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El tembleque a balón parado

Aunque no recibe más goles que en cursos anteriores, la defensa azulgrana transmite dudas, sobre todo en las jugadas de estrategia, por falta de “tensión e intensidad”

Jordi Quixano
Vyntra, del Levante, le hizo dos goles al Barça a la salida de un córner.
Vyntra, del Levante, le hizo dos goles al Barça a la salida de un córner.efe

Cesc llevaba en una bolsa la camiseta del partido porque se la habían pedido sus avis [abuelos], y ante eso no se podía negar. A Piqué el estado del campo, pesado por la lluvia, le había dejado “hecho polvo”. Song perdió el móvil en el control del aeropuerto, acusó a Tello falsamente y unos minutos después regresó a buscarlo para continuar con una conversación que había dejado a medias. Como si nada. A Messi, claro, le paraban para hacer fotos. Pero todos, satisfechos, sonreían a la salida del Pizjuán, camino de Barcelona, por el triunfo y el liderato. “Podía haber pasado de todo”, admitían en la expedición. Más que nada porque el Sevilla les arrinconó durante la primera media hora. Hasta que les duraron las piernas y el empuje, hasta que el Barça recompuso las líneas y conjugó el contragolpe con el remate de Messi. Equipo más irregular que de costumbre, transmite la sensación de que en ocasiones se parte y que es frágil en defensa, sobre todo porque se le aprecian dudas, aunque las estadísticas no lo corroboren. Sí que tiembla el Barça, en cualquier caso, en las jugadas a balón parado. Una rampa hacia el gol que tratará de remarcar la Real Sociedad, a contracorriente en la eliminatoria tras el 2-0 en el Camp Nou. Aspecto que no le importa al entrenador, que citó a todos, lesionados o no, para el viaje. “Estamos a 90 minutos de la final de la Copa”, argumentó.

La dirección deportiva tiene claro que buscará un central y puede que un lateral derecho

El Camp Nou señala a Alves porque ya no es el de antaño, incisivo en ataque y rápido en la corrección, del mismo modo que Puyol tampoco parece estar para muchos trotes —“lo mejor es que alterne partidos con descansos”, asegura Martino— y a Mascherano le cuesta cogerle el truco al puesto. Piqué en ocasiones queda desbordado por las responsabilidades y la efervescencia de Bartra no acaba por convencer al cuerpo técnico, que siempre le da relevo en los duelos capitales. Así las cosas, la dirección deportiva tiene claro que para el año que viene buscará un central, enamorados de Thiago Silva y reacios a traer a David Luiz, y siguen sin saber si traerán un lateral derecho porque no se han reunido con Martino a tal efecto. “Los equipos a los que nos enfrentamos tienen jugadores desequilibrantes. Por ejemplo, el Sevilla nos jugó con cuatro hombres en ataque, jugadores de calidad. Y no siempre lo bueno y lo malo depende solo de nosotros”, reflexionó el técnico azulgrana desde el Sánchez Pizjuán. “Nos apretaron mucho y nos dieron trabajo. Es cosa de ver los errores entre todos”, abundó Bartra. Y Xavi agregó: “En las segundas jugadas tenemos que estar mucho más atentos. Nos servirá para otros partidos”.

Resulta, sin embargo, que el Barcelona no encaja ni sufre más que en otros años, por más que existan errores de bulto que subrayen su circunstancial debilidad. El equipo, hace dos años y en manos de Guardiola, acumulaba a estas alturas de la Liga 17 goles en contra, los mismos que ahora, y nueve menos que con Tito Vilanova. Tampoco admite más disparos que en el curso anterior, cuando recibía 9,05 remates de media por encuentro —ahora se queda en 8,9—, aunque sí que existe algo de diferencia con hace dos ejercicios, cuando apenas concedían 7,3. Hay suertes, por el contrario, en las que el Barça pone atención pero no remedio, como las jugadas de estrategia, todo un tormento de difícil solución porque les faltan centímetros y algo más.

“Nos faltó tensión e intensidad, presionar arriba en un principio y fijar bien las marcas”, convino Martino. “Es un aspecto que hay que mejorar”, intervino Bartra. Pero el marcaje mixto en las jugadas a balón parado no da sus frutos. “O esperamos a que crezcan mis jugadores o no forzamos faltas ni córners”, bromeó hace un par de meses el técnico. Dos imposibles que derivan en ocho goles en contra en la estrategia en lo que va de Liga, los mismos que en toda la temporada de hace dos años y solo cinco menos que en el curso pasado. Una laguna que tratará de exprimir la Real. “Lo conveniente sería no dejarle situaciones de gol para que se meta en la eliminatoria”, remató Martino.

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