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Diego dispara la ambición del Atlético

La llegada del mediapunta ofrece al líder de la Liga multitud de recursos para pelear por los títulos

Ladislao J. Moñino
Diego celebra su gol contra la Real.
Diego celebra su gol contra la Real.LUIS SEVILLANO

Desde hace tiempo, Diego Pablo Simeone venía advirtiendo a la dirección deportiva y a la dirigencia del Atlético que el equipo necesitaba un salto de calidad ofensivo para poder pelear por las tres competiciones con garantías. El técnico venía a explicar a los dirigentes que, sin contar con Diego Ribas (28 años), el equipo estaba respondiendo muy bien a las exigencias, pero que con el mediapunta brasileño en el plantel de alguna manera se redimensionaba el proyecto por todo lo que creía que podía aportar en el juego de ataque. La llegada de Sosa ya tuvo que ver con esa necesidad y la de Diego hace bueno aquello de ‘dime a quién fichas y te diré que necesitas’. “Cada vez los rivales nos exigen jugar mejor y Diego nos da variantes. Además, se trataba de traer a un jugador que no necesitara adaptación”, explican en el Atlético. En el club dan por buena la interpretación de que el fichaje responde a una cuestión de ambición ante las posibilidades que se han abierto.

Simeone y Caminero presionaron a la vez para que el club abordara el traspaso del atacante brasileño

En sus reiteradas peticiones para que Miguel Ángel Gil se decidiera por abordar el traspaso, el entrenador contó con la connivencia de José Luis Pérez Caminero, director deportivo y el otro gran valedor del jugador. Entre los dos convencieron a los dueños del club para que se volcaran en una operación que otras veces había fracasado. O por el elevado salario del futbolista o porque el Wolfsburgo consideraba que el Atlético trataba de jugar con los deseos de Diego de volver a vestir de rojiblanco para rebajar el precio. Por primera vez se encontraron con una predisposición definitiva de los alemanes para sentarse a negociar y llegar a un acuerdo de traspaso por 1,5 millones. En este sentido, las presiones del jugador también fueron decisivas.

El director deportivo, que apostó por el jugador en el verano de 2011, quedó tan prendado como el técnico argentino de las cualidades del futbolista. Tanto que las conversaciones telefónicas entre Caminero y Diego han sido numerosas desde que el jugador regresó al Wolfsburgo en julio de 2012. Tampoco la dirigencia era ajena a que, en el caso de Diego, le debía un esfuerzo al entrenador que ha devuelto al Atlético a la primera fila del fútbol nacional y europeo.

Terminado el partido contra la Real Sociedad y tras el brillante redebut Diego, Simeone verbalizó un anhelo que hasta ahora, por más que el equipo estuviera peleando de pleno por las tres competiciones, nunca había pronunciado: “Siempre soñé con tener un equipo competitivo y poder competir”. En su discurso, el técnico también incluyó una felicitación a la directiva del club y a la rapidez con la que se había manejado la dirección deportiva para lograr la contratación por la que más ha peleado.

“Cada vez los rivales nos exigen jugar mejor y Diego da variantes”, opinan en el Calderón

“Nos viene muy bien la llegada de Diego. Nos va a dar lo que se ha visto: personalidad, capacidad en ataque, agresividad. Siempre que pasa la pelota por él hay peligro. Y se potencia a Diego Costa, que podrá encontrar mejores asistencias”, abundó Simeone cuando fue preguntado por lo que suponía esa ansiada contratación. “¡Bien, Diego, bien!”, se le escuchó ayer al técnico mientras presenciaba, bajo la nevada que cubría los campos del Cerro del Espino, cómo el brasileño salía de la presión en un rondo con un toque imaginativo que pasó entre dos compañeros que ni vieron el balón. Con la llegada de Diego, a Simeone se le abren multitud de opciones tácticas. Cuenta con una segunda línea por detrás de Diego Costa y Villa —al que ayer se le detectó una elongación del bíceps femoral de la cara posterior del muslo izquierdo y estará una semana de baja— rica en recursos.

Entre esa multitud de variantes que ofrece a Simeone la llegada del brasileño está incluida la de jugar solo con Costa en punta escoltado por Koke, Arda y Diego, que ayer fue presentado de manera oficial. La modernidad de su nuca rapada y el flequillo a un lado coronaban los rasgos pentagonales de su rostro, delineados por su saliente barbilla y pronunciadas mandíbulas. Su diagnóstico de lo que se ha encontrado a su regreso fue significativo: “Cuando salí de aquí este ya era un equipo muy bien organizado, que iba por buen camino. Ahora está más acostumbrado a ganar”.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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