE

El destino de la España de Carlos Moyà, que debuta como seleccionador frente a Alemania, quedó sellado en la Kaisersaal de Frankfurt, la sala de los emperadores: el cruce de primera ronda de la Copa Davis arrancará el viernes (14.00, Teledeporte) con el Philippe Kohlschreiber–Roberto Bautista, al que seguirá el Florian Mayer-Feliciano López; continuará el sábado (13.00), cuando Tommy Haas y Daniel Brands se cruzarán con Fernando Verdasco y David Marrero en el dobles; y terminará el domingo (13.00), cuando Kohlschreiber y López jueguen el cuarto punto, seguidos por Mayer y Bautista. Para el seleccionador debutante es un cruce cuesta arriba. Se juega a domicilio, bajo techo y sobre cemento. No se han alistado los cuatro mejores tenistas españoles por ránking (Rafael Nadal, David Ferrer, Tommy Robredo y Nicolás Almagro). Depende de un debutante (Bautista) y de una pareja que jamás ha disputado la competición (Verdasco y Marrero).

“La eliminatoria va a ser muy complicada. Si somos objetivos, los alemanes son favoritos: juegan en casa, lo han preparado todo con sus condiciones y nosotros tenemos que jugar cada punto al máximo”, dijo Albert Costa, excampeón de Roland Garros y director deportivo de la Federación española. “Nosotros hemos hecho un trabajo muy bueno de adaptación, tendremos nuestras opciones de ganar", prosiguió. "La pista es rápida, pero no es exageradamente rápida. La bola viaja rápida y bota poco. Nuestros jugadores se adaptan bien a esas condiciones. No nos va tan mal”, cerró, en referencia a Bautista y Feliciano, dos amantes del vuelo bajo que se cruzarán con un tenista que no disputó por lesión el Abierto de Australia (Kohlschreiber).

Tras evitar el descenso en 2013 ganando a Ucrania, España se arriesga a convertir la excepción en tendencia. El equipo que ha dominado la competición con puño de hierro en lo que va de siglo XXI no cuenta con sus cuatro mejores jugadores por ránking y como el debut es fuera de casa y contra un rival huesudo no es descartable que se vuelva a encontrar en septiembre en esa tesitura. Desde 2000, La Armada ha celebrado cinco títulos y otras dos finales, una de ellas tan apretada como la de 2012, que se escapó en el último partido. La Ensaladera, sin embargo, es una competición que premia tanto el corazón como la raqueta: ahí, en las emociones, pondrá el acento Moyà, que ganó el título en la pista en 2004, es un enamorado del torneo y cuenta con Feliciano, un tenista que florece en la Davis, como demostró con sus estupendos triunfos en la final de Mar del Plata 2008 (Argentina) y los cuartos de Austin 2011 (EE UU).

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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