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SEGUNDA B

El Racing recupera la ilusión

Más de 15.000 personas acuden al Sardinero para celebrar el cambio de rumbo tras el plante de los jugadores ante la Real

Las categorías inferiores hacen el pasillo al primer equipo, encabezado por el capitán, Mario, antes del partido ante la Cultural.
Las categorías inferiores hacen el pasillo al primer equipo, encabezado por el capitán, Mario, antes del partido ante la Cultural. Esteban Cobo (EFE)

La afición del Racing agradeció el plante de honor de sus jugadores el pasado jueves ante la Real Sociedad acudiendo a El Sardinero para animarlos. Más de 15.000 personas cubrieron de verde y blanco las gradas del estadio, con capacidad para 22.000, durante el partido contra la Cultural Leonesa (1-0). Hasta ahora, apenas 2.000 personas acudían a los partidos de Segunda B, sobre todo en señal de protesta hacia la anterior directiva.

Desde que el viernes la junta de accionistas nombrase el nuevo consejo de administración, presidido por el exjugador Tuto Sañudo, los seguidores del Racing se volcaron y acercaron al Sardinero para retirar una entrada. Con precios populares (10 euros la tribuna; 5 la preferencia), la nueva directiva pretendía que el encuentro de este domingo se convirtiese en una fiesta: para los aficionados, para los jugadores.

Visa del Sardinero con las gradas repletas.
Visa del Sardinero con las gradas repletas.Esteban Cobo (EFE)

Y así fue. Un grupo de chavales de las categorías inferiores hicieron el pasillo a los jugadores del primer equipo, mientras las gradas se iban llenando. En el palco, al que volvieron a acudir las autoridades (el alcalde de Santander, el presidente de Cantabria y el del Parlamento, entre otros), Tuto Sañudo estuvo también acompañado por una serie de socios, a los que a partir de ahora, y durante algunos partidos, se quiere premiar de forma simbólica su solidaridad con el pase a la zona noble del estadio.

Llegó el minuto 13, ese que coincide con la fecha del centenario, y El Sardinero olvidó los pitos de los dos últimos años. Una cerrada ovación cubrió ese tramo del encuentro. Un partido propio de la categoría, Segunda B, en el que el Racing no conseguía perforar la portería rival. Hasta que en el minuto 90, Koné, el delantero al que la anterior directiva quiso vender la semana pasada, que había pedido la baja en el Orecla y que, finalmente, dio marcha atrás, marcó el gol de la victoria. Mario, el capitán, al que le tocó leer el comunicado del plante; el que confirmó a Gil Manzano que su equipo no jugaría contra la Real, rompió a llorar en el campo. El Sardinero recuperaba la ilusión.

Vista de La Gradona, el sector más incondicional del Racing.
Vista de La Gradona, el sector más incondicional del Racing.Esteban Cobo (EFE)

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