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El Valencia huele a nuevo

El equipo de Pizzi confirma su mejoría con una goleada un Betis sin respuesta (5-0)

Vargas, tras su gol.
Vargas, tras su gol. MANUEL BRUQUE (EFE)

En apenas dos meses, Juan Antonio Pizzi le ha dado un revolcón en toda regla al Valencia, irreconocible para quienes lo vieron al principio de temporada. Un equipo que huele a recién salido del horno, fresco para el paladar de una afición tan castigada en la primera parte del campeonato, de una alegría contagiosa. Un grupo formado por jugadores desechados por el anterior entrenador, jóvenes y veloces, hambrientos de juego, y por un puñado de novedades, Senderos y Vargas, felices de jugar al fútbol, lejos del espíritu atormentado de principio de curso.

Tan pronto le dieron tres partidos seguidos a Alcácer anotó cuatro goles, dos de ellos ante un Betis muy quebradizo, eso sí, en el centro de su zaga. Pero el joven delantero valenciano ya había mojado en el Camp Nou la semana pasada y la anterior ante el Espanyol, señal de ser un finalizador de fina estampa. Tantas oportunidades perdidas a Helder Postiga, ahora cedido al Lazio, y el goleador lo tenía en casa.

Pelos de punta en el homenaje de Mestalla a Luis Aragonés, abrazado Vicente Engonga, líder de aquel Valencia subcampeón de Liga en 1996 con el Sabio de Hortaleza en el banquillo, a Jesús Paredes, amigo inseparable del entrenador recientemente fallecido. Tan lejos y tan cerca en los últimos tiempos de Mestalla, Luis conservó el cariño intacto de los hinchas del Valencia 18 años después.

VALENCIA, 5-BETIS, 0

Valencia: Diego Alves; Barragán, Senderos (Vezo, m. 83), Mathieu, Bernat; Javi Fuego, Parejo; Feghouli, Vargas, Piatti (Míchel, m. 67); y Alcácer (Jonas, m. 75). No utilizados: Guaita, João Pereira, Vinícius de Araújo, Fede.

Betis: Adán; Juanfran, Amaya, Jordi, Didac (Nosa, m. 68); N'Diayé, Reyes; Cedrick (Jorge Molina, m. 46), Verdú, Baptistão (Matilla, m. 61); y Rubén Castro. No utilizados: Sara, Juan Carlos, Nosa, Nacho.

Goles: 1-0. M. 43. Mathieu. 2-0. M. 45. Alcácer. 3-0. M. 66. Feghouli. 4-0. M. 70. Alcácer. 5-0. M. 80. Vargas.

Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Reyes, Jordi.

Unos 42.000 espectadores en el estadio de Mestalla.

Piatti como símbolo del Valencia naciente bajo la égida de Pizzi. Un día despreciado por Djukic, hoy incordia, roba, pelea y se deja la vida en el intento. Como en la jugada que precedió al primer gol. Un robo suyo, el pase de Alcácer a la carrera de Vargas y el disparo repelido por la mano de Adán. De ese córner de Piatti vino el cabezazo de Mathieu, solo al segundo palo gracias a la pantalla de Philippe Senderos, uno de los debutantes. En contra de la mala fama que le precedía, el central suizo estuvo correcto: conoce el oficio, aunque apenas fuera exigido. El otro debutante, el chileno Eduardo Vargas, entendió lo que quiere Pizzi de él: movilidad, rapidez y remate. En el primer tiempo disparó tres veces: en la primera, de cabeza, demostró un salto notable; la segunda la desvió Adán; y la tercera, pifiada, acudió muy veloz Alcácer para embocarla. Fue un gol de nueve de toda la vida. Aunque sabía que Vargas buscaba la portería, el joven delantero salió impulsado por un resorte al espacio entre el portero y la línea de tiro. Se encontró el balón de por medio. Pizzi ha llenado el ataque de jugadores pequeños y rápidos (Feghouli, Piatti, Alcácer y Vargas). Entre los cuatro llevaron a la zaga bética por la calle de la amargura.

Antes, el Betis se había pertrechado con mucha gente atrás y con una salida a la contra tan prometedora como ineficiente. Calderón se replanteó el encuentro tras el 2-0 e incluyó a Jorge Molina como el camino más directo hacia el gol, junto a Rubén Castro. Diego Alves despejó un cabezazo de Amaya en el arranque del segundo tiempo. Fin de las opciones del Betis, que empezó a dejar muchos espacios a sus espaldas.

Parejo y Javi Fuego se bastaron para gobernar y oxigenar la medular. Y dar vidilla a los diablos del ataque, con muchos metros para correr, un paraíso para ellos. La triangulación del tercer tanto entre Parejo, Feghouli y Alcácer fue una gozada para Mestalla, por el toque de primeras con la zurda del valenciano y por el recorte del argelino antes de marcar. En plena fiesta valencianista, Alcácer demostró una vez más su gran olfato para oler los centros. En este caso uno muy enroscado de Barragán, suavemente peinado al palo contrario. Despedido Alcácer con su primera ovación de bandera, Vargas completó la jarana valencianista como le gusta, corriendo a toda mecha al espacio y abrazando las redes con un latigazo. Es otro el Valencia mientras el Betis vuelve a emitir las señales más pesimistas.

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