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Silencio absoluto sobre Schumacher

Los médicos no dan ningún parte y el entorno del piloto desmiente cualquier información

O. P.
Mensaje de apoyo a Michael Schumacher en el equipo de Mercedes.
Mensaje de apoyo a Michael Schumacher en el equipo de Mercedes. Ker Robertson (Getty Images)

Hace justo un mes que Michael Schumacher, el mito más grande que ha dado nunca el automovilismo, ingresó en coma en el Hospital Universitario de Grenoble tras sufrir un accidente de esquí en la estación francesa de Méribel, y el estado de salud del heptacampeón alemán sigue dibujando muchos interrogantes. Desde la comparecencia del fiscal de Albertville el pasado 7 de enero, en la que explicó los elementos que manejaba su equipo en la investigación que se había puesto en marcha, tanto el centro médico como el entorno de Schumacher habían mantenido un silencio absoluto. Sabine Kehm, la que ha sido su portavoz durante toda su etapa en la fórmula uno, se ha limitado a realizar desmentidos.

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Varios medios de comunicación franceses aseguraron ayer que los especialistas han decidido comenzar a retirarle la sedación, un proceso que puede alargarse varios días o incluso semanas. “Las primeras reacciones son positivas”, comentaba en L’Équipe una fuente del hospital en el que se encuentra. Kehm, por su parte, siguió en su línea: “Subrayo de nuevo que las declaraciones sobre la salud de Michael que no provengan del equipo médico o de su entorno directo deben ser consideradas como una especulación”.

La fiscalía que investiga el percance sigue analizando las distintas grabaciones que ha podido recopilar. Hasta este momento se sabe que Schumacher salió de la zona balizada que delimita la pista, perdió el control de sus esquíes y se precipitó de cabeza contra una roca, quedando tenido nueve metros más allá. Un primer equipo de auxilio lo trasladó en helicóptero hasta el hospital de Albertville, aunque poco después fue movido de nuevo hasta Grenoble, donde ya ingresó en coma. Después de dos operaciones que perseguían atajar el edema principal y reducir la presión intracraneal, los médicos decidieron mantenerle en coma inducido para reducir la actividad cerebral al máximo e intentar evitar lesiones irreversibles.

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